Política

PRIMARIAS PP

Dirigentes afines Santamaría se lanzan a por Casado: "Suena a oportunista"

Todos los candidatos se reunirán esta noche en una cena de diputados mientras Santamaría y Casado han acordado una cita para los próximos días

Pablo Casado y Soraya Sáenz de Santamaría. | EFE

La temperatura sube en el PP en pleno proceso de primarias y a diez días de que tenga lugar el Congreso que elegirá al nuevo presidente popular.  Lejos de una tregua, el cruce de acusaciones entre Soraya Sáenz de Santamaría y Pablo Casado continúa en aumento. Mientras la primera defiende su labor de gestión, el segundo apuesta por un partido más ideológico que pragmático. Ambos dirigentes han acordado en mantener un encuentro en los próximos días pero los reproches se han disparado en las últimas horas y las posturas parecen ya irreconciliables.

Este martes está previsto que los precandidatos a presidir el  PP, tanto Santamaría y Casado, que superaron la primera fase de primarias, como los que no lo hicieron, como José Manuel García Margallo o José Ramón García Hernández, se reúnan a cenar en una cita organizada por  la diputada Ana Vázquez que podría ir destinada a rebajar los ánimos.

Y es que las pullas se han precipitado este martes, cuando Sáenz de Santamaría ha acusado a Casado de intentar "dividir a señores y señoras". Casado le reprochaba también el lenguaje de géneros, advirtiendo que él no distinguía entre "señoras y señores", en una crítica velada a la campaña de la ex vicepresidenta de Gobierno basada en una candidatura femenina en el PP.  Más allá de estas acusaciones cruzadas entre los candidatos, la crítica más dura ha venido por parte de los afines a la corriente sorayista. En concreto, las palabras más duras desde el PP del País Vasco y lo hace el mismo día en que el diputado por Ávila ha recuperado en un acto a María San Gil, la ex presidenta de partido vasco, en un acto en Madrid.

Alfonso Alonso, actual presidente del PP vasco y de máxima confianza de Sáenz de Santamaría, ha acusado a Casado de ser "oportunista" en sus críticas a la gestión de la crisis catalana. “No aplicamos el 155 como había que aplicarlo; la operación diálogo fue un fracaso; y lo que no puede ser es que Pedro Sánchez esté fiando todo a una estrategia judicial, como hicimos nosotros”, ha afirmado en los últimos días el vicesecretario del PP, en una crítica velada a la fracasada operación diálogo que emprendió de Sáenz de Santamaría.

Sus palabras han escocido entre las filas de Sáenz de Santamaría. "Me sorprende el desmarque de Casado en la política de Cataluña. Él estaba en el equipo de Rajoy y defendía la posición del Gobierno y del PP", censuraba Alonso en una entrevista en EITB. "No creo que sea conveniente deslizarse en esas críticas y puede sonar a cierto oportunismo", añadía el dirigente, en un mensaje que publicó después en la red social Twitter.

No es el único sorayista que ha cargado directamente contra Casado a través de esta red social. Enric Millo, delegado del Gobierno en Cataluña y afín a la ex 'vice', ha afeado a Casado sus palabras. "Durante los momentos más difíciles en los que Soraya estaba dando la cara siempre, mi amigo Pablo Casado no estaba", afirmaba, irónico, el dirigente.

En una entrevista este lunes en Antena 3, Millo defendía la labor de Sáenz de Santamaría en Cataluña: "Para entender lo que pasa en Catalunya hay que estar mucho allí y Soraya estuvo más de 20 veces en 2017 en Cataluña. Abrió un proceso de diálogo con toda la ciudadanía, no solo con la Generalitat, que no quiso dialogar".

Casado apuesta por ilegalizar partidos independentistas

Casado había lanzado su propuesta de ilegalizar partidos independentistas, porque afirma no entender la existencia de formaciones políticas lleven en sus estatutos la intención de "romper la Constitución y romper la ley" y porque "los partidos democráticos españoles no deberían incluir en sus estatutos fines ilegales".

Además, ha celebrado que haya compañeros de su partido que antes "censuraban" su propuesta de ilegalizar partidos independentistas y ahora lo "empiezan a ver", porque es una cuestión urgente para no tener una política reactiva sino preventiva frente al proceso soberanista catalán.

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