Política

Pedro Sánchez hace frente a las amenazas de Torra pero no ve motivos para un 155

"No habrá independencia", responde la portavoz del Gobierno, que 24 horas después reprocha la arenga de Torra a los CDR

Quim Torra interviene en el Parlament.
Quim Torra interviene en el Parlament. | EFE

Rechazo a las amenazas de Torra pero sin renunciar al diálogo. Los altercados del 1-0 y las amenazas del presidente de la Generalitat con dejar caer al presidente del Gobierno no hacen mella en la voluntad de Pedro Sánchez de mantener su particular operación diálogo con Cataluña. Así lo ha expuesto este martes por la tarde la ministra portavoz, Isabel Celáa, que ha comparecido en la Moncloa tras las críticas al presidente del Gobierno y a su Ejecutivo por su silencio absoluto durante los incidentes registrados en la jornada de ayer.

"El presidente Torra no tiene que esperar al mes de noviembre para conocer nuestra respuesta: autogobierno y no independencia, convivencia y no independencia. El Gobierno de España no acepta ulitmátums", ha asegurado en rueda de prensa.  Respondía así a las amenazas del presidente de la Generalitat, Quim Torra, que ha aprovechado este martes el debate sobre política general que se celebra en el Parlament de Cataluña para lanzar un ultimátum al Gobierno de Pedro Sánchez. Torra ha dicho que al dirigente socialista "se le ha acabado el margen" y le ha dado un mes, hasta noviembre, para presentar una propuesta para Cataluña que incluya un referéndum de autodeterminación. Si no, "no habrá estabilidad" para Sánchez en el Congreso de los Diputados.

"Hemos de recordar a la Generalitat, una vez más, que una sociedad dividida no es admisible desde el punto de vista democrático y es una sociedad sin futuro. En una sociedad con heridas abiertas, la responsabilidad de todos es cerrarlas", ha insistido Celáa, antes de recordar que la Generalitat "debe asumir su responsabilidad, gobernar, no gesticular y no volver a caminos que conducen a la frustración".

24 horas después de que Torra arengara a los CDR incitándoles a "apretar", el Gobierno ha reaccionado. "El señor Torra se equivocó ayer al jalear a los radicales contra los Mossos d'Esquadra, y hoy se vuelve a equivocar lanzando amenazas. Ni la radicalidad es el camino, ni la amenaza lo es. Sólo la ley y el diálogo", ha dicho la portavoz del Gobierno, que mantiene firme su "voluntad de diálogo".

Celáa ha vuelto a defender el silencio del Gobierno durante la jornada del 1-O en que "por coherencia", el Ejecutivo prefirió esperar hasta el final del día para ofrecer "una oportunidad a la prudencia con el fin de que fuera la propia Generalitat la que recondujera los pasos".

La pasada semana, Pedro Sánchez aseguró en una entrevista con la agencia Reuters que su intención era permanecer en Moncloa hasta 2020, pero que si los independentistas optan por la confrontación, la legislatura estará acabada y se convocarían elecciones generales. Preguntada al respecto, Celaá no ha querido valorar ese escenario y ha dicho que "el Gobierno va a seguir determinado en su acción, que es continuar con todos los recursos abiertos para que el diálogo prospere y superar el conflicto en Cataluña".

"Sabemos que por un lado va la retórica del presidente de la Generalitat y por otro los hechos: la comisión bilateral, los grupos de trabajo, la comisión de asuntos financieros y económicos…que están dando sus frutos", ha añadido la ministra portavoz, que ha descartado por el momento la aplicación "perpetua" del artículo 155 que querrían PP y Ciudadanos y ha ofrecido a la Generalitat más diálogo como "forma de salir del laberinto".

No obstante, la portavoz ha admitido que "no parece que el señor Torra esté orientándose" hacia la cooperación con el Gobierno con sus palabras "hoy", palabra que ha repetido, antes de considerar que no existen "razones evidentes" para aplicar el artículo 155 en Cataluña. Esa falta de colaboración por parte de Torra también deja en el aire el segundo encuentro que tenía prevista con Pedro Sánchez este otoño, y que Celáa ni siquiera ha confirmado. "No parece ser el momento más delicado para decidir una fecha para una reunión eventual", ha respondido.

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