El ex tesorero del Partido Popular Luis Bárcenas declaró este miércoles ante el titular del Juzgado Central de Instrucción Número 6 de la Audiencia Nacional que le pareció “muy raro” el asalto que sufrió su familia por parte del falso cura Enrique Olivares García mientras él estaba en prisión preventiva por su implicación en la trama Gürtel, tras haber revelado la financiación irregular del que fuera su partido.
El ex senador, que declaró en calidad de testigo y perjudicado en la operación Kitchen, afirmó ante el juez Manuel García Castellón y los fiscales Anticorrupción que sospechó desde un primer momento que el falso cura “no actuó sólo”.
Según informan fuentes jurídicas a El Independiente, en un momento del interrogatorio, Bárcenas llegó incluso a decir que “cada vez que hablaba con un periodista le decía que investigara el asalto del falso cura a su domicilio” como prueba de que siempre creyó que no se trataba de un hecho aislado ni fortuito. Además, el ex gerente afirmó que, después de 'tirar de la manta' en julio de 2013 sobre la financiación irregular del que fuera su partido, notó un cambio muy brusco de trato en la prisión de Soto del Real (Madrid).
Bárcenas declara que siempre vieron "muy raro" el asalto del falso cura después de que 'tirara de la manta' en la Caja B
No obstante, el que fuera hombre fuerte de finanzas del PP ha manifestado que ellos tenían “plena confianza” en su ex chófer, el imputado Sergio Ríos Esgueva, miembro del dispositivo policial bautizado como Kitchen y en el que participaron presuntamente los comisarios José Manuel Villarejo y Enrique García Castaño. El testigo recalcó que mientras trabajó para ellos no tuvieron sospecha alguna de que actuaba como “confidente” de la Policía aunque ahora, a través de las noticias que ha ido conociendo por los medios de comunicación, sí han reparado en ciertos aspectos que podían resultarles extraños en el comportamiento del conductor. Por ejemplo, el chófer siempre les decía que "estaban siendo vigilados".
Preguntado por el robo de documentación sensible de la financiación irregular del PP por parte de Ríos Esgueva, Bárcenas ha vuelto a señalar que le encargó trasladar en ocasiones documentación suya y que, ahí, pudo producirse la sustracción de papeles. El ex tesorero ha explicado que no echó en falta los mismos, ya que eran en su mayoría “notas personales” que le transmitía a su esposa Rosalía Iglesias para que pusiera distintos datos en conocimiento de su entonces abogado Javier Gómez de Liaño.
El chófer les decía que los vigilaban
Luis Bárcenas ya explicó el 21 de diciembre al juez que investiga la Caja B del PP, José de la Mata, que el chófer llevó, por encargo suyo, documentos sobre la contabilidad de la formación conservadora a un estudio de restauración de su mujer, así como al despacho de su ex letrado. Este miércoles el ex tesorero reiteró dicha explicación ante el juez y los fiscales de Kitchen.
En otro momento del interrogatorio, el ex gerente popular ha señalado que nunca ha tenido relación con el comisario preso José Manuel Villarejo, presunto cerebro de la operación Tándem, y que tan sólo coincidió con él en el almuerzo en el restaurante Rianxo –desvelado por la web Moncloa.com- sin saber que el agente vinculado a las cloacas del Estado era tal persona.
Rosalía Iglesias declara ante el juez de Kitchen que podían estar "siendo vigilados por el PP"
Por su parte, Rosalía Iglesias, que también compareció este miércoles como testigo en dicha pieza separada, detalló la actuación del chófer mientras Bárcenas estaba encarcelado y afirmó que el conductor les alertaba sobre la vigilancia que tenían. Los Bárcenas se sentían "observados" e Iglesias cree que "podía estar vigilándolos el PP".
Además, la esposa del ex tesorero pidió al juez que se investigue quién envió al falso cura a su domicilio. Olivares García fue condenado a 22 años de prisión por allanamiento de morada, secuestro, amenazas, tenencia ilícita de armas y falta de lesiones.
Tal y como desveló El Independiente, Ríos Esgueva declaró que fue el comisario jubilado José Villarejo, hoy preso, quien lo captó como confidente para obtener información del matrimonio Bárcenas-Iglesias. El chófer, que se encuentra imputado por delitos de prevaricación, robo/hurto y malversación de caudales públicos, cobró por esa colaboración al menos 48.000 euros, procediendo el dinero de los fondos reservados gestionados por Interior durante la etapa de Jorge Fernández Díaz como ministro.
Este jueves han sido citados por el magistrado García Castellón en calidad de investigados el ex número dos de la Policía Eugenio Pino y los comisarios Villarejo y Castaño.
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