Francisco Álvarez-Cascos, secretario general del PP entre 1989 y 1999, ha negado la existencia de una caja B en el PP durante su etapa al frente del partido y ha tildado de "proceso inquisitorial" la comisión sobre la presunta financiación ilegal del Partido Popular que se desarrolla en el Congreso, en la que ha comparecido este martes para explicar su gestión y donde se ha producido un fuerte encontronazo entre una diputada del PP y el portavoz de ERC Gabriel Rufián.
El dirigente, que abandonó el PP en 2011, coincidió en su etapa con los ex tesoreros populares Luis Bárcenas y Álvaro Lapuerta, a quienes ha defendido. "De lo que yo conozco su comportamiento ha sido intachable, su relación ha sido correcta”, ha asegurado. "Durante el tiempo que tuve relación con ambas personas no he visto ninguna actividad merecedora de reproche", ha defendido el dirigente.
En este sentido, como ya hizo en el juicio de la trama Gürtel, ha rechazado cualquier contabilidad irregular en el Partido, ya ha defendido que "jamás tuve constancia de una contabilidad paralela o una financiación irregular durante los años en los que por mi responsabilidad podía haber tenido". También ha rechazado cualquier tipo de irregularidad en el Ministerio de Fomento durante su etapa, y ha asegurado que es "falso e Inverosímil que haya habido adjudicaciones irregulares o tratos de favor".
El ex ministro ha reprochado al PSOE que lleve a cabo un "proceso acusatorio" que, ha defendido, él no llevó a cabo con los los escándalos del Gobierno de Felipe González en los años 90. Preguntado por el diputado socialista Felipe Sicilia por los pagos que habría supuestamente recibido de la caja B de Bárcenas, Álvarez-Cascos ha acusado al PSOE de dirigir un "proceso inquisitorial". "Eso es una suposición. Las suposiciones son propias de los procedimientos inquisitoriales"; "Lógicamente se tendrá que basar en hechos, datos, no en suposiciones o conjeturas. No me pida que participe en el procedimiento inquisitorial que usted tiene interés en llevar a cabo".
Preguntado sobre la sentencia de la trama Gürtel, el ex dirigente del PP ha vuelto a desviar el foco. "En este Congreso nunca comparecieron ni el secretario general del PSOE, Felipe González, y ni el vicepresidente Alfonso Guerra, y no le voy a detallar el contenido de las sentencias". "Es más, no hubo una comisión de investigación sino una comisión no permanente para estudiar fórmulas de mejora", ha detallado, reprochando a los partidos de la oposición de estar "en las antípodas" y de causar "graves perjuicios para la actividad parlamentaria".
"Nunca pensé que tendría que hacer esto", aseguraba el ex dirigente mientras exhibía una portada de El País del año 1994 en la que se podía leer "Borrell insta a los grandes de la construcción a no pagar comisiones a los partidos". En este sentido, ha recordado su actuación por entonces. "Lo que algunos hicimos no fue pregonar sino modificar los pliegos de condiciones para introducir objetividad, transparencia y automatismo en las adjudicaciones", ha señalado Álvarez-Cascos. "Para que se cumplieran las normas no hay que hacer declaraciones, sino acciones, y así es como funciona la gente seria".
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