Podemos y Errejón: 90 días a contrarreloj para negociar (o no) el futuro de la izquierda

La pugna de la izquierda en la Comunidad de Madrid tiene una fecha límite: el 22 de abril. Ese día termina el plazo para inscribir las candidaturas electorales de las elecciones del 26 de mayo, y para entonces Podemos e Iñigo Errejón habrán definido su relación, que podría consolidarse como un cisma o reconvertirse en una alianza estratégica para la Comunidad después del anuncio del dirigente de concurrir a las autonómicas en la plataforma Más Madrid fundada por Manuela Carmena.

El terremoto provocado por la decisión de Errejón tendrá réplicas en los próximos meses. El ya ex diputado renunció este lunes a su escaño después de las continuadas presiones de Podemos para que dejara su escaño. La aparente ruptura abre ahora un escenario insólito en la capital, donde el partido madrileño de Ramón Espinar podría competir en las urnas con el ex número dos y fundador de la formación.

La dirección de Podemos sólo contempla una alianza si Errejón "da un paso atrás"

La nueva plataforma de Errejón nace con la tesis de "abrir" el proyecto de izquierdas a "los que faltan", reivindicando el "espíritu de las elecciones europeas" de 2014, donde emergieron de la nada con cinco eurodiputados. Esta fórmula busca ampliar el espectro, superar Podemos y llegar a más electores tras la caída del partido morado en todas las encuestas y el rescate de los símbolos tradicionales de la izquierda. Y aunque el discurso de puertas para afuera consiste en tender la mano a todas las fuerzas, hay voces en el errejonismo que consideran que una alianza con el partido de Espinar sería un error y vaciaría de sentido el paso adelante de Errejón.

Desde la dirección de Podemos, por su parte, se mostraban reacios a cualquier tipo de acuerdo. En la rueda de prensa tras la reunión de la ejecutiva, sus portavoces se referían al giro de Errejón como una "ruptura de puentes" y rechazaban a priori cualquier tipo de negociación. Fuentes oficialistas reconocían a este medio que la única vía posible para establecer un diálogo de aquí a abril es que Errejón diera "un paso atrás" y volviera bajo el paraguas de Podemos; una opción que reconocen como improbable.

El propio secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, situó fuera de la organización a Errejón, aunque el ex diputado defendió que continuaba su militancia en Podemos por llevar "tatuado" el partido que fundó en enero de 2014. "Le deseamos suerte en su nuevo proyecto", aseguraban en la ejecutiva de la formación. La dirección insiste en que el partido se presentará a las elecciones de mayo con las siglas de Unidos Podemos y rechaza concurrir en la plataforma de Más Madrid. No cuentan sin embargo con ningún plan B ni, de momento, ningún candidato alternativo a Errejón. Unas nuevas primarias para elegir una nueva lista planean en la formación.

La cúpula de Iglesias ha delegado todas las decisiones y las negociaciones con el nuevo actor político a su federación madrileña con el objetivo de evitar verse salpicados por el conflicto interno y para evitar posibles réplicas a nivel nacional. Pero el acercamiento no parece posible. El pasado sábado en La Sexta Errejón pidió "recapacitar" a la dirección de Podemos y reiteró su "invitación" a sumarse al proyecto, que lanzó sin previa negociación con Iglesias.

Este mismo lunes, después de anunciar su cese en el Congreso, volvió a defender el "hermanamiento" de su candidatura con la de Manuela Carmena con la creación de una "candidatura muy amplia, de Podemos, Izquierda Unida y Equo", pero también de "miles de ciudadanos" que "han perdido la ilusión". Una alianza que no es ni mucho menos necesaria, como reconoció el dirigente este sábado, donde abrió la puerta a una competición electoral por la izquierda: "Confío en que la dirección de Podemos rectifique. Si no lo hace, decidirán los madrileños",