Política

Alarma en el PP: La exhumación de la momia de Franco moviliza el voto de Vox

Teme que el traslado de los restos del dictador en plena precampaña de las elecciones locales y autonómicas les quite apoyos por su flanco derecho

La tumba de Franco en el Valle tras las pintadas del artista Enrique Tenreiro | EFE

Cada vez que toma impulso la anunciada exhumación de Franco del Valle de los Caídos el voto de Vox se moviliza. Así, al menos, lo ha detectado el PP de sus sondeos y trackings internos en esta larguísima precampaña en que se ha convertido la política española con las elecciones andaluzas del 2 de diciembre y las locales, autonómicas y europeas del 26 de mayo del próximo año. Es más, en el cuartel general de los populares saben que la intención del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, es trasladar los restos del dictador para la precampaña de la cita de mayo -que, de hecho, arrancará a la vuelta de las vacaciones de Navidad- , lo que no sólo tendría un gran efecto movilizador en su base electoral de izquierdas -"el voto romántico", que dice el PP- sino que afectaría a las opciones de los populares por su flanco derecho.

Cuando Pedro Sánchez afirma que PP y Ciudadanos alimentan a Vox, publicita las siglas encabezadas por el ex dirigente popular Santiago Abascal, cuya formación ha ido tomando impulso y adquiriendo visibilidad a costa del juicio del "procés", donde ejercen la acusación popular. Pero además, el más que anunciado compromiso de sacar a Franco de la Basílica del Valle de los Caídos para que sus restos descansen en un lugar privado donde no pueda haber actos de exaltación del franquismo, alimenta la maquinaria de la derecha populista.

Y aunque en el equipo de Pablo Casado dicen confiar en que es poco menos que imposible que Vox alcance el 5 por ciento de voto que se necesita para tener representación en el Congreso de los Diputados, sí puede "quitar" al PP parlamentarios en el reparto de "restos" a favor de PSOE y de Podemos. Esa es, de hecho, una de las líneas argumentales de la sede nacional de Génova para evitar la dispersión, una llamada al voto útil que ya han puesto en marcha en Andalucía, donde tienen testado que las papeletas de Vox engordarán los resultados de Podemos en Córdoba; del PSOE en Sevilla, y de Ciudadanos en Huelva.

Otra cosa es que el Gobierno no sólo consiga sacar al dictador de su actual ubicación, sino que también evite que termine en la cripta de la catedral de La Almudena, en una de las zonas más turísticas de Madrid. En Moncloa aseguran que Franco "no acabará en el centro de la ciudad" y que, además, la propia Iglesia evitará que así sea. La Almudena "no es una opción" a pesar de la insistencia de los nietos por no poner las cosas fáciles e intentar torpedear el traslado por todos los medios. Su estrategia es dilatar los plazos, lo que podría retrasar los planes gubernamentales de usar un asunto tan potente como este, que no sólo les beneficia electoralmente sino que perjudica al PP en la medida de que puede desviar voto a Vox.

La medida estrella de la presidencia de Sánchez "va bien"

El procedimiento administrativo del traslado acabará a finales de año tras una nueva fase final de alegaciones de diez días. La medida estrella de la presidencia de Sánchez "va bien", según fuentes gubernamentales,  y con ella puede catapultar al PSOE el próximo mayo en unas elecciones consideradas antesala de las generales. Quien gana las locales gana las legislativas. El 24 de mayo de 2015 los populares consiguieron 6.057.767 votos y los socialistas 5.603.112. Triunfó el PP, pero con un enorme desgaste y una sangría de votos que le hicieron perder mayorías absolutas a chorros y, con ello, poder territorial. A pesar de ello, siete meses después, en los comicios generales del 20 de diciembre, Mariano Rajoy se erigió en ganador de la contienda, eso sí con unos exiguos 123 escaños que el 26 de junio de 2016 convirtió en 137 en la repetición electoral.

Y en la misma medida en que Gobierno y PSOE espolean el asunto de la momia de Franco, el partido de Pablo Casado intenta pasar de puntillas por el mismo bajo el argumento de que "no es nuestro tema, no va con nosotros", señalan fuentes del Grupo Parlamentario Popular. Porque si bien se abstuvieron en septiembre pasado en la votación parlamentaria que aprobó la exhumación del dictador y están en contra del uso de un decreto - que han anunciado que recurrirán-  "no vamos a caer en su señuelo", para pasar a admitir que "nos hace perder votos".

Los planes del Gobierno ya han experimentado dos retrasos. El propio Sánchez anunció que Franco sería exhumado el pasado mes de julio. Luego se habló de finales de este año. Y, ahora, de enero. Nada impide que finalmente se materialice un poco más adelante para acercarlo a las locales, autonómicas y europeas.

 

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