"No va a haber corrientes ni se va a hacer nada en ese sentido", afirma categórico uno de los miembros de la candidatura de Soraya Sáenz de Santamaría que se ha quedado fuera de la ejecutiva popular. Y otro apostilla."Eso jamás se nos ha pasado por la cabeza. Nada de actuación coordinada. Cero, cero". Porque después de conocerse la composición del comité ejecutivo nacional del PP, en el que se han incluido nombres de la lista derrotada, los ojos se vuelven hacia los que se han quedado fuera con Soraya Sáenz de Santamaría a la cabeza.
Ella lo dijo muy claro tras reunirse con Pablo Casado el pasado miércoles por la mañana en el Congreso: "yo voy a seguir en política". Y el futuro no está escrito, pero, al menos por el momento, no parece haber intención de poner palos en las ruedas a la nueva maquinaria popular.
No parece haber intención de romper la disciplina del Grupo Parlamentario
De hecho, las fuentes consultadas por El Independiente expresan su disposición a respetar la disciplina del Grupo Parlamentario bajo el argumento de que "uno está en el Congreso bajo las siglas de un partido y un contrato que es el programa electoral. No se me ocurre, la verdad, ninguna cuestión por la que no votaría con el resto de mis compañeros". Y ello a pesar de la sensación de enfado y de tristeza que, según las personas, hay ahora entre significados partidarios de la ex vicepresidenta.
Muy llamativa fue la ausencia este jueves del presidente del PP vasco, Alfonso Alonso, de la primera reunión de la ejecutiva popular, de la que es miembro nato. No hubo, en cambio ni inasistencia ni plantón de Soraya Sáenz de Santamaría por la sencilla razón de que "no estaba convocada" al no formar parte de este órgano. De hecho, sólo acudían los miembros natos y los electos además de los que forman parte del cupo de cinco nombres de designación directa del presidente del partido. No estaban Carlos Iturgaiz, ni Mar Blanco por poner unos ejemplos a pesar de haber sido designados secretario de Cooperación y de Igualdad, respectivamente.
Santamaría no plantó a Casado en Barcelona porque "no estaba convocada"
Por ejemplo, la ex ministra de Empleo Fátima Báñez acudirá este viernes a la reunión que Casado ha convocado con los Grupos Parlamentarios de Congreso y Senado en la sede del PP. No lo hará, en cambio José Luis Ayllón, que ha disculpado su ausencia y al cierre de esta información se ignoraba si Santamaría estará presente, aunque insisten en no ser "corriente de nada" ni haberse sentido aludidos por las palabras en este sentido de Casado tras la reunión de la ejecutiva popular en Barcelona.
Otra cosa es que ese anunciado "seguiré en política" que pronunció Santamaría le coloca a la expectativa de acontecimientos. Casado tiene por delante un calendario electoral complicado con las locales, autonómicas y europeas de mayo próximo. Antes están las andaluzas, pero habida cuenta de que el candidato es persona próxima a la ex vicepresidenta, Juan Manuel Moreno, creen que al líder del PP no se le podría reprochar un mal resultado, si se produce.
Se quejan los derrotados que hubo negociaciones paralelas para "romperlos"
Se quejan en el entorno de la ex vicepresidenta que no hubo voluntad real de negociar la integración, porque mientras que las dos delegaciones estaban sentadas en el Congreso de los Diputados, "se fue hablando en paralelo con otras personas a título individual", algunas de las cuales se han vendido como "cuota Soraya" y no lo eran, dicen, como es el caso de Alberto Nadal o de Rafa Hernando, que aunque partidario de una lista única no hizo campaña, aseguran, por Santamaría.
Insisten en que lo único que se les ofreció fueron dos secretarías de área para Báñez y el ex ministro de Fomento Íñigo de la Serna. Aseguran que nada supieron en esa reunión que Cuca Gamarra iba a ser elegida vicesecretaria ni tampoco de la incorporación de Mar Blanco o de Carlos Iturgáiz. En definitiva, "intentaron rompernos", interpreta un partidario de Santamaría que anuncia, no obstante, que su intención es ser "absolutamente leal, trabajando y apoyando a todos".
A las diez de la noche del miércoles el mensaje que trasladaron los negociadores, José Luis Ayllón y Fátima Báñez, a los suyos es que "esto está roto, nos dejan fuera, no podemos aceptar estas condiciones".
"Golpe de autoridad" de Casado
La primera persona a la que trasladaron el fracaso de la negociación fue a la ex vicepresidenta, que a esas alturas debía conocer el malestar que su posición había causado entre las filas "pablistas" al pedir un 43 por ciento de representación, condición que, aseguran, no exigieron en la reunión de la tarde con Teodoro García Egea, nuevo secretario general del PP, y Javier Maroto, vicesecretario de organización.
Desde la nueva dirección popular admiten que Casado "ha dado un golpe de autoridad y ha dicho 'vengo a mandar'", pero coinciden en no creer que los "sorayistas" se constituyan en un grupo organizado de oposición interna, entre otras cosas, "porque sería peor para ellos". Además, aduce que las premuras del calendario electoral exigirán una "movilización rápida del partido y todos están esperando sus propias elecciones".
Este viernes podrán visualizarse los efectos del poder popular en el reparto de los escaños de la nueva bancada del grupo parlamentario.
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