Cada vez que me encuentro con Ignacio Aguado, me invade una sensación de calma y de normalidad, lo cual, en los tempestuosos tiempos políticos que corren, es mucho decir. En el caso de quien dentro de unos días será, con práctica seguridad, el candidato oficial de Ciudadanos para competir por la presidencia de la Comunidad de Madrid, una equilibrada combinación entre un carisma discreto, sin estridencias, mezclado con la dosis adecuada de preparación intelectual -Aguado cuenta con un doble grado en ADE y Derecho- y una experiencia profesional muy rica ya, a pesar de su juventud, como ejecutivo en una gran multinacional en el sector de la energía, hace que sea uno de los mejores representantes de esa nueva política que creo que España necesita.
Joven, preparado, dinámico y con ideas… pero sobre todo con un proyecto ilusionante en su cabeza y sin lastres del pasado. Rodeado de un extraordinario equipo, es consciente de que lo que lo que se juega en los próximos meses, con una convocatoria de elecciones generales recién puesta sobre la mesa por el presidente del Gobierno, es nuclear para el futuro de España. Y tiene muy claro, al igual que los dirigentes y candidatos de su partido, que Ciudadanos va a dar la batalla por liderar los próximos gobiernos del cambio; en España y en la mayoría de las comunidades autónomas.
Pregunta.- En este momento, Ignacio, con unas elecciones generales recién convocadas para el próximo 28 de abril, el panorama con el que nos encontramos si miramos a la derecha es el de un Partido Popular mucho más escorado que el que existía antes de su pasada Convención Nacional de julio de 2018. ¿Hasta qué punto a Ciudadanos le puede beneficiar, o no, esa derechización de los populares de Pablo Casado?
Respuesta.- Hay un sentido estratégico del PP en todo esto, que es intentar frenar la vía de agua que tiene en el casco y que les ha abierto Vox. Pero un partido pierde la credibilidad cuantos más tumbos da. Y el PP se encuentra en esa dinámica de no saber cuál es su espacio; no sabe si quiere irse a la derecha, si quiere irse al centro... eso, a diferencia del PP, a nosotros no nos ocurre.
P.- ¿Dónde quieren ir ustedes? Siempre se ha acusado a Ciudadanos de oportunismo por parte de la oposición a su partido; más recientemente se ha puesto de moda ese calificativo de la veleta naranja. Se les dice que van buscándose permanentemente, pero yo sí creo que ustedes tienen bien elegido su camino. Que lo tienen muy claro.
R.- Seguimos en el sitio en el que nacimos. En un centro liberal, que huye de las etiquetas viejas en las que el PP y el PSOE se sienten tan cómodos derecha-izquierda... porque ya no resuelven los problemas. El debate hoy en Europa y en el mundo es el de sociedades abiertas frente a sociedades cerradas, fiscalidades elevadas o bajas, globalización frente a regionalismos. Debates que no tienen encaje en los viejos conceptos de izquierda derecha pero que sí lo tienen en un centro liberal y europeísta, que es mucho más capaz de resolver los problemas del siglo XXI en vez de
seguir intentado replicar los problemas del XX y traerlos a este siglo con soluciones pasadas.
Por eso estamos cómodos donde estamos y no tenemos que movernos; porque hemos nacido aquí. Creemos en la libertad, en el progreso, y entendemos además que en ese centro nos acompañan la mayoría de los españoles que apuestan por la libertad y por la igualdad de oportunidades. Las elecciones se ganan por el centro y España es un país moderado y que quiere buenos gobernantes, que estén preocupados por los problemas de los ciudadanos y no por los problemas internos de los partidos. Gobernantes que les hagan la vida más fácil.
Madrid tiene unos mimbres tan potentes que está en disposición de competir con las mejores regiones del mundo, como Berlín, California o Singapur
P.- Estamos, señor Aguado, por si no fuera suficiente con esa convocatoria, ya en firme, de elecciones generales, en pleno juicio contra el golpe independentista catalán y la declaración de la ilegal DUI. Un asunto que ha tenido una especial transcendencia en el resultado de las pasadas elecciones andaluzas y que amenaza con colarse de lleno en la campaña para estas elecciones generales recién convocadas del 28 de abril. Deme alguna pincelada acerca de cómo lo ve.
R.- Este juicio es consecuencia de haberse saltado las leyes, no de la manera de pensar de nadie. A quien no le guste que se aplique el Código Penal, que no lo infrinja. Así de sencillo. Será la Justicia quien decida. Yo seré muy respetuoso con la Justicia y sus decisiones. Lo que hay que intentar desde el plano político es que las reglas básicas de convivencia se respeten, cosa que no está ocurriendo en Cataluña. Hace algunas semanas le rompieron la nariz a un concejal de Ciudadanos allí y el propio alcalde se felicitó por ello... es inaceptable que haya un presidente del Gobierno
que haya estado mirando para otro lado y haya estado cediendo a las presiones separatistas solo por su interés particular, no por el interés general. Solo por haber conseguido estar quince minutos más en La Moncloa y en el Falcon.
P.- Esta crispación tremenda que tenemos en los últimos días y semanas, en los que hemos llegado a ver incluso la profanación de las tumbas de Pablo Iglesias o de La Pasionaria, ¿se debe exclusivamente a la escalada verbal de los políticos, con insultos como los de Pablo Casado al presidente del Gobierno que ya hemos escuchado, o hay otras razones?
R.- Hay muchos factores. Hay una presión populista en España que ya se está produciendo en otros países de la Unión Europea, y España no es una excepción. En nuestro país, ante la debilidad del Estado para abordar numerosas reformas, el populismo crece más rápidamente. Además de esto, los discursos grandilocuentes, forzados y exagerados, tampoco ayudan. Aunque el responsable de esos sucesos del cementerio de La Almudena que usted me detalla es el propio ciudadano que lo hace, lógicamente. Yo, desde luego, lo condeno enérgicamente. Estoy convencido de que entre todos podemos conseguir reorientar la situación, dar un golpe de timón y recuperar el rumbo mirando a la cara a la gente y recuperar el sentido de los que son sus auténticos problemas. Es la única forma de olvidarnos de estas guerras que no han conducido más que al bloqueo: legislativo, institucional... y que han llevado a la pérdida total del presidente del
Gobierno que acaba de anunciar elecciones anticipadas. Un presidente que llegó ya mintiendo y que no ha dejado de hacerlo. Dijo que iba a convocar elecciones en cuanto se normalizara la situación y ha tardado en hacerlo como y hemos visto, y dijo también que llegaba porque había una cierta urgencia social y no la ha resuelto en este tiempo.
Un partido pierde la credibilidad cuantos más tumbos da. Y el PP se encuentra en esa dinámica de no saber cuál es su espacio
P.- Lo que sí está claro es que ustedes defienden que siguen siendo muy progresistas en lo social, además de liberales en lo económico. Una de sus últimas propuestas ha sido la de declarar Fiesta de Interés Turístico el Día del Orgullo Gay. ¿Por qué se han decidido a dar este paso?
R.- Ser liberal no lo es solo en lo económico, sino que es una forma de vivir la vida. Es creer en la libertad, y por supuesto que tiene cabida la bandera LGTBi en una concentración en la que se reivindica la unidad entre los españoles porque forma parte de la libertad que se garantiza bajo la bandera de España. Y por supuesto que es apoyar la libertad el apoyar que determinados colectivos puedan expresarse y blindar sus reivindicaciones y sus celebraciones otorgándoles el mayor grado de protección posible, a nivel autonómico, a través de esa declaración de Fiesta de Interés Turístico regional. Lo que estamos consiguiendo es dotar de visibilidad a esta reivindicación festiva, fomentando que venga a Madrid gente de otros lugares para conocer y acercarse a un colectivo que a lo mejor antes desconocía y blindando, como digo, ante determinados grupos o sectores políticos que quieren minimizar lo que supone el Orgullo y lo que ha supuesto en los últimos años para cientos de miles de personas.
P.- ¿Por qué tienen que votarle los madrileños el día 26 de mayo? Porque no olvidemos que tras las elecciones generales están esas importantísimas elecciones municipales y autonómicas.
R.- Porque yo creo que los madrileños merecen tener un presidente de la Comunidad que tenga una visión clara, que genere certidumbre, que sepa hacia dónde quiere dirigir el barco. Hoy por hoy no lo tenemos y yo les ofrezco a los madrileños un proyecto a doce años, a 2030. Que miremos todos en la misma dirección, que apuntemos a Europa, que apuntemos a competir con las mejores regiones de Europa y del mundo. Regiones que lo están haciendo bien en materia de empleo, de transparencia, de inclusión social... que les copiemos. Si lo hacemos, habremos roto el techo de cristal en el que nos ha instalado el PP. Ese PP que nos ha hecho creer que todo va bien. Pues no, no va todo bien. Madrid tiene unos mimbres tan potentes que está en disposición de competir con las mejores regiones del mundo. Vamos a ver que hacen Berlín, California, Singapur... no debemos ser complacientes ni conformarnos con más de lo mismo. Después de 20 años de las mismas recetas, es positivo que entre un equipo de gobierno con una visión clara y ganas de llevarla a cabo.
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