El referéndum del 1-O se ha convertido en el gran patrimonio político del independentismo junto a la presencia de sus líderes en prisión preventiva desde el pasado noviembre. Y el Govern no va a renunciar a ese activo en el primer aniversario del referéndum ilegal de independencia. El propio president anunció el pasado martes, en la presentación de su Plan de Gobierno, que el ejecutivo se pondrá "al frente de la movilización" de lo que en los últimos días ha definido como "el día de la victoria" porque los independentistas consiguieron celebrar el referéndum pese a la oposición policial.
Así, Torra aseguró el martes que volverá "al colegio electoral en el que me encerré la noche del viernes con mi familia". La rememoración de la vigilia será el domingo en la Escuela Oficial de Idiomas de Sant Gervasi, dentro del programa de actos organizados por el CDR de su distrito, que incluyen diversos actos en los colegios electorales del 1-O.
Horas antes, el Govern habrá celebrado una sesión extraordinaria del Consell Executiu convocada en lunes para coincidir con el 1-O en Sant Julià de Ramis (Girona), donde estaba anunciada la votación de Carles Puigdemont -el ex president "burló" a medios y policías con un cambio de coche bajo un puente para votar finalmente en otro colegio, maniobra de la que después se ufanó en las redes-. En su colegio se produjo una de las primeras cargas policiales.
Colau se sube al carro
El gobierno local de Ada Colau también se ha propuesto sumar a Barcelona a la conmemoración de un 1-O en el que la alcaldesa votó asegurando que no se trataba de un referéndum efectivo pero sí de una vía de expresión política del independentismo. El recinto de la antigua cárcel Modelo acoge desde la tarde del jueves la exposición organizada por la plataforma "Mañana puedes ser tú", que se suma al discurso de la represión de derechos civiles el 1-O.
El Ayuntamiento ha organizado además una serie de debates sobre ese día en los que participan el ex líder de la CUP David Fernández, el periodista Jordi Evole, Tsell Bonet, esposa de Jordi Cuixart, o el fotógrafo Jordi Borrás, que ha protagonizado diversos enfrentamientos con agentes de policía. En la presentación de las jornadas, Colau hizo bandera junto al número tres del Consistorio, Jaume Asens, en la participación del Ayuntamiento como acusación popular en la causa que instruye un juzgado de Barcelona contra 24 agentes que participaron en el operativo del 1-O acusados de abuso de fuerza.
Con la batalla por Barcelona abierta en canal tras la oficialización de la candidatura de Manuel Valls, y el partido recuperándose de la inesperada renuncia de Xavier Domènech, Colau necesita recuperar popularidad entre su electorado, especialmente sensible a la denuncia de los abusos policiales, y evitar descolgarse del bloque independentista.
Dos manifestaciones enfrentadas
Al margen de convocatorias institucionales, Barcelona vivirá este sábado la primera prueba de fuego de esta conmemoración del 1-O con la coincidencia de dos manifestaciones de signo contrario que la Conselleria de Interior ha intentado distanciar. La primera de ellas, convocada por sindicatos policiales teóricamente para reivindicar la equiparación salarial, aunque en redes sociales muchos de sus dirigentes han presentado la marcha como un acto de reivindicación de la actuación de Policía y Guardia Civil el 1-O.
Al conocerse esta convocatoria el "Observatorio de la Catalanofobia" convocó una marcha contraria, también con final en la Plaza Sant Jaume, en la que los acampados desalojados por los Mossos se conjuraron a resistir el miércoles para evitar, precisamente, que los policías tomaran el corazón político de Barcelona. Dirigentes de la CUP como Natalia Sánchez han llamado a "llenar Barcelona" para boicotear la manifestación policial. Con este escenario, Interior decidió el jueves obligar a los organizadores de ambas marchas a modificar sus itinerarios para evitar que coincidieran, con el riesgo de enfrentamientos que esto hubiera conllevado.
Durante el domingo, ANC, Òmnium y sobre todo los CDR han vuelto a tomar el mando de la reivindicación con la organización de centenares de actos por toda Cataluña para conmemorar el referéndum en los espacios que hace un año fueron designados colegios electorales.
Jornada lectiva, en teoría
Al día siguiente, 1 de Octubre, el conseller de Educación, Josep Bargalló, ha asegurado esta semana que las escuelas catalanas vivirán una "jornada lectiva normal". Bargalló apuntó que todos los centros abrirán sus puertas, pero añadió que "si un colegio decide ese día que los alumnos vayan de excursión -dejando las instalaciones libres parar actos reivindicativos- o dediquen la jornada a celebrar debates sobre la actualidad, eso también entra dentro de la normalidad".
En la enseñanza superior, el colectivo Universidades por la República ha convocado la huelga que la presidenta de la ANC, Elisenda Paluzie, insinuó en verano y, finalmente, no se han atrevido a promover las entidades soberanistas. ANC y Omnium sí han llamado a los ciudadanos a concentrarse ante sus colegios o lugares de trabajo a mediodía, en un paro simbólico que se completará con la manifestación de la tarde en Barcelona.
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