El Gobierno se jacta de las grietas en el independentismo y las alienta: "Avanzamos"

El Gobierno socialista considera como un éxito propio las grietas que empiezan a surgir en el bloque independentista catalán. En Moncloa se congratulan de que la operación diálogo con Cataluña esté fomentando esa división interna que ayer se constató cuando diputados en Madrid de ERC y del PDeCAT se desmarcaron del ultimátum lanzado por Quim Torra al jefe del Ejecutivo. "El Gobierno de Pedro Sánchez avanza", concluyen en la Moncloa, tras dar por superada la crisis por las amenazas del presidente de la Generalitat.

Fuentes del Gobierno explican que el rechazo de sectores independentistas a continuar por la vía unilateral señalada por Torra supone un espaldarazo a la apuesta por el diálogo de Pedro Sánchez, que empieza a dar sus frutos al conducir a la Generalitat hacia el trabajo institucional en las comisiones bilaterales puestas en marcha. "El Gobierno ha metido una cuña", aseguran desde Moncloa, que confía en que parte del independentismo abogue por el pragmatismo y mantenga la senda de los acuerdos frente a la de la confrontación.

No obstante, el Ejecutivo socialista se muestra sin miedo a una convocatoria electoral en el caso de que los independentistas y los nacionalistas del País Vasco le retiren su apoyo parlamentario. La fecha de la sentencia del jucio por el procès marcará en buena medida el calendario electoral catalán y por tanto el español en la primavera del año próximo. En el entorno del presidente se empieza a plantear el mes de marzo como propicio para una convocatoria de elecciones, aunque otras fuentes del Gobierno abogan por hacerlas coincidir con las europeas, municipales y autonómicas de mayo en un 'superdomingo'.

El portavoz adjunto de ERC en el Congreso, Gabriel Rufián, advirtió de que "los ultimátums los carga el diablo" y aclaró que sólo el grupo parlamentario puede hablar por los diputados de ERC en la Cámara Baja. "Lo digo con cariño y respeto, por el grupo parlamentario de ERC en Madrid sólo habla el grupo",  aseguró en los pasillos del Congreso, un día después de que Torra advirtiera a Sánchez de que los independentistas le retirarán su apoyo si no acuerda un referéndun pactado sobre la independencia de Cataluña antes de que acabe este mes. "Por ERC en Madrid habla ERC en Madrid", insistió Rufián.

En la misma línea se manifestó el diputado del PDeCAT Feliu Guillaumes, que negó que el independentismo tenga interés en precipitar las elecciones. "Vamos a seguir hablando con el Gobierno hasta que se nos seque la saliva. Eso es lo que le debemos a nuestra gente y eso es lo que les prometemos que haremos, ahora si no hay resultados, no podremos avanzar", anunció.

Tras constatar que la amenaza de Torra no cuenta con el apoyo de los diputados independentistas en el Congreso, el Gobierno se ha lanzado a alentar esas grietas para cuestionar la representatividad del presidente de la Generalitat a la hora de anunciar sus ultimátums. Abrió fuego la ministra de Sánchez para Cataluña, Meritxell Batet, que afirmó desconocer "a quién representaba" Torra cuando lanzó sus advertencias.

.@meritxell_batet resta importancia a la falta de paciencia de @QuimTorraiPla y de @eajpnv_eu pic.twitter.com/VVJIUN39XI

— Europa Press TV (@europapress_tv) October 3, 2018

Según Batet, el president "no representaba" a ERC ni tampoco a los grupos de trabajo del Govern que ese mismo día estaban reunidos con el Ejecutivo de Sánchez para hablar de políticas de vivienda. "El señor Torra tiene que decidir si sigue representando a una minoría radical o si se suma a esto", le instó.

Reforzó este mensaje el ministro de Fomento, José Luis Ábalos. Desde Vigo, el también secretario de Organización del PSOE destacó que en el proceso soberanista catalán "las contradicciones están aflorando claramente", antes de celebrar que ERC "comparta" la opinión del PSOE de que "no es momento de ultimátum", en alusión a las palabras de Rufián.

El titular de Fomento ha recalcado que entre los soberanistas "se abre una vía pragmática", que "puede dar una solución al problema de convivencia en Cataluña", y también hay "otros actores que lamentablemente son conscientes de que a lo único que nos abocan es a una cierta frustración". "Ésa es la contradicción que hay en Cataluña y que no tiene que ver con las elecciones", aseguró.

"No nos asustan las elecciones"

Según Ábalos, Torra "no está en condiciones de dar un ultimátum y este Gobierno no recibe ultimátum". "Las elecciones no nos asustan, pero ése no es el problema de España en estos momentos, sino la situación en Cataluña, el desafío secesionista, que pone en cuestión la convivencia", reiteró, antes de insistir en la "gran disposición a las elecciones" del PSOE.

Tras constatar el malestar generado por su arenga a los CDR para "apretar" en sus movilizaciones durante la jornada del 1-O y la falta de apoyos a sus amenazas al Ejecutivo, Torra ha rebajado el tono. Jx Cat y ERC han registrado en el Parlament una moción a favor del diálogo Estado-Generalitat que rebaja ostensiblemente las exigencias planteadas por el presidente de la Generalitat en su intervención inicial del Debate de Política General.

La resolución pactada por ambos grupos titulada “Diálogo y negociación con el Estado” insta a “seguir explorando todas las vías de diálogo” para un “referéndum acordado, vinculante y reconocido internacionalmente que respete el derecho a decidir” de los catalanes.

Paralelamente, Quim Torra ha dirigido una carta al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en la que le emplaza a reunirse “en las próximas semanas” en el Palau, “según acordamos el pasado mes de julio en nuestro encuentro en la Moncloa”.

En la misiva, Torra en que es “imprescindible” concretar “los términos del diálogo” que Sánchez quiere para Cataluña. “Debemos hablar de todo en profundidad. De su proyecto para Cataluña y también del ejercicio del derecho a la autodeterminación”, insiste el presidente de la Generalitat, que este martes dio un ultimátum a Sánchez: o propone un referéndum de autodeterminación antes del mes de noviembre o los independentistas en el Congreso de los Diputados harán caer al Gobierno. Un día después, el Gobierno da por neutralizada esa amenaza y por superada una crisis más en su convulso mandato.