La huida hacia delante de May puede llegar hoy a su fin. O tomar impulso por el efecto bumerán. El objetivo era conseguir 48 cartas de diputados tories en las que se pidiera el cambio de liderazgo en el Partido Conservador. La primera ministra, Theresa May, ha enfurecido a su formación política al retrasar el voto en el Parlamento sobre el Acuerdo del Brexit.
Tal ha sido la ira contra May que sus detractores han conseguido activar el proceso para destituirla en el Parlamento como su líder. Sir Graham Brady ha recibido ya al menos 48 cartas, que corresponden a un 15% del total de 315 diputados conservadores, en las que se pide una votación para deponer a May. La primera ministra resiste y va a pelear por seguir adelante.
No ha querido aclarar sir Graham Brady cuántas cartas ha recibido en total. De vencer los críticos de May, sería el primer paso para que deje el gobierno pero seguirá al frente provisionalmente hasta que voten los afiliados. El proceso puede demorarse semanas, aunque dadas las circunstancias sería lógico que se adelanten los plazos.
Los tories, y solo ellos porque es una moción interna sobre su liderazgo, decidirán esta tarde sobre la supervivencia política de May. En el caso de que logren los 158 votos necesarios, iniciarán un proceso para nombrar nuevo líder que puede prolongarse seis semanas, ya que han de manifestarse los afiliados.
May no podría presentarse pero seguiría, en principio, como primera ministra. Está en riesgo cumplir los plazos del Brexit. El Reino Unido sale de la UE el 29 de marzo de 2019.
En una declaración ante el 10 de Downing Street, May dijo: "Contestaré este voto con todo lo que tengo" y aseguró "estoy preparada para finalizar mi trabajo". Añadió: "En este momento crucial de nuestra Historia servir al Partido Conservador significa asegurar un acuerdo del Brexit que permita que se cumpla con el referéndum".
Un cambio de liderazgo ahora pondría en riesgo el futuro de nuestro país y crearía incerticumbre"
En un anticipo de lo que dirá esta tarde a sus correligionarios, May aseguró que un nuevo liderazgo pondrá en riesgo la salida del Reino Unido de la UE. "Un cambio de liderazgo ahora pondría en riesgo el futuro de nuestro país y crearía una incertidumbre que no nos podemos permitir".
Según May, si hubiera un nuevo liderazgo, no podrá cumplirse los plazos legales, y deberá retrasar la aplicación del artículo 50. "Habrá más división en el país", auguró May en su declaración. Y dejó claro que el único beneficiado sería el líder laborista, Jeremy Corbyn.
May es posible que plantee a sus compañeros de partido que no tiene intención de encabezar el partido en unas próximas elecciones, sino que quiere llevar a término de la mejor manera el Brexit. La primera ministra juega con la baza de la inoportunidad de cuestionar su liderazgo en este momento.
Los ministros del gabinete van a respaldar a la premier, según la Asociación de la Prensa británica. El voto es secreto de modo que en teoría será así, pero no es seguro. Aunque sea secreto, los que quieran mostrar su papeleta a los compañeros lo harán, y así suele ser.
Varios leales a May sí han hecho público su apoyo en las redes sociales. Entre ellos, el actual líder conservador escocés, Jackson Carlaw (sustituye a la carismática Ruth Davidson, de baja por maternidad); la líder de los Comunes, Andrea Leadsom, o su antecesor, David Cameron, que dado su controvertido papel sobre el Brexit quizá no sea el mejor de los padrinos.
La escocesa Davidson ha elogiado la determinación de May, de quien destaca que tiene "unos cojones (sic, en español) de acero".
I hope Conservative MPs will back the PM in the vote today. We need no distractions from seeking the best outcome with our neighbours, friends and partners in the EU.
— David Cameron (@David_Cameron) December 12, 2018
Calcula The Guardian que ya cuenta con un centenar de votos a su favor, de diputados que han hecho pública su posición en favor de la continuidad de May. Después de la sesión de preguntas en el Parlamento, la BBC señalaba que al menos 174 conservadores que darían su confianza a May. Sin embargo, nadie se fía en un caso tan crucial. Pueden cambiar de opinión o votar distinto esta tarde.
En el cara a cara en el Parlamento, Corbyn ha reprochado a May que haya pospuesto el voto en el Parlamento sine die. A su vez, May, firme como una roca, ha sido tajante: "Lo peor que le puede pasar al Reino Unido no es dejar la Unión Europea, sino que gobiernen los laboristas".
La primera ministra conservadora retrasó in extremis este lunes la votación, prevista para el martes 11, sobre el Acuerdo de Salida alcanzado con los Veintisiete. Sus intentos por conseguir apoyos habían sido en vano. Estaba claro que el Brexit de May no conseguiría ni siquiera el apoyo de los propios conservadores.
May decidió entonces explicar a los diputados que volvería a hablar con el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, de la Comisión, Jean-Claude Juncker, y varios dirigentes europeos como la canciller alemana, Angela Merkel, para que se hicieran cambios sobre la polémica salvaguarda relacionada con la frontera interirlandesa. Esperaba conseguir una aclaración sobre la temporalidad de esa salvaguarda (backstop).
Los líderes europeos le han mostrado su apoyo, pero también han aclarado que no van a cambiar el Acuerdo. "Queremos ayudar a May, pero no sabemos cómo", ha declarado Donald Tusk.
I have decided to call #EUCO on #Brexit (Art. 50) on Thursday. We will not renegotiate the deal, including the backstop, but we are ready to discuss how to facilitate UK ratification. As time is running out, we will also discuss our preparedness for a no-deal scenario.
— Donald Tusk (@eucopresident) December 10, 2018
Mientras May realizaba el miércoles una gira exprés, sus detractores terminaban de enviar las cartas a Sir Graham Brady, presidente del Comité 1922. "La primera ministra quiere que esto se resuelva de la manera más rápida posible", ha dicho Brady a los medios.
El 15 de noviembre pasado el primero en proponer el cambio de liderazgo fue Jacob Rees-Mogg, un diputado brexiter que aspira, según los medios británico, a encabezar a los tories. Encabeza el influyente European Research Group.
Para que la moción salga adelante necesitan 15 8votos. May precisa también esos mismos votos para mantenerse al frente de los conservadores. Si lo lograra, se garantizará 12 meses de tranquilidad en su formación. Si su victoria es muy ajustada, no se descarta que May se retire.
Si ganan sus opositores, habrá nuevo líder conservador y tiempo después nuevo primer ministro. Pero los conservadores necesitarán tiempo para elegir a su nuevo líder y mientras el Acuerdo logrado por May quedará de lado.
May se quedaría provisionalmente a la espera del recambio. Habría que negociar un nuevo acuerdo a toda velocidad, por eso May avisa que hay riesgo de que se posponga el proceso.
Son varios los que suenan como aspirantes, según los medios británicos, desde el ex ministro de Exteriores, Boris Johnson, al también ex ministro del Brexit, Dominic Raab, el titular del Interior, Sajiv Javid, y el de jefe de la diplomacia, Jeremy Hunt. Según encuestas internas de los conservadores, Johnson y Javid son los favoritos.
Nadie se atreve a prever el resultado de la crucial votación de hoy. Pero May parece en caída libre. Ya el fin de semana pasado se calculaba que un centenar de conservadores querían que acabara su mandato. Hoy es un auténtico May Day (mayday, en inglés, llamada de socorro). Puede ser el definitivo. O resurgirá como el ave fénix. Nada está escrito de momento.
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