La profesora de la Universidad Rey Juan Carlos (URJC) Alicia López de los Mozos considera "sorprendente" la decisión de la juez que instruye el caso Máster de mantenerla imputada por la supuesta comisión de un delito de falsedad documental cuando fue ella quien desveló que el acta de la defensa del Trabajo Fin de Máster (TFM) de Cristina Cifuentes era falsa.
En un escrito presentado este miércoles, López de los Mozos pide el archivo de la causa contra ella después de que la titular del Juzgado de Instrucción 51 de Madrid exculpara a 14 de las 19 personas a las que investigaba por prevaricación administrativa y/o cohecho y la mantenga a ella en el procedimiento por falsedad documental. Junto a esta docente, continúan imputados el catedrático Enrique Álvarez Conde, la ex presidenta madrileña, la profesora Cecilia Rosado y la ex asesora de la Consejería de Educación de la Comunidad de Madrid Teresa Feito.
Alicia López de los Mozos es la profesora que figura como presidenta en el acta que Álvarez Conde ha reconocido que ordenó fabricar a una discípula el pasado 21 de marzo, el día que estalló el escándalo del máster de Cifuentes. Esta docente ha dicho ante notario, a la policía, a la inspección de servicios de la URJC y a la juez que la firma que aparece en el citado documento no la hizo ella y que no dio autorización para que se suplantara.
La defensa de López de los Mozos considera una "flagrante indefensión y una gravísima violación del derecho de defensa" que la juez Carmen Rodríguez-Medel continúe la instrucción contra su representada por la posible comisión de falsedad documental dado que cuando le tomó declaración a su representada fue en el marco de la investigación de un posible delito de prevaricación administrativa derivada de posibles irregularidades en el acta de una asignatura que había impartido esta docente.
El abogado de la profesora entiende que el indicio que ha podido llevar a la magistrada a mantener la imputación es el testimonio incriminatorio de Cecilia Rosado, la supuesta secretaria del tribunal ante el que Cifuentes se examinó el 2 de julio de 2012 y la persona encargada de elaborar el acta falsa. Rosado sostiene que López de los Mozos le autorizó a falsificar su firma, lo que niega su compañera.
López de los Mozos pide el archivo de las actuaciones y atribuye a una venganza que otra docente sostenga que le dio permiso para imitar su firma en el acta
"Mi mandante nunca pudo dar su consentimiento por la sencilla razón de que Rosado nunca le mencionó que estuviera elaborando un documento falso. Únicamente le habló de la comprobación de documentación del máster y de comprobación de firmas que aparecían en esa documentación, sin especificar nada más", defiende la defensa de López de los Mozos, que interpreta la incriminación como una venganza de la docente por ser su cliente la "única persona" que denunció la falsificación del acta.
En todo caso, el letrado considera que la acusación de la profesora Rosado es un indicio "muy poco consistente" que debería abocar inevitablemente al archivo de las actuaciones "sobre la base de los mismos argumentos esgrimidos" por la Sala de lo Penal del Tribunal Supremo en el auto por el que rechazó abrir causa penal contra Pablo Casado y que la instructora no tuvo más remedio que asumir. Fue ello lo que motivó que, días después, exculpara a todos los imputados a los que investigaba por prevaricación administrativa y cohecho.
La defensa de López de los Mozos niega que su representada fuera autora, inductora, cooperadora necesaria, cómplice o encubridora de la falsificación como demostraría el hecho de que, tan pronto como tuvo conocimiento de que se había suplantado su rúbrica en el acta, llamó a Álvarez Conde para "pedirle explicaciones" y requerirle con insistencia que "diera la cara y reconociera públicamente" que el documento que supuestamente acreditaba que Cifuentes defendió el TFM era falsa y que ella no había intervenido en tribunal alguno.
"Presionada, coaccionada y chantajeada"
"Mi mandante en ningún momento tuvo intención alguna de encubrir unos hechos en los que, reitero, no había participado. A las pruebas me remito. Durante diez días estuvo presionada, coaccionada y chantajeada con el objetivo de que no dijera nada y de que encubriera los hechos. Pero mi mandante tenía muy clara su obligación de denunciar unos hechos que podían ser constitutivos de delito. Y por esa razón, y durante esos días, siguió insistiendo a Álvarez Conde y a los demás para que públicamente dijeran la verdad. Pero no lo consiguió", detalla el escrito.
En este sentido, la defensa relata que López de los Mozos acudió a un notario el pasado 2 de abril a dejar constancia de que ella no había firmado el acta, postura que defendió por la tarde en un encuentro convocado por Álvarez Conde en un restaurante Vips de Madrid y en una reunión celebrada al día siguiente. También lo contó el 10 de abril ante la Policía Nacional y un mes después cuando compareció ante la titular del Juzgado de Instrucción 51 de Madrid.
Lejos de ser considerada "encubridora de la falsificación", el abogado destaca que fue "gracias" a Alicia López de los Mozos cómo se "desenmascaró" la falsedad y lo que desencadenó que los autores "tuvieran que reconocer forzosamente los hechos".
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