La ministra Delgado premia con puestos clave en Justicia a su asociación de fiscales

La ministra de Justicia, Dolores Delgado, fiscal de carrera y miembro de la Unión Progresista de Fiscales (UPF), se ha decantado por dos fiscales de esta misma asociación para los cargos más importantes que ha tenido que proponer en los últimos días: el de fiscal general del Estado y el de secretario de Estado de Justicia.

En el caso de la fiscal general del Estado ha elegido a la fiscal jefe de Sevilla, María José Segarra, mientras que para ocupar su número dos en el Ministerio se ha decantado por el fiscal del Tribunal Supremo, Manuel Dolz. Ambos tienen en común su amistad con Delgado, su procedencia de la Carrera Fiscal -podía haber designado a magistrados, catedráticos, abogados, etc, para dichos cargos- y ser, además, miembros de la misma asociación de fiscales que la ministra, la UPF. Segarra era además vocal de dicha asociación en el Consejo Fiscal al igual que la actual ministra.

El perfil de María José Segarra es el de una fiscal progresista, de reconocida trayectoria de más de treinta años en la Carrera, de los que lleva los últimos 14 años al frente de la Fiscalía de Sevilla. Sus inicios en esta profesión fueron en Barcelona con el fiscal Carlos Jiménez Villarejo. En su contra juega que se hará cargo de la Fiscalía en un momento especialmente sensible ya que en las próximas semanas el Ministerio Público deberá formular su escrito de acusación contra la cúpula del ex Govern de Carles Puigdemont por la declaración unilateral de independencia de Cataluña. Segarra tendrá la última palabra sobre si se les acusa por rebelión o por un delito menos grave como la sedición.

Sorpresa en Fortuny

No obstante, tendrá que dirigir un equipo de fiscales de Sala -categoría profesional que ella no posee- más experimentados que la propia fiscal general lo que podría suponer algún que otro enfrentamiento en caso de que implante un cambio de criterio en el 'procés'.

Fuentes fiscales consultadas por El Independiente explican que en la calle Fortuny, sede de la Fiscalía General del Estado, ha causado sorpresa que Dolores Delgado haya optado por este perfil cuando en estos momentos hay treinta y tres fiscales con la máxima categoría en la Carrera -la de fiscal de Sala- que podrían haber ocupado este cargo.

Sin embargo, en la decisión de la ministra han pesado dos factores: uno, que tanto ella como el presidente Pedro Sánchez buscaban el perfil de una mujer y, el segundo, que Segarra mantiene amistad personal con la nueva fiscal general del Estado, no en vano fue una de sus valedoras en la UPF para acceder al Consejo Fiscal.

El fiscal del caso Campeón

Por su parte, el perfil del fiscal del Supremo Manuel Dolz es el de un fiscal con un extenso currículum que llegó al Alto Tribunal en el año 2005. El número dos de Justicia ha ocupado los cargos ejecutivos de fiscal jefe de la Audiencia Provincial de Lleida (1990-1995), fiscal coordinador de Menores de la Fiscalía del Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana (1995-2005) y Fiscal del Tribunal Supremo Adjunto al Fiscal de Sala de Menores (2006-2007).

Sin embargo, si por algo se le recuerda en los medios de comunicación es porque fue el fiscal que instruyó en el Supremo el caso Campeón en el que estuvo imputado el ex ministro José Blanco. En el año 2013, Dolz pidió al instructor de la Sala Segunda que procesara a Blanco por un delito de tráfico de influencias relacionado con sus gestiones para la obtención por la empresa Azkar de una licencia para instalar un almacén próximo al aeropuerto de El Prat, en el término de Sant Boi de Llobregat (Barcelona).  El caso acabó archivado.

Previamente a Dolz, la ministra Delgado sondeó a su compañero y amigo de la Audiencia Nacional, el juez Fernando Andreu, y al magistrado de Jueces para la Democracia, Joaquim Bosch, para este cargo. Ambos declinaron la oferta de la ministra.