El ex presidente de Baleares y ex senador, José Ramón Bauzá
Veinte años de militancia y un sinfín de cargos orgánicos y electos después, no han pesado lo suficiente como para que José Ramón Bauzá, permaneciera en el Partido Popular. Su argumento, expresado en una larga carta que remitió a varios medios, incluido el nuestro, lo reitera en charla con El Independiente y aporta nuevos detalles: "no puedo estar en un partido al que no voy a votar en el ámbito regional por su deriva nacionalista", insiste en alusión a su disconformidad con la política lingüística que defiende el actual líder del PP balear, Biel Company. Pero, quizá, lo más llamativo sea su lamento de que "hace meses pedí hablar con Pablo Casado y ha sido imposible".
De hecho, ni siquiera hubo ocasión de mantener ese contacto ayer para anunciarle su salida. Bauzá se lo comunicó a su ya ex jefe, el portavoz el Grupo Parlamentario Popular en el Senado, Ignacio Cosidó, porque la renuncia al carné del partido lleva aparejada también la del escaño en el Senado, algo de pura lógica política que no siempre se practica, aunque para cuando habló con el portavoz la decisión ya era pública.
Niega ninguna oferta de Vox para las elecciones de mayo
A partir de ahora seguirá diciendo lo que piensa en plataformas cívicas, coloquios, conferencias y artículos. Da "un paso al lado" al tiempo que niega que haya habido ninguna oferta de Vox. Pero el partido de Santiago Abascal anda a la caza de populares disconformes con los que componer sus candidaturas a las elecciones locales, autonómicas y europeas del 26 de mayo. Ya lo han intentado con el ex alcalde de Valladolid Javier León de la Riva y ahora su persona puede resultar tentadora para Vox.
No le falta ni perfil propio, ni grado de conocimiento entre su potencial electorado si concurriera a las autonómicas, "pero la mía es una decisión ideológica, sin más cálculos". De hecho, asegura estar sopesando ofertas del sector privado, además de una farmacia propia "a la que siempre puedo volver". Asegura que "no hay ofertas de Vox, no me he sentado con nadie, para nada. No hay nada", insiste para recordar, sin embargo, que en Baleares, "el primero que compró mi discurso fue Ciudadanos y ahora lo copia Vox".
"No hubo debate ideológico en la convención del PP, no se pudo participar", critica
A su juicio, el PP balear de Company "está proponiendo todo lo contrario a lo que yo hacía siendo presidente y exactamente lo mismo que los nacionalistas. Todas las decisiones que ha tomado, todas, van en esa línea y yo no puedo votarles", reitera ante un anuncio que ha pillado a todos con el pie cambiado, sobre todo habida cuenta de que este fin de semana acudió a la convención nacional del PP.
Pero el primer dirigente popular que puso en práctica la celebración de congresos del partido abiertos a la militancia y se negó a llevar en sus listas a un sólo imputado, también tiene motivos para la queja ante una cita que debiera haber servido para un "rearme". De hecho, "todo el mundo pensaba que iba a ser una convención ideológica, donde se hicieran textos a los que hacer enmiendas y propuestas, pero no se pudo participar y era de eso de lo que hablaba todo el mundo. No ha habido debate ideológico todavía está abierto", denuncia.
Ante el reproche de la dirección nacional de que debería haber expresado sus críticas en los órganos internos del partido responde tajante que "es imposible que Génova diga eso porque lo llevo diciendo durante años en todos los órganos del partido y a Ignacio Cosidó. Lo sabe todo el mundo. He intentado hablar con Pablo Casado, ha sido imposible. La dirección del partido lo conoce", reitera para defender que "me caracterizo por no decir fuera nada que no haya dicho antes dentro". Y, de hecho, recuerda que en la Junta Directiva Nacional que convocó el congreso extraordinario del partido donde se eligió a Casado "defendí que había una serie de cosas que había que cambiar".
Dice compartir el discurso de Casado pero en Baleares "se está mirando para otro lado"
No deja de ser paradójico que asegure compartir "al cien por cien" el discurso de Casado, que califica de "extraordinario", pero "de poco sirve si solo se queda en un discurso, si en Baleares se está mirando hacia otro lado". "¿Qué hago yo aquí?", se pregunta en otro momento de la conversación ante una renuncia que ha creado un indisimulado malestar en el PP a tan sólo cuatro meses de las elecciones autonómicas y con unos argumentos que darán artillería a los adversarios políticos durante la campaña, sobre todo a Ciudadanos y Vox.
"Podría haber seguido con una comodidad total y seguir callado, sin decir nada", hasta esas elecciones, "pero es que lo que llevo diciendo durante años", concluye.