Ciudadanos "no se cierra a nada" respecto a la negociación con el Partido Popular en Andalucía. Ni siquiera a hacer presidente de la Junta a Juan Manuel Moreno por mucho que hayan lanzado la candidatura de Juan Marín. Insisten en que el mensaje de cambio lanzado por los andaluces el pasado domingo exige que "sea un partido en crecimiento" el que tome las riendas de la Comunidad. A fin de cuentas "no hay tanta distancia con el PP" que obtuvo 26 escaños frente a los 21 de la formación naranja. Pero ese órdago, admiten fuentes de la dirección del partido naranja en un ejercicio de realidad, "es para empezar a negociar" desde una posición de fuerza.
No parece que Ciudadanos tenga intención de poner las cosas fáciles al PP después de duplicar de largo los nueve diputados conseguidos en 2015. Con una fuerza de 21 escaños en el antiguo Hospital de las Cinco Llagas, sede del Parlamento andaluz, el partido de Albert Rivera quiere hacer valer su fuerza a la hora de sentarse con los populares. Son conscientes de que sólo un capricho del destino podría llevarles a la presidencia de la Junta de Andalucía con el respaldo del PP y la abstención de los socialistas, pero también de que no pueden impedir la alternativa en Andalucía.
Génova da por hecho que Vox "querrá mantenerse al margen del ejecutivo regional"
En una reciente entrevista en Espejo Público, Marín defendió que “la única fuerza política del cambio que ha crecido es Ciudadanos” y que si el PSOE quiere frenar a la ultraderechista Vox puede facilitar un nuevo gobierno mediante su abstención. Los socialistas no tienen la más mínima intención de votar o permitir que llegue al Palacio de San Telmo otra persona a la presidencia de la Junta que no sea Susana Díaz. Y a Rivera, por su parte, no se le pasa por la cabeza "apoyar a Susana Díaz ni a ningún otro dirigente del PSOE". Por lo tanto, el único "plan a" de Ciudadanos es ver cómo aborda su negociación con el PP sin verse arrastrado por ese otro actor incómodo que es Vox, partido sin el cual tampoco hay cambio en Andalucía.
Moreno y Marín mantienen una buena relación
Las buenas relaciones entre Juan Manuel Moreno y Juan Marín pueden facilitar el entendimiento entre ambos. Pero Génova sabe que la última palabra la tendrá Rivera. Si bien Marín sería receptivo a entrar en un gobierno de coalición, que el PP prefiere, el líder de Ciudadanos tiene sus dudas. Ese será una de las grandes cuestiones a dirimir en una futura y no tan lejana negociación. Génova da por hecho que Vox "querrá mantenerse al margen del ejecutivo regional", entre otras cosas, porque defiende la supresión de las autonomías, propuesta que exigiría una reforma compleja y agravada de la Constitución de consecuencias inciertas.
Un sector del PP alberga dudas sobre Cs, incluso que opte por una repetición electoral
La dirección nacional del PP se divide entre los que creen que Ciudadanos no tiene más remedio que hacer presidente a Moreno y los dudosos, los que no se fían de un partido considerado imprevisible. Los primeros argumentan que si Rivera obstaculiza el cambio de signo político en la presidencia de la Comunidad "nos hace la campaña de las elecciones locales, autonómicas y europeas de mayo", afirman en el entorno de Pablo Casado. Desaprovechar la "oportunidad histórica de acabar con el régimen socialista andaluz les pasaría una enorme factura".
Los temerosos recuerdan cómo Ciudadanos "forzó la dimisión de un alcalde nuestro de Granada por imputación, Torres Hurtado, y, en cambio, aupó al socialista Francisco Cuenca" que lleva más de un año imputado a su vez por presuntas irregularidades cuando era delegado provincial de la Consejería de Innovación. O también la forma en que forzaron la salida del ex presidente de Murcia Pedro Antonio Sánchez -bajo amenaza de sumarse a una moción de censura junto a PP y Podemos- al tiempo que les acusan de haber sido más laxos con los casos del PSOE.
Incluso hay quien apunta que lo mejor para Rivera sería forzar una repetición de elecciones en Andalucía, pensando, esta vez sí, en un posible "sorpasso" al PP gracias a una Vox en ascenso. Convencidos de que "en unas segundas elecciones nos iría peor", la presidencia de Moreno no constituye el mejor de los escenarios posibles para Ciudadanos, aducen.
Por su parte, Casado adelantó ayer en una entrevista a RNE que hablará primero con Cs y después con Vox -partidos con los que ya mantuvo un primer contacto la noche electoral, según adelantó El Independiente- para negociar un acuerdo de investidura, de legislatura o de gobierno, teniendo en cuenta que "la posición de partida innegociable es que Juanma Moreno sea el presidente". "Luego ya, si es un acuerdo de investidura o si es un acuerdo de legislatura o si es un acuerdo de gobierno, se tiene que hablar. Vox tendrá que decidir si tiene una posición pasiva, es decir, abstenerse y facilitarlo, o activa a la hora de participar de la línea de programa electoral para estos cuatro años", agregó.
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