El ex Jemad Julio Rodríguez se alzó este martes con el primer puesto en su candidatura de Podemos para el Ayuntamiento de Madrid. Una victoria en la que sólo participó el 12% de la militancia madrileña y en la que no se enfrentaba a ningún rival para el puesto de salida. El secretario general de la federación madrileña ni siquiera ha celebrado públicamente los datos obtenidos, y no sólo por el cuestionamiento interno que suponen, con un 20% de los participantes que ha preferido votar en blanco a apostar por Rodríguez. Más allá de las cifras, la realidad es que los resultados obtenidos tampoco tendrán una traducción efectiva en las próximas elecciones madrileñas: tras la crisis del partido, sus primarias se han convertido en un proceso estéril, casi protocolario, que es sólo el primer paso para la configuración real de las listas reales para 2019. Y para figurar en ellas, el militar tendrá que vérselas con Manuela Carmena.
La alcaldesa lanzó la semana pasada la plataforma Más Madrid con la que se presentará a los comicios y en la que abrirá un proceso para configurar su lista definitiva para revalidar el Ayuntamiento. La primera edil anunció hace meses que se presentaría a la reelección con la única condición de contar con un equipo de confianza, y el ex Jemad, secretario general de Podemos Madrid, está cada día más lejos de serlo. Los últimos choques entre el partido madrileño y la alcaldesa han sido determinantes y han agrietado aún más la relación hasta ahora cordial que mantenían ambos dirigentes.
Los seis concejales de Podemos en el Consistorio madrileño, todos de máxima confianza de la alcaldesa, fueron suspendidos de militancia por Rodríguez después de que renunciaran a concurrir con el ex Jemad en las primarias, al considerar que el diseño de la lista -con los ediles de Carmena en las partes bajas- era un "chantaje", una forma de presión a la alcaldesa para intentar imponerle el equipo y que ésta tuviera que incluir a los cuadros de partido de los primeros puestos en caso de contar con los concejales.
La decisión de Rodríguez de romper los puentes con los ediles morados, consolidados en el Gobierno, fue duramente criticada en el seno de la formación y tildado de un "error de cálculo". Incluso sus afines acusaron a Iglesias de llevar al partido al "desastre político" en Madrid. Ahora, el ex Jemad queda desprovisto de las seis joyas de la Corona que Carmena quería introducir en su equipo, y su capacidad negociadora se verá fuertemente mermada para la próxima fase antes de las elecciones.
Maestre confirmó días después de su expulsión que tanto ella como el resto de ediles se presentarían en un "proceso participativo, abierto e inclusivo, con el que se va a formar la candidatura de Manuela Carmena para 2019”. Un proceso que tendrá lugar dentro de la plataforma recién nacida de Más Madrid. Aunque el proceso de primarias aún no está diseñado, Podemos tendrá que participar en estas votaciones para hacerse hueco en las listas electorales.
Las primarias de Más Madrid, determinantes
En función de cómo se diseñe el proceso de votación, Julio Rodríguez tendrá más o menos facilidades para apoyar a la alcaldesa en su reelección, un argumento sobre el que ha basado toda su carrera dentro del partido, asegurando que Podemos ha sido "clave" en el Ayuntamiento madrileño. Carmena ya ha advertido que no quería unas listas con "cuotas de partidos", de manera que los pactos de despacho para configurar los equipos se dan como descartados: la única fórmula para figurar en la lista de las municipales será presentarse en las primarias de la plataforma carmenista.
La idea es que después de las primarias internas de cada partido, todos los que aspiran a acompañar a Carmena en su lista pasen por las primarias de Más Madrid, que podrían guardar ciertos paralelismos con las de Ahora Madrid de 2015. Las reglas del proceso se establecerán en un proceso participativo. Más allá de los detalles, caben dos escenarios posibles: el primero es que el ex Jemad negocie con Carmena para encontrar un hueco en su lista y ser elegidos dentro de su equipo. La intención de Rodríguez es situarse como el número dos de la alcaldesa, aunque la primera edil ya ha manifestado su intención de situar en ese lugar a su teniente de alcalde, Marta Higueras, su mano derecha en el Gobierno con perfil gestor.
En el caso de que Podemos buscara integrarse entre los carmenistas, es más que probable que tenga que renunciar a situar al ex Jemad como número dos. Y podría no ser la única cesión. Este escenario también sería complicado a nivel personal: después de haber expulsado a los seis concejales por no concurrir a las primarias internas del partido, tendrían que convivir con ellos en las primarias abiertas al resto de fuerzas. Una situación que podría dificultar el diálogo.
La segunda opción sería que Rodríguez se presentara al proceso de Más Madrid y lo hiciera con una lista alternativa a la de Carmena. Un movimiento que sería difícilmente justificable, puesto que desde su llegada a la Secretaría General de Podemos Madrid ha insistido en que su objetivo es revalidar el Ayuntamiento de Madrid y a Carmena como alcaldesa. Plantear una lista y enfrentarse en primarias a la primera edil podría deteriorar más aún su imagen de cara a los votantes, después de que en las últimas primarias un 20% de los electores madrileños prefirieran votar en blanco a apostar por él. Un síntoma de la clara contestación que despierta el ex Jemad entre sus propias bases.
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