Política

El PP ficha para las andaluzas a un gurú electoral de México ex aliado de Susana Díaz

Casado baraja sustituir a Juanma Moreno al frente del PP-A si no mejora resultados

Soraya Sáenz de Santamaría, en un acto con militantes en Sevilla durante las primarias del PP junto a Moreno Bonilla, Javier Arenas y la presidenta del PP de Sevilla.

Dos venganzas políticas marcarán la campaña de las elecciones andaluzas previstas para principios de diciembre. La presidenta, Susana Díaz, contempla disolver el Parlamento la semana que viene y decretar un adelanto electoral que evite cualquier coincidencia con las elecciones generales de Pedro Sánchez, cuya figura y Gobierno considera un lastre para sus opciones de seguir gobernando cómodamente en Andalucía, situando al PSOE en 40 años de poder ininterrumpido en la comunidad.

Díaz lo tiene todo calculado al milímetro para un adelanto electoral que evitaría que su investidura se viera condicionada por los pactos entre partidos tras las elecciones municipales y autonómicas como le ocurrió en 2015, cuando su toma de posesión se bloqueó durante 80 días. En esa hoja de ruta perfectamente estudiada a la presidenta le surge un adversario inesperado, un antiguo aliado que se cruza en su camino.

Se trata del último fichaje del PP andaluz para su estrategia de campaña, el consultor de origen cordobés Aleix Sanmartín, que en los últimos años se ha convertido en un prestigioso gurú electoral en Latinoamérica y especialmente en México. El consultor ha trabajado en las campañas presidenciales de Margarita Zavala (México 2018) Tabaré Vázquez (Uruguay, 2014), Andrés Manuel López Obrador (México 2012), José Luis Rodríguez Zapatero (España 2008) y Ricardo Martinelli (Panamá 2013), entre otros. También ha trabajado para diferentes instituciones como los gobiernos de España, México, Panamá, El Salvador, Ciudad de México, Zacatecas, Bogotá, Montevideo y el Ayuntamiento de Nezahualcóyotl, entre otros.

El presidente del PP andaluz, Juanma Moreno, teme por su futuro político tras la victoria de Pablo Casado en unas primarias en las que él apostó con decisión por Soraya Sáenz de Santamaría. Moreno aterrizó en Sevilla en 2014 procedente de Madrid, donde ejercía de secretario de Estado de Servicios Sociales e Igualdad de la entonces ministra Ana Pastor. Fue la apuesta de la entonces todopoderosa vicepresidenta del Gobierno para relevar a Javier Arenas, que había ganado las elecciones a Griñán pero sin la mayoría absoluta que necesitaba para gobernar. Un pacto PSOE-IU le arrebató la Presidencia de la Junta. Agotado tras cuatro contiendas electorales fallidas, Arenas tiró la toalla y abrió la guerra sucesoria en Andalucía.

La entonces número 2 de Mariano Rajoy en el partido, Dolores de Cospedal, enemiga íntima de la vicepresidenta, pujó con fuerza por el alcalde de Tomares, José Luis Sanz, que había ejercido de secretario general durante el tiempo en que Juan Ignacio Zoido tomó las riendas del PP-A de forma interina desde que se marchó Arenas hasta que se convocó el congreso regional. Cospedal perdió esa batalla y Moreno desembarcó en Andalucía con un reducido equipo de confianza de Madrid y sin apenas conocimiento de la situación política en la comunidad.

En las recientes primarias del partido, Moreno tomó partido de forma decidida por la candidatura de Soraya Sáenz de Santamaría frente a Pablo Casado, a pesar de que ambos eran amigos personales. Los dos habían acudido a sus respectivas bodas y compartían la opinión de que había que renovar profundamente al PP. Casado solicitó que el poderoso PP-A fuera más neutral, pero su "amigo" Moreno se implicó a fondo a favor de su adversaria. Envió a Madrid a dos de sus hombres de confianza, Elías Bendodo, presidente del PP de Málaga, y Antonio Sanz, ex delegado del Gobierno, e hizo campaña por su mentora. La herida de Casado sigue fresca.

El consultor de origen cordobés Aleix Sanmartín.

La nueva dirección nacional del PP observa de cerca los movimientos del partido en Andalucía y los tutela. Sólo así se explica que su vicesecretario de Organización, Javier Maroto, enviara al ex presidente del partido en Córdoba, José Antonio Nieto, ex alcalde de la ciudad y ex secretario de Estado de Seguridad con Zoido, a una reunión de Juanma Moreno con los presidentes provinciales andaluces del partido la semana pasada. El candidato del PP siente la desconfianza de Génova y la presión de tener que mejorar los resultados para continuar en el puesto.

En la sede nacional del partido han barajado la posibilidad de sustituir a Moreno por el ex ministro del Interior y ex alcalde de Sevilla Juan Ignacio Zoido, como candidato, si Susana Díaz no adelantara las elecciones y agotara la legislatura. El ex ministro optó por Casado tras la caída de Cospedal en el primer corte de las primarias y es el presidente del Comité Electoral del partido. Su victoria por mayoría absoluta en Sevilla en 2011 y su perfil 'populista', muy similar al de Díaz en proximidad a los ciudadanos, así como su conocimiento de la región por su etapa como delegado del Gobierno y como presidente provisional del PP-A, le convertirían en un candidato idóneo a corto plazo, según los nuevos inquilinos de Génova.

Con la espada de Damocles sobre su cabeza, Moreno busca ayuda. Tras una primera colaboración con Antonio Gutiérrez-Rubí -que cambió su nombre público de Juan Manuel Moreno Bonilla a Juanma Moreno- el líder del PP-A también ha contado con el asesoramiento de Euprepio Padula antes de fichar a Sanmartín.

Se da la circunstancia de que este consultor fue un cercano colaborador de Susana Díaz durante su etapa en las Juventudes Socialistas de Andalucía. Luego comenzó a trabajar con su paisano Miguel Ángel Moratinos en Exteriores y finalmente hizo carrera en la comunicación política en Latinoamérica, donde cuenta con seis premios internacionales por sus campañas. "Allí la atención al consultor política es muy grande. Los consultores tienen mucho más protagonismo en las campañas que aquí", explica un compañero del sector.

¿Cómo llega Sanmartín a enfrentarse a su antiguo partido en Andalucía? A nivel profesional, el joven politólogo quiere empezar a hacer carrera en España tras su aventura mexicana. A nivel personal, muchos ven en su batalla contra Susana Díaz tintes de un ajuste de cuentas que el niega tajantemente. "Yo no tengo nada personal contra nadie, soy un profesional que trabaja para sus clientes lo mejor que puede. He trabajado con partidos de todas las idelogías, desde marxistas hasta conservadores", asegura a El Independiente.

El nuevo gurú del PP-A es un amigo cercano de Rafael Velasco, líder del círculo de Juventudes Socialistas en el que Susana Díaz empezó a despuntar. De hecho, ella fue mano derecha de Velasco en la organización y ascendió a su sombra en el PSOE-A. Con sólo 36 años, Velasco se convirtió en 2010 en el todopoderoso número 2 del Partido Socialista de Andalucía de la mano de José Antonio Griñán. Apenas seis meses después, el cordobés abandonó la vida política tras las informaciones de El Mundo de Andalucía sobre las subvenciones de la Junta de Andalucía otorgadas a su mujer por valor de 700.000 euros. Su caída hizo que Susana Díaz lo sustituyera como persona de confianza de Griñán en el partido.

El rápido ascenso de Díaz tras la marcha de Velasco hizo cundir en el seno del PSOE-A el convencimiento de que ella fue la principal impulsora de su caída. Ocho años después, un amigo íntimo del ex dirigente socialista colabora con el PP para dirigir su estrategia frente a Susana Díaz, presidenta de la Junta desde que Griñán dimitió en 2013 y fallida aspirante a liderar el partido a nivel nacional.

Sanmartín niega cualquier motivación personal en su desembarco en Andalucía y asegura que aún no ha firmado ningún contrato con ningún candidato en España, aunque reconoce negociaciones varias. Explica que el maratón electoral que se cierne sobre 2019, con las municipales, autonómicas, europeas y posibles generales y catalanas convierten el momento actual en idóneo para volver a trabajar en su país tras la experiencia americana.

Como cordobés y ex dirigente de las Juventudes Socialistas, su conocimiento de la comunidad y de la propia candidata rival ha llamado la atención de un PP cuestionado. "En Andalucía hay un desgaste del PSOE y se pueden dar las circunstancias para una mayoría de cambio", vaticina el consultor.

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