Política

CRISIS DEL BREXIT

Corbyn plantea una moción de censura contra May por el Brexit

El líder laborista pide al Parlamento que revoque a la premier por retrasar el voto hasta enero

Theresa May, primera ministra británica, antes de su comparecencia en el Parlamento.
Theresa May, primera ministra británica, antes de su comparecencia en el Parlamento. | EFE

El líder laborista británico, Jeremy Corbyn, ha anunciado que va a presentar una moción de censura contra la primera ministra, Theresa May, esta misma noche. No será contra todo su Gobierno de momento ni provoca la caída del Gabinete pero aumenta la presión sobre la premier en otra semana crucial. Argumentan los labroistas que May está impidiendo que se vote sobre el Acuerdo del Brexit antes de Navidad.

En una declaración ante el Parlamento británico, May ha anunciado que los Comunes debatirán sobre su plan para dejar la Unión Europea en la semana del 7 de enero. Lo votarán a partir del 14 de enero. Muchos diputados han demandado que la decisión se adopte esta misma semana y Corbyn ha lanzado este envite para intentar forzar que se adelante la fecha.

Corbyn asegura que la primera ministra está llevando al Reino Unido a "una crisis nacional". El líder laborista mantiene que May está retrasando deliberadamente la votación con el fin de que los diputados se vean en la disyuntiva de apoyar su Acuerdo para evitar una salida sin acuerdo de la Unión Europea.

"El acuerdo no ha cambiado y no va a cambiar·, señaló Corbyn, quien dijo que la única manera posible de que se vote esta semana es presentar esta moción, dirigida contra la primera ministra, no contra el Gobierno en principio.

De todas maneras, no hay obligación de debatirla de inmediato, aunque si no se hace los laboristas amenazan con ampliar la moción a todo el Gobierno.

"Está muy claro que es inaceptable y vergonzoso que esperemos casi un mes para realizar este voto tan relevante para el futuro del país", remarcó Corbyn al anunciar que iba a dar ese paso. No se trata de una moción de censura al Gobierno, sino de de una medida para revocar a May por su gestión del Brexit.

La primera ministra retrasó el voto previsto en principio para el 11 de diciembre al prever que perdería abrumadoramente. Esa misma semana su partido le planteó una moción de confianza, que ganó por 200 votos a favor y 117 en contra.

Luego viajó a Bruselas, donde no logró el respaldo que buscaba para su Acuerdo, aunque sigue insistiendo en que logrará garantías de los Veintisiete. Ahora vuelve a intentar ganar tiempo gracias al receso navideño. Pero los laboristas se lo van a poner todo lo difícil que puedan.

Sin embargo, May ha pedido tiempo para seguir hablando con la UE sobre las garantía que piden los Comunes en relación con la salvaguarda, un sistema de protección ideado para impedir que haya una frontera entre las dos Irlandas.

Si se aplica la salvaguarda, el Reino Unido se quedaría en el mercado único, el tiempo preciso para evitar la frontera. Los brexiters y los norirlandeses rechazan que la salvaguarda no sea temporal y que para levantarla se precise de la aquiescencia de las dos partes.

Nada más anunciar Corbyn que iba a presentar la moción, May se levantó y dejó la Cámara tras más de tres horas respondiendo preguntas. May ha advertido del riesgo de que gobiernen los laboristas. Y parece que ha convencido a los dos grupos más críticos que han respaldado a su Gobierno hasta ahora.

El European Reseach Group, los euroescépticos conservadores, han aceptado su derrota en la moción de confianza de la semana pasada. Uno de sus dirigentes, Steve Baker, aseguró que "votarán contra los laboristas".

También los unionistas norirlandeses señalaron que entre May y Corbyn se quedaban con May. De este modo, es probable que se vote para callar a los laboristas hasta el año que viene.

Cuando faltan apenas 100 días para que se haga efectiva la salida del Reino Unido de la Unión Europea, la división en el Reino Unido es mayor que nunca.

El estancamiento es tal que los planes de contingencia en caso de una salida a las bravas están acelerándose. El Gobierno británico va a debatir sobre ellos el martes.

También los Veintisiete harán pública el miércoles información sobre qué hacer en caso de que no haya acuerdo finalmente. Cada día que pasa el escenario del precipicio está más cerca.

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