Una "doble vara de medir". El Partido Popular se queja estos días por lo que considera una acusación injusta contra su presidente, Pablo Casado, cuyo máster está bajo sospecha y se dirige al Tribunal Supremo después de conocerse que se le convalidaron 18 de las 22 asignaturas y que no tuvo que ir a clase ni presentarse a un examen para obtener el título. El asunto es similar al que hizo caer a Cristina Cifuentes de la Presidencia de la Comunidad de Madrid, pero no es la única. Las polémicas curriculares están a la orden del día en la política española, y más de una docena de dirigentes han tenido que dar un paso atrás y eliminar de su currículum vitae algunas atribuciones que no se correspondían con la realidad. Y eso, empezando por el hoy presidente de Gobierno.
Lo de Pedro Sánchez no fue un máster, sino una tesis doctoral que le dio el título de "Doctor en Economía" con el que se autodefinía en Twitter hasta su llegada a Moncloa, cuando cambió su descripción virtual. La tesis también estuvo en el centro de la polémica por sus peculiaridades. Pese a ser un alegato de lo público -bajo el título Innovaciones de la diplomacia económica española: análisis del sector público (2000-2012)-, Sánchez la presentó en la universidad privada Camilo José Cela en 2012, cuando el rector del centro era el socialista Rafael Cortés Elvira, que había sido Director General de Deportes en el Ministerio de Educación y Ciencia entre 1993 y 1996 y Secretario de Estado para el Deporte durante el gobierno de Felipe González. Los plazos tampoco fueron los habituales: tardó algo menos de tres años en elaborarla frente a los seis de media, obteniendo el máximo reconocimiento posible, el cum laude.
Hace un año el ministro de Industria entre 2008 y 2011, Miguel Sebastián, confesó en un foro privado que el grueso del libro Sánchez, donde plasmó su tesis doctoral, fue elaborado por su departamento de Gobierno. “El 90% del libro se lo hicimos en el Ministerio (de Industria)”, vino a decir Sebastián, según publicó el periódico Vozpópuli, aunque Sebastián negó después estas palabras. En su currículum, Sánchez eliminó también el título del máster en Liderazgo Público del IESE y, si en anteriores descripciones laborales afirmaba que era jefe de Gabinete del Alto Representante de Naciones Unidas en Bosnia durante la Guerra de Kosovo, después pasó a ser sólo "miembro del Gabinete".
Susana Díaz, Toni Cantó, Puigdemont...
Las quejas del PP no son nuevas. Ya en abril, el entonces portavoz del grupo en el Congreso, Rafael Hernando, encendió el ventilador y recordó otras polémicas relativas a presuntos falseos curriculares. Eso sí, de otros partidos. Acusó también al PSOE de impedir un pacto parlamentario para que la Comisión del Estatuto del Diputado se encargue de verificar los datos aportados por sus señorías en sus currículums e incluso pueda sancionar a los que mientan.
Entre los casos que mencionó estaba el de Susana Díaz, que hizo un curso en el Instituto San Telmo de Sevilla que fue financiado con el fondo de reptiles de los EREs para 'becar’ a políticos. Del mismo curso se benefició también el secretario general de Huelva y ex miembro de la gestora socialista, Mario Jiménez, tal como desveló El Independiente.
El diputado Toni Cantó, de Ciudadanos, tampoco queda libre de acusaciones: uno de los méritos que recogía su currículum era una licenciatura en Pedagogía que resultó no tener. El líder de los socialistas madrileños, José Manuel Franco, también mintió alegando una licenciatura en Matemáticas que no tenía.
Entre los casos más sonados está el secretario general del grupo parlamentario de Ciudadanos, Miguel Gutiérrez, que decía haber obtenido un doctorado en ingeniería, o el miembro de la ejecutiva socialista Óscar Puente, que hizo constar en su currículum un máster antes de terminar la carrera.
También está el ex president catalán, Carles Puigdemont, que se definía en su etapa de alcalde de Gerona como "periodista y filólogo". Incluso llegó a firmar algunos artículos de opinión publicados en medios como "Carles Puigdemont, licenciado en filología". Sin embargo, el dirigente no cuenta con ninguna titulación superior más allá del bachillerato.
La vicepresidenta de la Generalitat durante la etapa de Artur Mas, Joana Ortega, también mintió asegurando que tenía una carrera de Psicología que no tenía, y Oriol Junqueras, que llegó a la Vicepresidencia del Govern en 2015, también estuvo en tela de juicio por su tesis, después de que se publicaran acusaciones de plagio del libro Historia Política y Económica de Cataluña. Siglos XVI al XVIII.
En la nueva generación de la política española también destacan la beca de Íñigo Errejón, que recibió por una investigación pese a no acudir a su lugar de trabajo, y el líder de Podemos en la Comunidad de Madrid, Ramón Espinar, que en su currículum se define como "profesor" en la asignatura de Estado de Bienestar en la licenciatura de Ciencia Política y Administración Pública de la Universidad Autónoma de Madrid, pese a que sólo ejerció un día como profesor.
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