Sánchez desoye a Torra: "No pueden cambiar ni el Estatut ¿y piden autodeterminación?"

El presidente del Gobierno ha explicitado su oferta para que los catalanes puedan votar en referéndum: una modificación del estatuto de autonomía. Una propuesta que supone un órdago al independentismo, que tendría que consensuar cualquier modificación estatutaria con Ciudadanos, primera fuerza en el Parlament, ya que carece de los apoyos necesarios en la Cámara para efectuar esos cambios. "No tienen ni los tres quintos necesarios para modificar el Estatut en el Parlament ¿y nos piden la autodeterminación?", señalan fuentes próximas al presidente, que recuerdan que sólo un 43% de los catalanes participaron en la consulta ilegal del 1-0.

Según la Moncloa, con ese respaldo social, el independentismo carece de fuerza y legitimidad para exigir un referéndum de autodeterminación al Gobierno. Por ese motivo, el presidente quiere empujar al Govern hacia el diálogo con el resto de fuerzas políticas catalanas que supere la división en bloques y permita la convivencia política en el Parlament. La reforma del Estatut encauzaría esa recuperación de las relaciones institucionales en Cataluña. "Yo nunca he engañado a Torra", ha explicado el propio presidente a los periodistas durante su gira latinoamericana, para aclarar que el presidente de la Generalitat es perfectamente consciente de que el Gobierno socialista recurrirá a la aplicación del artículo 155 de la Constitución si se vuelve a vulnerar la legalidad en Cataluña.

Pedro Sánchez considera que la política de bloques impide cualquier solución política para Cataluña, por lo que hay que dinamitarla. De ahí procede su afán por apelar al diálogo entre catalanes. "Los independentistas tienen un problema en su casa. Tienen que hablar con Arrimadas, con Iceta, con Domènech y luego con el presidente", explican desde Moncloa, que sitúa el nivel de autogobierno como el elemento "aglutinador" para ese diálogo.

Confiando en que el sector independentista acabe transitando esa vía, el Gobierno mientras apuesta por hablar a "todos los catalanes". Ése es el objetivo de las comisiones bilaterales puestas en marcha y de la comunicación abierta entre la vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo, y la consellera de Presidencia, Elsa Artadi tras su reunión el miércoles pasado en Madrid. Ambas trabajan para posibilitar acuerdos concretos que se anunciarían durante el encuentro entre Pedro Sánchez y Quim Torra previsto en la segunda quincena de octubre, y al que seguirá un Consejo de Ministros que se celebrará en Barcelona.

En Moncloa confían en que todas esas ofertas sean lo suficientemente tentadoras para un Torra "que quiere perdurar" en la Presidencia y que se vería encausado si cruza los límites de la legalidad como su antecesor, Carles Puigdemont. "De momento es todo retórica", consideran en el Gobierno, que destaca las "contradicciones" en las que incurre por sí mismo el independentismo. Por ejemplo: quiere evitar la fuga de empresas y convoca huelgas; habla de un "único pueblo" pero hace más patente la división social con la ocupación del espacio público a través de los lazos amarillos.

Al contrario que hace un año, cuando Podemos se significó en apoyo del independentismo, el partido de Pablo Iglesias apoya ahora la estrategia del Gobierno. Su portavoz, Noelia Vera, ha pedido a Torra este lunes "inteligencia, altura de miras y responsabilidad para salir de este conflicto con dialogo y con medidas que fomenten la convivencia del pueblo catalán". A juicio de Podemos, el diálogo "es el camino". "Esperamos que el Gobierno y la Generalitat sean capaces de normalizar la relación y ese inicio de dialogo de hace unos meses continúe", ha asegurado.