Política

Puigdemont, contra el cambio de nombre de El Prat: "Nos consideran una posesión"

Pasajeros en el aeropuerto de Barcelona-El Prat. | ep

El ex presidente de la Generalitat Carles Puigdemont, huido de la Justicia en Bélgica, se ha mostrado en contra del cambio de nombre del aeropuerto de El Prat que el Ejecutivo pretende aprobar en el Consejo de Ministros de este viernes.

"Nuestra queja por el aeropuerto no tenía nada que ver con el nombre. Era y es la gestión", ha afirmado Puigdemont en un mensaje en su perfil oficial de Twitter. "Les pides la gestión y te imponen un cambio de nombre. Les pides decidir el futuro y te imponen el 155", escribía.

Además, Puigdemont ha asegurado que "nos consideran una posesión". "Queda claro el concepto que tienen de Cataluña. Que el nombre de la infraestructura más importante y estratégica no lo podamos decidir, ni hacer propuestas ni ser consultados", criticaba en dicha red social.

De esta manera se posiciona en contra de que el principal aeródromo catalán deje atrás el nombre de El Prat y pase a quedar bautizado como Josep Taradellas, presidente de la Generalitat en el exilio entre 1954 y 1977. Taradellas fue un símbolo del restablecimiento del autogobierno, con su famoso "Ciutadans de Catalunya, ja sóc aquí", pronunciado el 23 de octubre de 1977 en el balcón del Palau de la Generalitat.

La decisión la ha tomado el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, junto a sus ministros, y se aprobará en la reunión que está manteniendo la cúpula del Gobierno en la Llotja de Mar en Barcelona.

El Govern, molesto

La decisión del Ejecutivo de Pedro Sánchez ha generado malestar en el Govern, al haberse impulsado sin "ningún acuerdo ni consenso", según explican a Efe fuentes de la Generalitat.

Fuentes del Gobierno han confirmado que el cambio de nombre está en el orden del día de la reunión del Consejo que el jefe del Ejecutivo, Pedro Sánchez, preside en la capital catalana.

La Generalitat, según las fuentes consultadas, estaba "informada" de esta decisión, si bien ya reclamó al Gobierno que desistiera de impulsar "unilateralmente" este cambio de nombre, no porque tenga "nada en contra del president Tarradellas", sino por "una cuestión de formas y respeto", han insistido las citadas fuentes. Ya hay "comisiones de nomenclátor que gestionan estos temas, que siempre son delicados", han razonado desde la Generalitat.

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