Como asesor de seguridad nacional del Reino Unido, todos los días recibo información de las actividades de aquellos que intentan socavar la seguridad del Reino Unido y sus aliados. Vivimos en un país seguro y próspero, pero en mi trabajo soy más consciente que la mayoría de las amenazas a las que nos enfrentamos. La seguridad de Europa no puede darse nunca por hecha. El mundo moderno plantea desafíos nuevos y difíciles y debemos buscar siempre maneras de fortalecer nuestras defensas.

Debemos invertir tiempo y recursos en aumentar nuestra resistencia nacional para asegurarnos de ser tan ágiles y creativos como nuestros adversarios, al tiempo que permanecemos fieles a nuestros valores. El Consejo Europeo que empieza este jueves es una oportunidad de asegurarnos que tenemos las medidas adecuadas para abordar amenazas estatales hostiles contra la seguridad como los ciberataques, la desinformación y las injerencias en las elecciones.

Las actividades maliciosas en el ciberespacio son una amenaza para las infraestructuras cruciales

Las actividades maliciosas en el ciberespacio son una amenaza para las infraestructuras cruciales y los sistemas digitales de los que nuestras vidas diarias dependen cada vez más. Es probable que hayáis leído sobre el ciberataque Wannacry del año pasado. Fue un ataque indiscriminado que tuvo muchas víctimas, incluido el NHS, el Servicio de Salud Nacional del Reino Unido. Supuso que médicos y enfermeros no pudieran acceder a sus ordenadores, poniendo en peligro las vidas de personas enfermas y vulnerables.

Esa misma tecnología digital se puede utilizar para difundir mentiras a través de las redes sociales y los medios de comunicación digitales para así confundir los hechos, sembrar la discordia y hacer que sea más fácil negar la responsabilidad por actos maliciosos. También hemos visto intentos de interferir en procesos políticos en distintos países, con el pirateo de información sensible desde el punto de vista político que más tarde se ha filtrado para menoscabar la confianza en nuestros políticos e instituciones.

Entretanto, las amenazas que creíamos que habían pasado a la historia están resurgiendo. En el último año, hemos visto ataques químicos —prohibidos por tratados internacionales— en Malasia, Siria y el Reino Unido.

¿Cómo respondemos a esas amenazas? ¿Cómo identificamos y nos enfrentamos a los autores de incidentes tan espantosos? Y, si se identifica a los responsables, ¿cómo hacemos que rindan cuentas por sus actos?

Debemos estar preparados para invertir tiempo y recursos en defensas que sean tan creativas y ágiles como las amenazas

No existe ninguna solución milagrosa. Debemos estar preparados para invertir tiempo y recursos en defensas que sean tan creativas y ágiles como las amenazas a las que nos enfrentamos y aquellos que las perpetran. Eso significa tener las competencias policiales adecuadas para combatir la financiación ilícita, pero también enseñar a los ciudadanos a detectar mentiras, y alertar sobre la desinformación en las redes sociales.

Hoy en día, seguridad significa usar todas las palancas que un gobierno tiene a su disposición, así que la educación tiene un papel igual de importante en nuestra seguridad futura que la actuación policial. Al igual que ocurre con la defensa militar convencional, debemos intensificar la cooperación entre los socios y aliados europeos, no debilitarla.

En este Consejo Europeo, nuestros dirigentes aprobarán nuevas medidas para contrarrestar la amenaza a nuestra democracia, seguridad y prosperidad. No debemos dejar que nuestros adversarios se oculten entre las sombras. Debemos señalarlos cuando piratean nuestros hospitales y empresas, dañan a nuestros ciudadanos o intentan interferir en nuestras elecciones.

Debemos asegurarnos de que aquellos que se plantean hacernos daño sepan que sus ataques se encontrarán con una respuesta seria y contundente. Aquellos que intenten hacernos daño deben ver que sabemos lo que están tramando, que contamos con una buena defensa y que tenemos la capacidad y resolución de responder.

Y lo que es más importante: cuando respondamos, debemos responder como uno solo.

 

Mark Sedwill es asesor de seguridad nacional del Reino Unido