El ex comisario José Manuel Villarejo niega ser el autor de la filtración de la grabación relativa a la comida que en el otoño de 2009 mantuvo con el juez Baltasar Garzón, la hoy ministra de Justicia (Dolores Delgado) y varios mandos policiales. "Jamás haría daño a dos personas a las que admiro", ha asegurado a su entorno este martes desde la prisión madrileña de Estremera.
Delgado ha señalado a Villarejo como el responsable de la puesta en circulación de la cinta en el marco de una estrategia procesal centrada en "atacar al Estado y sus instituciones" ante el negro horizonte judicial que se le presenta por la gravedad de los delitos que le imputa el juez de la Audiencia Nacional que instruye la Operación Tándem. Éste ha rechazado las reiteradas peticiones de libertad provisional planteadas por la defensa del ex agente al seguir apreciando que existe riesgo de fuga por el entramado societario que mantiene en el extranjero.
Tras hablar con él en la tarde de este martes, fuentes de su entorno aseguran que Villarejo niega ser la persona que ha dado la orden para que se filtren las grabaciones que mantienen en una situación muy comprometida a la titular de Justicia, que ha ido cambiando de versión en los últimos días conforme se iban conociendo nuevos detalles de la comida en la que coincidieron el 23 de octubre de 2009. Según el testimonio de Delgado, ella no estaba invitada pero acudió acompañando al entonces magistrado Baltasar Garzón a petición de éste.
Según las citadas fuentes, el ex comisario ha lamentado que se le esté "haciendo daño" a personas que él "admira", como es el caso de Garzón. Esa admiración queda patente en la grabación, cuando Villarejo confiesa a los comensales su admiración "incondicional" por el magistrado jiennense -inhabilitado a 11 años por el Tribunal Supremo en 2012- y reconoce que se equivocó "de bando" al aportar datos al dosier ('Informe Veritas') con el que se intentó desprestigiar al juez.
Villarejo recuerda que la grabación de la comida a la que asistió Dolores Delgado se encontraba en uno de los dispositivos intervenidos por la Policía
"Lo que hice fue verificar informaciones que se tenían, facilitadas por colaboradores de la Policía, para ver si era cierto o no que este señor hacía determinadas cosas. Parte de esos datos los aporté yo, pero, una vez que verifiqué que no era cierto, no solamente dejé de hacerlo sino que se lo comuniqué a él", declaró Villarejo al programa Salvados, dirigido por Jordi Évole, en junio de 2017.
Tras leer que el audio no forma parte del sumario, el comisario retirado recuerda que la grabación ahora conocida se encontraba en alguno de los dispositivos informáticos que la Unidad de Asuntos Internos de la Policía Nacional intervino durante los registros practicados el pasado año a raíz de que el Juzgado Central de Instrucción 6 de la Audiencia Nacional, conjuntamente con la Fiscalía Anticorrupción, pusiera en marcha el pasado otoño tras su detención.
Las fuentes dijeron que el propio Villarejo está convencido de que continuará en prisión provisional durante largo tiempo -el próximo 5 de noviembre cumplirá un año en el módulo polivalente cuatro de la prisión de Estremera- y que éste tiene ganas de "defenderse" para que se sepa su "versión" y la ciudadanía conozca "la realidad".
Las cintas de Corinna
El comisario retirado también negó ser el filtrador de la grabación de la reunión que, en junio de 2015, mantuvo en Londres con la ex amiga del rey emérito Corinna zu Sayn-Wittgenstein en presencia del empresario Juan Villalonga. Un día después de que se conociera el contenido de dicha cinta, la defensa de Villarejo presentó un escrito en el que desvinculaba a su representado de su difusión: "Resulta cuando menos irracional, o contrario a toda lógica, que se acuse al Sr. Villarejo de filtrar una grabación que él, en todo momento, ha pedido que se tratara con toda confidencialidad por parte del juzgado, como otras grabaciones. E incluso se ha solicitado que se remitan estos discos duros, para su análisis, al Centro Nacional de Inteligencia".
El juez de la Audiencia Nacional Diego de Egea sostiene que José Manuel Villarejo ofrecía sus servicios a clientes para elaborar "informes de inteligencia y dosieres utilizables en el ámbito de luchas personales" valiéndose de la información "confidencial" a la que podía acceder por su "condición policial", recibiendo como contraprestación "grandes cuantías" tanto en dinero en efectivo como en pagos "en especie" para él o sus familiares.
Para desentrañar esa operativa, el magistrado ha cursado ya varias comisiones rogatorias a autoridades judiciales de varios países, lo que podría dar pie a poner en marcha nuevas líneas de investigación una vez analizados los datos que se reciban. Éste es otro de los motivos invocados por el juez para justificar su decisión de mantener en prisión al principal imputado del caso Tándem, al que imputad la comisión de delitos de cohecho, revelación de secretos, falsedad documental, organización criminal y blanqueo de capitales.
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