Esta accidentada legislatura podría dar cobijo a la tercera moción de censura si la manifestación que se celebra el domingo en Madrid -convocada por PP y Ciudadanos y a la que se ha sumado Vox- "es un clamor contra la política de Pedro Sánchez en Cataluña", indican fuentes próximas a Pablo Casado. Y el espíritu con el que se abordaría, cosa aún por decidir, no es el de una moción instrumental, condenada a la melancolía de ser rechazada, sino con el de conseguir los apoyos suficientes para desalojar a Sánchez de la Moncloa. Desde Génova señalan tajantes que "si vamos a una moción es para ganarla", aunque, a priori, las cuentas no salen.
Y es que los cálculos que hacen en el primer partido de la oposición son, cuando menos, osados. A un hipotético respaldo de Ciudadanos, -que, de momento, arrastra los pies-, UPN, Coalición Canaria y Foro Asturias, el equipo de Casado apuesta por el apoyo, mucho más improbable, del PNV. Pero, con ser difícil, no paran ahí, porque están convencidos de poder atraer a los descontentos del PSOE, que no son pocos.
"Dentro del Grupo Socialista hay gente muy cabreada" y no hablan sólo de la ex portavoz parlamentaria Soraya Rodríguez, sino de "otros muchos diputados" que compartirían la opinión de ésta y de los presidentes de Extremadura o Castilla-La Mancha, Guillermo Fernández Vara y Emiliano García Page, respectivamente, respecto al "relator" que mediará la mesa de partidos con el independentismo. Pero no sólo, porque Alfonso Guerra, Felipe González y Elena Valenciano se suman al grupo de entre perplejos e indignados con el presidente del Gobierno y líder del PSOE. La eurodiputada socialista, que califica de "lamentable" la actitud del PP, recuerda cómo los socialistas españoles en Europa se han “desgañitado cuando los independentistas pedían mediación para el conflicto”.
Si la concentración es un éxito, Casado "esta dispuesto a sentarse con los partidos constitucionalistas"
Admitiendo el PP que una cosa es ser críticos con Sánchez y otra que esos diputados díscolos contribuyan a llevar a Casado a la presidencia del Gobierno, aunque fuera para convocar elecciones de inmediato, apuntan a que "hoy no, pero a ver qué pasa después del domingo y de la comparecencia de Sánchez" en la Cámara Baja. El PP se apresuró a pedir dicha comparecencia tras estallar la controversia en torno a la aceptación, por parte de Moncloa, de una figura mediadora, reivindicación histórica del independentismo, basada en la idea del déficit democrático de las instituciones españolas. Sin embargo, lo más probable es que la Junta de Portavoces evite a Sánchez el trago de tener que aclarar en el Congreso lo que la vicepresidenta, Carmen Calvo, fue incapaz de explicar.
Si la manifestación en el Plaza de Colón de Madrid resulta un éxito, Casado "está dispuesto a sentarse con los partidos constitucionalistas para ver qué se hace". El líder del PP, de momento, ha declarado que la mejor moción de censura es la del día 26 de mayo, cuando tienen lugar los comicios locales, autonómicos y al Parlamento Europeo, sin llegar a descartar un "superdomingo" que añada las dos urnas de las elecciones generales, al Congreso y al Senado.
Ataque del PNV a la "derecha española"
El PP tiene 134 diputados, Ciudadanos, 32 y PNV, cinco. En total 171. A ellos habría que sumar los dos de UPN, más los que tiene Foro Asturias y Coalición Canaria, uno cada uno, lo que les dejaría a un escaño de la mayoría absoluta que exige la moción. Bastaría con un "cabreado" socialista para sacar a Sánchez de Moncloa siempre en la hipótesis improbable, pero no imposible, de que los nacionalistas vascos se subieran a este barco. Si tenemos en cuenta que poco después de aprobarle los Presupuestos a Mariano Rajoy, tras conseguir importantes concesiones económicas para Euskadi, apoyaron la moción contra éste, no resulta descabellado pensar que pudieran protagonizar otro giro dramático de guión.
Es nauseabundo lo que está haciendo la derecha española: que nadie nos espere en Colón. #videoblog #bideobloga pic.twitter.com/PnioNMtQRc
— Andoni Ortuzar (@andoniortuzar) February 7, 2019
Por el momento, el presidente del PNV, Andoni Ortúzar, no parece abrirse a esta posibilidad. En un breve pero contundente tuit considera "naseabundo" lo que "está haciendo la derecha española: que nadie nos espere en Colón". ¿Y qué pasa con Ciudadanos? Pues su presidente, Albert Rivera, lamenta que su formación y el PP no sumen mayoría suficiente en el Congreso para sacar adelante una moción contra Sánchez. "Los números son los que son", dicen desde Ciudadanos, poco proclives a ir a una moción instrumental que, como la que presentó Podemos en junio de 2017, no salga adelante. En este caso, fuentes del Grupo Popular señalan, respecto a las reticencias de la formación "naranja" que, en caso de abrirse la negociación sobre una moción, "la presión pasaría a Cs".
En definitiva, la concentración de este domingo es el campo de pruebas que permitirá medir el grado de rechazo a la ejecutoria del Gobierno respecto al desafío soberanista, pero un éxito de la cita no garantiza los votos suficientes en el Parlamento. Por eso, en el PP puntualizan que "la moción aún no se va a plantear aunque no se descarta. Vamos a ver el éxito o no de la manifestación para tomar decisiones y, si no tenemos los votos necesarios, no la plantearemos". Los mismos medios aseguran que la moción no ha sido objeto de debate en las conversaciones que han mantenido los secretarios generales de PP y Ciudadanos, Teodoro García Egea y José Manuel Villegas, respectivamente, para organizar el acto del domingo, ni en los contactos de Casado con Rivera y con Santiago Abascal.
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