Sánchez activa el 'plan b' y tantea a Cs y PP para los presupuestos tras el 'no' secesionista

"Los pactos están para cumplirlos. La gente quiere certezas y quiere coherencia. Sería bueno que el Gobierno no se vuelva a equivocar nunca de aliados".  Con estas palabras respondía ayer el líder de Podemos, Pablo Iglesias, a las llamadas del presidente del Gobierno a Ciudadanos y PP para negociar unos Presupuestos que aún no cuentan con el apoyo de los partidos independentistas. Sin ese respaldo, Pedro Sánchez no podrá aprobar en el Parlamento sus cuentas y su continuidad en el poder se vería comprometida. "Es contradictorio pretender gobernar con quienes has echado del Gobierno y a la vez con quienes te han permitido estar en el Gobierno", reprochaba también el portavoz parlamentario del PDeCAT, Carles Campuzano.

La falta de apoyo independentista ha llevado a la Moncloa a lanzar un 'plan b' con el objetivo de sacar adelante el proyecto presupuestario del Ejecutivo socialista. Tras un primer acuerdo con Podemos, el presidente del Gobierno lleva toda la semana tendiendo la mano a Albert Rivera y Pablo Casado para negociar unas nuevas cuentas. "No sea arrastrado por el PP en su deriva radical. Hable  con nosotros, señor Rivera, para pactar unos buenos Presupuestos Generales del Estado", ha invitado Sánchez al líder de Ciudadanos.

El tiempo corre en contra de Pedro Sánchez, que mañana puede encontrarse con un portazo definitivo de PDeCAT y ERC a su proyecto de Presupuestos. Está previsto que este viernes presente la Fiscalía su escrito de calificaciones para los acusados por el procés, con el delito de rebelión como acusación principal. Esa calificación contraviene los intentos de los diputados independentistas de que el Gobierno presionara al Ministerio Público para rebajar las penas a las que se enfrentan los líderes del desafío independentista. Sólo la renuncia a ese delito por parte de la acusación que realice la Abogacía del Estado permitiría cierto apoyo parlamentario de los nacionalistas catalanes hacia el Ejecutivo.

En este contexto, Pedro Sánchez vuelve a virar. Tras romper relaciones con Pablo Casado hace sólo una semana y situar reiteradamente a Casado y Rivera en la extrema derecha, el Ejecutivo socialista les invita ahora a negociar los Presupuestos. Así lo ha asegurado también la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, que ha llamado a PP y Ciudadanos a "no autexcluirse" de una negociación presupuestaria a la que el Gobierno les insta ahora a participar. "Están trasladando con toda impunidad que van a tratar de impedir por todos los medios que se tramite el proyecto de Presupuestos", ha reprochado, sobre la "ofensiva parlamentaria" anunciada por PP  y Cs contra las cuentas acordadas por Moncloa y Podemos. "Parece que ahora Ciudadanos ha cambiado de opinión y ya no va a hacer la pinza con el PP. Habrá que  verlo. Pero nosotros siempre hemos estado abiertos a que cualquier grupo haga sus aportaciones a las cuentas públicas, respetando el esqueleto pactado con Podemos", ha explicado en los pasillos del Congreso.

En este sentido, y tras la pérdida de parte de los apoyos logrados para la moción de censura contra Mariano Rajoy, Moncloa aboga ahora por "pasar de pantalla" y superar esos dos bloques en los que se dividió la Cámara. Pedro Sánchez recupera así el espíritu del acuerdo que alcanzó con Ciudadanos durante su investidura fallida de 2016 y busca a la deseperada nuevas vías de sacar adelante un proyecto vital para la continuidad de su Gobierno.