Política

Comienza el baile: la ex presidenta del Parlamento de Castilla y León camino de Cs

El PP teme que Ciudadanos y Vox "toquen" a muchos de los suyos para las listas del 28-A y del 26-M

La ya ex presidenta de las Cortes de Castilla y León, Silvia Clemente
La ya ex presidenta de las Cortes de Castilla y León, Silvia Clemente | EFE

El sonoro portazo que ha dado la presidenta de las Cortes de Castilla y León, Silvia Clemente, al que hasta este miércoles era su partido, el PP, inaugura el baile de candidatos previo a las elecciones generales del 28 de abril, pero, también a las locales, autonómicas y europeas que se celebran el 26 de mayo. Clemente, que ha argüido haberse sentido maltratada y ninguneada por el sucesor de Juan Vicente Herrera, ya de salida, podría estar preparando su desembarco a Ciudadanos, según fuentes populares.

Que Clemente era persona de confianza del equipo de Herrera y no de Alfonso Fernández Mañueco, presidente del PP castellanoleonés y actual candidato autonómico, era sabido por todos. En el entorno de Mañueco aseguran que Clemente se va por no ver cumplidas sus expectativas, porque "lo quería todo, desde siempre", aunque no especifican cuál era esa supuesta carta de exigencias incumplidas que ha terminado con su salida no sólo del cargo, sino también del PP.

Que deje el carné de militante es, para los populares, la confirmación de su marcha a Ciudadanos después de una larga carrera política en Castilla y León donde lo había sido casi todo desde 2001: consejera de Medio Ambiente, de Cultura y Turismo y de Agricultura y Ganadería para acabar siendo elegida, 14 años después presidenta de las Cortes.

Las heridas en el PP castellanoleonés siguen abiertas

En cambio, el último congreso regional, celebrado hace dos años, fracturó el partido entre los partidarios del candidato, Antonio Silván, alcalde de León y avalado por Juan Vicente Herrera para su sucesión, y Alfonso Fernández Mañueco, al que respaldó Génova. Mañueco ganó con enorme holgura con el 67,59% de los votos frente al 31,5% de su adversario, en muy buena medida gracias al empeño que puso en esa empresa el entonces coordinador general del partido y zamorano, Fernando Martínez Maillo. Sin embargo, Silván apostó por caballo ganador en el congreso extraordinario del PP de julio del año pasado, que encumbró a Pablo Casado a la presidencia en sustitución de Mariano Rajoy, lo que le permitió mantenerse en la ejecutiva nacional. Aún así, la organización en Castilla y León no ha terminado de cerrar sus heridas internas.

También Vox se ha fijado en algún destacado miembro del PP castellanoleonés para intentar atraerlo a sus filas. Fue el caso del ex alcalde de Valladolid, Francisco Javier León de la Riva, un perfil políticamente incorrecto con polémicas varias a cuenta de los derechos de las mujeres, el matrimonio homosexual o el colectivo LGTBi, que tanto gusta a la formación de Santiago Abascal. Parece que, en este caso, los cantos de sirena no han fructificado.

La incógnita Bauzá

Otro nombre que, previsiblemente, puede dar el salto y cambiar de formación política es el ex presidente de Baleares José Ramón Bauzá, quien ,como Clemente, ha roto totalmente con el PP al dejar su escaño en el Senado y deshacerse del carné de militante por sus discrepancias con la política pancatalanista que, a su juicio, desarrolla el actual presidente del PP Balear, Biel Company. A Bauzá se le podría abrir la puerta de regreso a Madrid bien con Vox, -con quien le separa, no obstante, la educación trilingüe, uno de sus grandes caballos de batalla- sin descartar tampoco Ciudadanos.

El partido de Santiago Abascal es consciente de sus enormes dificultades para completar listas de cara a los cuatro comicios que se celebrarán en España en menos de un mes, esto es, generales, locales, autonómicas y europeas además de a diputación y consejos insulares en según qué Comunidades Autónomas y todo ello defendiendo, como defienden, que hay que acabar con las autonomías. De hecho, han asumido la imposibilidad de celebrar primarias con un mínimo de garantías al objeto de evitar "arribistas y oportunistas".

Desde el PP vaticinan que los de Abascal "van a tener muchos problemas con sus candidatos y, en cuanto aparezcan dos o tres chalados de Vox con la bandera preconstitucional se les va a caer el mensaje", aunque asumen que intentarán tocar a muchos de los suyos.

Te puede interesar