Entre bambalinas, guiadas por una extraordinaria fe en el progreso humano, son muchas las mujeres que han ayudado a construir Europa y que siguen haciéndolo. La mayoría son invisibles pero manejan los hilos con una habilidad extraordinaria. Todas ellas inspiran estas palabras. Aún son excepcionales quienes alcanzan puestos de poder en las instituciones europeas. Sin embargo, su impronta en la Europa que hoy conocemos y en la del futuro es enorme.
Desde las abuelas pioneras como Bertha von Suttner, promotora del Nobel de la Paz, hasta las jóvenes estudiantes activistas contra el cambio climático, como Greta Thunberg, tienen en común su lucha por los más desfavorecidos en cada momento histórico, su defensas de la paz, y su compromiso con los valores de la libertad y la justicia.
Durante años se habló exclusivamente de padres fundadores (Jean Monnet, Robert Schuman, Konrad Adenauer, Alcide de Gasperi, entre otros). Ahora las instituciones europeas han cambiado la terminología y se refieren a los pioneros y pioneras. Como pioneras figuran las dos únicas presidentas del Parlamento Europeo, Simone Veil y Nicole Fontaine, junto a Ursula Hirschman, fundadora del federalismo europeo.
Victoria Martín de la Torre, autora de Europa, un salto a lo desconocido (Ediciones Encuentro), explica que su próximo desafío es sacar a la luz a esas mujeres que en las sombras tejieron las redes del proyecto europeo. "Hay mujeres muy interesantes de las que nadie ha investigado y no se considera que fueran madres de Europa porque no tuvieron un cargo de gobierno. Hacían de conexión entre los políticos", señala Martín de la Torre.
Algunas estuvieron en el Congreso de La Haya de 1948, donde el británico Winston Churchill esgrimió un europeísmo que hoy llama la atención en el Reino Unido del Brexit. Sin embargo, en la mayor parte de las fotos la única mujer que aparece reconocible es la reina Juliana de Holanda.
El club de las pioneras
De la Torre explica cómo un paseo por los edificios de las instituciones nos permite confirmar que hay pocos nombres de mujeres a las que se rinden honores en Bruselas y Estrasburgo. Con dos gloriosas excepciones el edificio Louise Weiss, sede del Parlamento en Estrasburgo, y el Agora Simone Veil, la explanada que da acceso a las instituciones en Bruselas.
Un callejón en Bruselas cercano al centro de visitantes evoca a Bertha von Suttner, autora del clásico Abajo las armas, fue la primera mujer que recibió el Premio Nobel de la Paz por su incansable compromiso pacifista.
Trabajó con Alfred Nobel y le convenció para dotar los premios con su nombre tras su descubrimiento de la dinamita. Su europeísmo nace de su esfuerzo por evitar guerras entre naciones. Murió poco antes del inicio de la I Guerra Mundial.
Merece un puesto entre las pioneras es la española Clara Campoamor (1888-1972), que se enfrentó a todos para que se aprobara el sufragio universal femenino en España. La eurodiputada Beatriz Becerra, otra de esas mujeres que hacen Europa día a día, asegura que es su referente. Becerra, como sus compañeras eurodiputadas, realiza una encomiable labor para que los ciudadanos nos beneficiemos de una Europa de valores.
"Fue (y sigue siendo) un personaje incómodo. Se enfrentó a todos para lograr el derecho al voto de las mujeres y, a diferencia del esfuerzo colectivo de las sufragistas en otros países, en España lo consiguió ella sola, y lo pagó con el exilio y el olvido a derecha e izquierda. Hoy, más que nunca, me siento muy cerca de ella, que afirmó sin medias tintas: 'Estoy tan alejada del fascismo como del comunismo: soy liberal'", explica la eurodiputada, vicepresidenta de la subcomisión de Derechos Humanos.
Nacida ya en el siglo XX, en 1913, Ursula Hirschmann se ha ganado su puesto entre las fundadoras por ser una de las impulsoras del federalismo europeo. De familia judía, creció en Berlín, donde primero militó en las filas socialdemócratas. Luego se volcó en la lucha antifascista para evolucionar hacia el europeísmo al final de la II Guerra Mundial. Creó en 1975 en Bruselas la Asociación de Mujeres por Europa.
La alsaciana Louise Weiss (1893-1983) pronunció el primer discurso en la sesión inaugural del Parlamento Europeo en 1979. Era la eurodiputada de mayor edad. Europeísta convencida, periodista y escritora, dirigió el semanario La Nueva Europa (1918.1934), se unió a la resistencia y tituló su legado literario como Memorias de una europeísta.
"A pesar de las amenazas de todo tipo que pesan sobre ella, el deber de Europa es el de seguir ayudando a los desheredados de este mundo. Tal es aún su responsabilidad. […] En cualquier caso, que nunca nos abandone la conciencia de ser herederos y testadores; los herederos de una espiritualidad esencial y los testadores de esta espiritualidad en beneficio de las generaciones futuras", fueron las palabras de Weiss en esa sesión histórica. La también francesa Simone Veil se convertiría entonces en la primera mujer presidenta del Parlamento Europeo. Solo ella y Nicole Fontaine han ocupado este puesto.
La vida de Simone Veil (1927-2017), superviviente del Holocausto, es un reflejo de la capacidad de superación del ser humano. Siempre se preguntó por qué ella había sobrevivido a la barbarie de los campos de concentración cuando fueron tantos, y muchos en su familia, los que murieron.
En su trayectoria de compromiso con la lucha por la igualdad de las mujeres, contra el antisemitismo y los totalitarismos encontró el sentido de su vida y enriqueció la vida de miles de personas.
Dotada con una mente privilegiada y dotes visionarias, en su país hizo posible que se aprobara la ley del aborto cuando ocupó la cartera de Sanidad con el presidente Valéry Giscard D'Estaing. Dijo en la Asamblea Nacional francesa sobre la ley de interrupción del embarazo: “Quiero compartir una convicción de las mujeres. Me excuso por hacerlo ante una asamblea casi exclusivamente constituida por hombres: ninguna mujer recurre al aborto alegremente”.
Como presidenta del Parlamento Europeo, se guió por su fe en "una Europa basada en la libertad y la democracia, unida contra la violencia, el totalitarismo y el fascismo". Nunca se quitó el tatuaje con el número que le grabaron en el campo de concentración: 78651.
¡Conoce a las mujeres que ayudaron a dar forma a #Europa 🇪🇺!
Simone Veil, abogada, política francesa, una fiel defensora de los derechos de las #mujeres, fue elegida en 1979 Presidenta del #ParlamentoEuropeo hasta 1982, aunque siguió siendo miembro hasta 1993 🙌 #EUWomen pic.twitter.com/ONg0kncLP8— Comisión Europea (@ComisionEuropea) February 21, 2019
Al frente del Parlamento Europeo (1999-2002) también estuvo la francesa Nicole Fontaine (1942-2018), que asumió como prioridad acercar Europa a los ciudadanos. Fontaine se distinguió por su labor diplomática y su habilidad para forjar consensos.
En segunda y tercera fila
Beatriz Navarro, que fue corresponsal de La Vanguardia en Bruselas más de una década y recibió en 2018 el Premio Salvador de Madariaga, señala también que son muy relevantes "las que están en segunda, tercera fila en las cumbres europeas y que trabajan para hombres que ocupan los puestos de responsabilidad política". D
De alguna manera aún se repite ese esquema que vimos en La Haya. Capítulo aparte merecen las periodistas, que simbolizamos en Beatriz Navarro y en todas las que han estado y están destinadas en Bruselas, o cubren desde sus redacciones temas comunitarios. También construyen Europa.
Algunas, añade Beatriz Navarro, llegan a primera línea, como la española Arancha González, actual directora ejecutiva del Centro de Comercio Internacional (la agencia conjunta de la ONU y la OMC sobre Comercio y Desarrollo), a quien conoció la periodista como portavoz del comisario de Comercio, Pascal Lamy.
En la lista que publica cada año Politico sobre las mujeres que dan forma a Europa Arancha González figuraba en el número 2, después de la presidencia invisible en alusión a la falta de mujeres en la presidencia de la Comisión, del Consejo o del Parlamento. También en segundo plano, pero muy cerca del presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, está ju jefa de gabinete, la española Clara Martínez Alberola.
También destaca Navarro a Cristina Gallach, quien fuera portavoz de Javier Solana en la OTAN y luego cuando fue Mr. Pesc, para también prestar funciones como directora de comunicación del Consejo y luego desempeñar el cargo de secretaria general adjunta para Comunicación e Información Pública en la ONU. Ahora es Alta Comisionada del Gobierno español para la Agenda 2030. En su excepcional trayectoria ha destacado por su apoyo a la igualdad de género.
De modo que hay muchas mujeres que mueven los hilos en la sombra en las instituciones europeas, y merecerían mayor visibilidad. Pero ni siquiera la mayoría de quienes son parte de la historia o bien desempeñan un papel crucial actualmente cuentan con el debido reconocimiento, salvo excepciones.
Mamá Erasmus
La prueba sería preguntar, fuera de su país de origen, quién fue la impulsora del program Erasmus, que facilita el intercambio de estudiantes entre los países de la UE, uno de los mayores logros de la Europa de los ciudadanos. Se llama Sofia Corradi, más conocida como Mamma Erasmus.
La Unidad de Redes Sociales de la Comisión Europea, a cargo de Pablo Pérez-Armenteros, ha puesto en marcha una iniciativa para dar a conocer a algunas de las mujeres "que han ayudado a construir la Europa que conocemos".
Pérez-Armenteros señala que se pretende "crear un vínculo entre el pasado (mujeres que contribuyeron a moldear Europa), con el presente (comisarias actuales) y el futuro". Con este fin cada semana desde hace un mes comparten el perfil en redes de una mujer relevante en la historia reciente de Europa.
¿Sabes quién está detrás del programa #Erasmus?😃
Sofia Sofía Corradi, la "Mamma Erasmus" 💙 es la fuerza que impulsa el programa internacional más importante para los estudiantes de la UE🇪🇺 ¡Gracias por brindarnos esta gran experiencia cultural! 🧳✈️📚👏 #EUWomen pic.twitter.com/F8M2CRsiWo— Comisión Europea (@ComisionEuropea) March 2, 2019
Sofia Corradi (Roma, 1934) se convirtió en una activista de la movilidad educativa por una mala experiencia personal. En 1957 cursó un doctorado en derecho comparado gracias a una beca Fulbright. Al regresar, en 1959, se topó con incontables obstáculos para que Italia reconociera los títulos adquiridos en la Universidad de Columbia.
Fue en 1987 cuando se aprobaron las primeras becas Erasmus. El comisario español Manuel Marín ayudó a que la idea cobrara forma en su última fase. Unos cinco millones de universitarios europeos se han beneficiado de estas ayudas.
El presupuesto para el próximo quinquenio aumenta su dotación un 2,2%, con más de 15.000 millones de euros. Las dotaciones por alumno son escasas pero los estudios son convalidados. Corradi recibió el premio Carlos V de la Fundación Yuste en 2016.
Suele decir en broma que solo le falta ser madrina de bautizo de un bebé Erasmus. Su tenacidad le llevó a promover el proyecto que los ciudadanos hoy ven como más efectivo y cercano de los emprendidos por la Unión Europea.
Otros logros muy cercanos al día a día como la eliminación de los gastos del roaming han de asociarse a tres mujeres: las comisarias Viviane Reding y Neelie Kroes y la eurodiputada Pilar del Castillo. Junto a ellas, destaca Beatriz Navarro, a Pervenche Berés, que impulsó la reforma de la regulación financiera, desde la comisión de Asuntos Económicos.
La presidenta invisible
Como recordaba Politico en su ranking de 2018, nunca la Comisión Europea ha tenido al frente a una mujer. En el Consejo las más relevantes han sido la canciller Angela Merkel, que vive ahora su ocaso, y la primera ministra británica, Theresa May, quien ha lidiado con el Brexit y está a punto de despedirse de las cumbres.
La Historia dirá si a Angela Merkel se le recordará más por la feroz austeridad que asfixió al sur, o por su tolerancia con la migración, en línea con los principios europeos de protección a los perseguidos.
En el pasado fue muy influyente la ex primera ministra británica, Margaret Thatcher, si bien nada más lejos de ser una convencida europeísta.
El actual presidente de la Comisión, Jean-Claude Juncker, animó a los países al principio de su mandato, en 2014, a designar mujeres. "Sugería que podrían acceder a carteras de mayor relevancia", señala Belén Becerril, subdirectora del Instituto Universitario de Estudios Europeos.
Efectivamente en la Comisión Juncker, que está de salida, hay nueve mujeres del total de 28 puestos. Ocupan carteras muy relevantes como Competencia (Vestager), Comercio (Malmström), Justicia (Jourova), Empleo (Thyssen), Transporte (Buic), Mercado Interior (Bienkowska) Política Regional (Cretu), Economía Digital (Gabriel) y Política Exterior (Federica Mogherini, como Alta Representante).
Solo ha habido hasta ahora una comisaria española, Loyola de Palacio, que fue vicepresidenta de la Comisión y comisaria de Transportes y Energía hasta 2004.
La reina de esta Comisión saliente es la poderosa comisaria de Competencia, la danesa Margrethe Vestager, quien igual planta cara a las poderosas plataformas digitales que se pone a tejer para relajarse. La liberal Vestager aparece en cualquier conversación con expertos y periodistas bruselenses como una mujer con gran capacidad de acción y grandes dotes comunicativas.
En su Twitter aboga por la "revolución del color" y es lo que ha hecho en los grises pasillos de Bruselas.
Have a beautiful Sunday! All the best from sunny Bruxelles. pic.twitter.com/V4zN4Ki2gp
— Margrethe Vestager (@vestager) February 24, 2019
La eurodiputada Beatriz Becerra confiesa que sería su favorita para presidir la nueva Comisión, que se formará después de las elecciones europeas convocadas entre el 23 y el 25 de mayo.
La nueva presidencia de la Comisión Europea debe ser fuerte, audaz, determinada e inspiradora", dice Becerra
"La nueva presidencia de la Comisión Europea debe ser fuerte, audaz, determinada e inspiradora. Hay un buen número de mujeres europeas que calificarían extraordinariamente en este sentido, pero mi favorita es Margrethe Vestager. Además de su trayectoria política previa en Dinamarca, su desempeño como comisaria europea de Competencia me parece ejemplar, y encaja perfectamente con el perfil de presidencia que creo necesitamos en la Comisión para una legislatura enormemente retadora", afirma la autora de Eres liberal y no lo sabes. Becerra, una de las eurodiputadas más activas de la legislatura, aún no está en las listas de ningún partido político para las europeas.
Beatriz Navarro, que ahora escribe para La Vanguardia desde Washington, también destaca "el estilo abierto y decidido con que dirige la cartera de Competencia y su actualización del concepto poder en femenino".
Vestager (1968), primogénita de pastores luteranos, suele contar en las entrevistas que no tiene perfil en Facebook para que sus hijas tengan su propio espacio y no se sientan observadas. Explica con alusiones a la Biblia los entresijos de su negociado y se planta ante los grandes consorcios (Alstom/ Siemens) con la misma naturalidad que cocina pasteles típicos daneses para su equipo.
Uno de sus grandes defensores ee el francés Emmanuel Macron, a quien no le hace gracia el método de los Spitzenkandidaten y puede defender su candidatura si los liberales ganan peso en mayo. Una encuesta de VoteWatch Europe realizada entre un millar de miembros de la burbuja bruselense la situaba en el número dos entre los favoritos a suceder a Juncker, detrás del negociador sobre el Brexit, Michel Barnier.
En esta próxima batalla electoral por los escaños del Europarlamento populares (Manfred Weber), socialdemócratas (Frans Timmermans) y ecologistas ya han elegido a sus cabezas de lista. De momento solo hay una mujer, la ecopacifista Ska Keller, líder de Los Verdes. Los dos grandes partidos en el Parlamento Europeo se prevé que en mayo se queden por debajo del 50%, lo que daría más opciones a liberales y verdes de jugar el papel de king o queenmakers. Sin embargo, aún quedan tres meses y un Brexit por resolver.
En el Parlamento actual la presencia de eurodiputadas supera el 36% y se espera que sea mayor en la próxima legislatura. Hasta ahora el porcentaje ha ido en ascenso. Finlandia es el país con mayor proporción de mujeres (61,5%) y Luxemburgo es el farolillo rojo con apenas un 16%. España está en la media.
Greta y Anuna, el futuro
Aún no tienen la mayoría de edad, pero la sueca Greta Thunberg y la belga Anuna de Weber ya son reconocidas activistas contra el cambio climático. Thunberg, recién cumplidos los 16 años, es quien empezó en Estocolmo a manifestarse todos los viernes ante el Parlamento para recordarles que no hacían sus deberes sobre el cambio climático.
Como esta protesta implica que no va a la escuela, su acto comenzó a ser cada vez más conocido, y para algunos polémico. De Weber, de 17 años, ha encabezado el movimiento ecologista ahora conocido como Fridays for Future en Bruselas.
"Si a los políticos no les importa mi futuro, a mí tampoco", suele replicar Thunberg, a quienes se alarman por su absentismo.
Thunberg y De Weber repasan la cartilla a los políticos con una claridad motivadora. La protesta acaba de llegar a España.
A Greta Thunberg y a Anuna les mueve la misma razón que ayudó a vencer dificultades extremas a Simone Veil, y a muchas mujeres que se mueven por los pasillos de Bruselas, Estrasburgo y las capitales de los Veintisiete y medio. "A pesar de un destino difícil, sigo siendo una optimista. La vida me ha enseñado que con el tiempo, el progreso vence siempre. Es largo, es lento, pero en definitiva en él confío".
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