El Gobierno da marcha atrás a su promesa inicial y no retirará las concertinas en la totalidad de la vallas fronterizas de Ceuta y Melilla. Tan sólo se sustituirán en los puntos en los que se han registrado más intentos de salto por parte de los migrantes por ser más vulnerables.
El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, ha detallado este viernes el plan de infraestructuras de seguridad del Estado que, con un montante de 850 millones de euros, se pretende acometer en los próximos siete años tras su aprobación por el Consejo de Ministros. Dicho proyecto incluye medidas de modernización y refuerzo en los perímetros fronterizos de ambas ciudades autónomas.
La retirada de las concertinas en Ceuta y Melilla es uno de los proyectos 'estrella' del titular de Interior, que anunció nada más tomar posesión de su cargo que trabajaría para eliminar las cuchillas de las vallas y su sustitución por medios menos cruentos y más respetuosos con los derechos humanos. "Haré todo lo posible porque puedan retirarse las concertinas de nuestras fronteras. Hay que trabajar en origen, por ejemplo, nunca llegar al extremo de las concertinas", declaró Grande-Marlaska a Onda Cero el pasado 14 de junio.
En su comparecencia, el titular de Interior ha informado de que ya se han determinado cuáles son las zonas más vulnerables de ambas vallas -con una extensión total de 18,7 kilómetros- por características orográficas u otras circunstancias y será sólo ahí donde se eliminen las concertinas "a corto plazo" para ser sustituidas por medios con "mayores parámetros de seguridad" y menos "cruentos".
Grande-Marlaska precisa ahora que sólo se sustituirán las concertinas en los puntos de las vallas en los que se ha habido más intentos de salto
Grande-Marlaska ha censurado que el anterior Gobierno del PP no hubiera adoptado ninguna medida a pesar de disponer de un informe de los órganos técnicos del Ministerio -fechado el 10 de junio de 2017- en el que ya se advertía de que las concertinas no eran disuasorias ante los elementos que emplean los migrantes irregulares para tratar de acceder a Ceuta o Melilla.
Junto a la citada sustitución, el plan prevé otras medidas de refuerzo de la seguridad en ambas ciudades autónomas. En concreto, el Ministerio del Interior acometerá durante este año la instalación de un nuevo sistema de circuito cerrado de televisión en el puesto fronterizo de Ceuta y mejorará la red de fibra óptica y ampliará el circuito de televisión del puesto fronterizo de Melilla.
Igualmente, según Grande-Marlaska, se llevará a cabo la modernización y el refuerzo de las infraestructuras de seguridad de los perímetros fronterizos con Marruecos en ambas ciudades, al tiempo que se pretenden adecuar las zonas de tránsito de peatones en el puesto de El Tarajal (Ceuta) e instalar sistemas de reconocimiento facial en dicho paso ceutí y en el melillense de Beni Enzar.
"Éste es un proyecto que simboliza la filosofía de la acción política de este Gobierno", ha resumido el ministro del Interior, que ha criticado que la inversión en materia de seguridad en proporción con el Producto Interior Bruto (PIB) haya descendido en los últimos siete años -periodo que abarca desde la salida del socialista José Luis Rodríguez Zapatero de La Moncloa (2011) a la marcha de Mariano Rajoy (2018)- del 0,63 al 0,58 %.
Reforma de cuarteles y comisarías
Con una dotación cifrada en 850 millones de euros, el Ejecutivo de Pedro Sánchez ha diseñado un plan de infraestructuras de seguridad del Estado que vendrá a paliar el "deterioro" que sufren los cuarteles de la Guardia Civil y las comisarías de la Policía Nacional "por la falta de inversiones en los últimos siete años".
Como botones de muestra, Grande-Marlaska ha detallado que, según ponen de manifiesto los estudios realizados por el departamento de Inspección y Servicio del Ministerio del Interior, el 52 % de las casas-cuartel se encuentra en un estado de conservación "no adecuado" y el 28 % tiene más de 50 años de antigüedad. En el caso de la Policía Nacional, el porcentaje de comisarías en mal estado se eleva hasta el 36 %, teniendo el 80 % de las mismas más de 20 años.
En concreto, la mejora de las infraestructuras en cada Cuerpo se ha cifrado en 275 millones de euros (550 millones en total), lo que concentrará el 65 % de la inversión total del plan. "Es hora de dignificar las instalaciones, lo que abordaremos siguiendo criterios marcados por policías y guardias civiles en parámetros de profesionalidad y necesidad", ha defendido el ministro.
Modernización de prisiones y CIE
El proyecto también reserva una parte de la inversión para la ampliación, modernización y reforma de instalaciones penitenciarias. Concretamente, se remozarán 54 prisiones y 11 Centros de Inserción Social (CIS), se construirán tres nuevas unidades de custodia hospitalaria y se "impulsará" la construcción de la cárcel donostiarra de Zubieta (centro penitenciario Norte III), que ocupará parte de la prisión de Martutene.
Igualmente, se acometerá de forma urgente la reforma integral de los ocho Centros de Internamiento de Extranjeros (CIE) repartidos por el país para adecuarlos a los "requerimientos legales y humanitarios" -atendiéndose así las observaciones que de forma reiterada vienen formulando la Oficina del Defensor del Pueblo y los jueces de control- y se desarrollará un nuevo modelo de CIE. El primero se levantará en Algeciras, proyecto que Grande-Marlaska 'hereda' de la etapa en que al frente del Ministerio estuvo el popular Juan Ignacio Zoido.
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