Política

Justicia evita responder a si la ministra denunció que Villarejo extorsionaba con prostitutas

El departamento que dirige Dolores Delgado aplaza al próximo 10 de octubre sus explicaciones sobre la comida con el comisario que la ha puesto en el disparadero.

La ministra de Justicia, Dolores Delgado, en el Senado. | EFE

El Ministerio de Justicia que encabeza Dolores Delgado ha rehusado a explicar si la ministra denunció que el comisario José Villarejo montó una agencia de prostitutas para extorsionar a empresarios y políticos, un hecho que es delictivo según la legislación española.

Tras haber preguntado El Independiente en distintas ocasiones durante este jueves si la ministra podía ofrecer su versión de sobre estos hechos, y sobre todo si esos graves hechos fueron denunciados, Justicia ha optado por el silencio y se ha limitado a señalar que el próximo 10 de octubre, es decir dentro de doce días, Delgado dará sus respectivas explicaciones en el Congreso de los Diputados.

La ministra, que ha incurrido en hasta cinco rectificaciones y mentiras desde que se conoció su vinculación con Villarejo, pidió comparecer de forma voluntaria en las Cortes después de que hayan salido a la luz los audios publicados por ‘Moncloa.com’ que muestran la estrecha relación que la ex fiscal mantenía con el comisario vinculado a las cloacas del Estado.

No obstante, de todos los comentarios desafortunados publicados en las últimas horas -"Marlaska es maricón", "prefiero un tribunal de tíos", "es una nenaza"- hay un hecho especialmente grave: que la entonces fiscal de la Audiencia Nacional y su ex compañero Baltasar Garzón supieran que el comisario extorsionaba a terceros a través prostitutas y, en su caso, no hicieran nada. La reacción de la hoy ministra al conocer aquel dato no fue en ningún caso de recriminación.

Durante el trascurso de una comida celebrada en octubre de 2009 en un restaurante madrileño, Villarejo comentó como “anécdota” al resto de comensales que en los años 90 montó una supuesta ‘agencia de modelos’ para obtener lo que él denominó “información vaginal”. “A los 40 tacos que se me encendió un poco la luz y me separé y tal, seguía con un tema, con una empresa de análisis de información y de investigación y tal. ¿Sabes lo que hice para llevarme al huerto a todo el mundo? Montar una ‘agencia de modelos”, expone el policía, a lo que Delgado replicó sin el menor reproche: “¿Y ya está? Éxito garantizado”.

Perseguir delitos

“¡Qué gilipollez! Pero gente dura, correosa, en los consejos de administración, le ponías una ‘chorbita’, se la tiraba y a ese tío que iba a tomar (…) y muerto. Pero la gente es más simple. No he visto gente más tonta. Además, es que es lo importante y contaban las cosas para que las chicas se sintieran cautivadas (….). De verdad, fíjate qué cosa tan tonta: era la información vaginal que yo decía. Era una cosa absurda”, apostilla Villarejo.

En su artículo 408, el Código Penal prevé pena de inhabilitación especial para empleo o cargo público por un plazo de entre seis meses y dos años a “la autoridad o funcionario que, faltando a la obligación de su cargo, dejare intencionadamente de promover la persecución de los delitos de que tenga noticia o de sus responsables”.

Se da la circunstancia de que cuando la ministra tuvo conocimiento de los hechos relatados por el ex agente encubierto, en prisión preventiva desde el pasado mes de noviembre en el marco de la instrucción del caso Tándem, ejercía como fiscal en la Audiencia Nacional. También tenían la condición de autoridad y funcionarios públicos los otros cuatro comensales que se sentaban en torno a esa mesa del madrileño restaurante Rianxo. A saber: el juez Garzón, inhabilitado por el Tribunal Supremo años después; Fernández Chico, entonces Director Adjunto Operativo (DAO) de la Policía Nacional, y los comisarios Gabriel Fuentes y Enrique García Castaño.

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