El coronel de la Guardia Civil Diego Pérez de los Cobos ha descrito este martes en el Tribunal Supremo la "pasividad absoluta" de los Mossos d’Esquadra el 1-O, además de señalar que se dieron situaciones en las que la policía autonómica catalana llegó a "obstruir" la labor de la Policía y Guardia Civil aquel día. El dispositivo de Mossos estaba destinado a "facilitar" la celebración del referéndum y no a impedirlo, ha defendido.
"En algunos casos, los Mossos estaban viendo cómo terminaba la votación y se vio cómo les daban las urnas. Y en otros casos eran los propios Mossos los que sostenían las urnas mientras los ciudadanos depositaban su voto", afirmó el coordinador del dispositivo del 1-O, quien no vio "ninguna acción" de retirada de material por parte de este cuerpo policial durante la jornada.
El testigo, que al inicio del interrogatorio juró decir verdad ante la Sala que preside el magistrado Manuel Marchena, ha relatado cómo tenía desde hacía mucho tiempo una “gran preocupación” sobre qué iban a hacer los Mossos si se consumaba el desafío independentista con la celebración de referéndum de autodeterminación en contra del criterio del Tribunal Constitucional. Los peores presagios se cumplieron.
Pérez de los Cobos explicó que contemplaron “dos grandes hipótesis. El escenario A, con los Mossos de Escuadra impidiendo el referéndum, donde nosotros tendríamos el papel de apoyo y uno B, donde actuaríamos por propia iniciativa”. Tuvieron que decantarse por la segunda la misma mañana de la celebración de la consulta ilegal cuando comprobaron que la actuación de los Mossos “era insuficiente, inadecuada, ineficaz. Tuvimos que actuar nosotros”.
El testigo ha puesto de manifiesto que “durante la madrugada del 1-O nosotros habíamos dispuesto una serie de elementos para tratar de detectar lo antes posible en qué escenario nos encontrábamos. Poco a poco fuimos viendo que nos acercábamos al B. Hablé con el jefe de la Guardia Civil y de la Policía Nacional y los dos me trasladan que se daban las tres condiciones: insuficiencia, inadecuación e ineficacia. Por lo tanto estábamos en el escenario B, porque no estaban impidiendo el referéndum".
El dispositivo de los Mossos, "una estafa"
“No tenía sentido mantener la unidad de actuación porque la unidad de propósito había desaparecido por una de las partes”, recalcó el coronel en el Salón de Plenos del Alto Tribunal donde se juzga a los líderes independentistas del procés. Como declaró ante el magistrado Pablo Llarena en la fase de instrucción, Diego Pérez de los Cobos ha señalado que el dispositivo diseñado por los Mossos para impedir teóricamente la celebración del 1-O fue una “estafa”.
El coordinador policial ha llegado a esa conclusión tras conocer que parejas de la Policía Autonómica se personaron previamente en los locales públicos designados como centros de votación e informaba que se personarían a las 6:00 horas de la mañana del 1-O y que no actuarían si concurrían determinaban circunstancias, como la presencia de niños y personas mayores.
“Sorprendió el grado de virulencia al que tuvimos que hacer frente cuando las unidades trataban de acceder a los colegios. En la mayoría había unos grupos de masas perfectamente conformadas", recalcó el coordinador del 1-O
A ello se suma la movilización de un contingente “insuficiente” –unos 7.000 funcionarios frente a los 12.000 activados con motivo de las elecciones del 21-D, desarrolladas en condiciones “de mucha más tranquilidad–, la distribución de los efectivos “diseminada y atomizada” por toda la comunidad con binomios de agentes “sin efectividad” para impedir el desarrollo de la consulta, la presencia durante todo el día de mossos en los colegios electorales dando una imagen de “normalidad institucional a una actividad ilegal” y haber dictado unas pautas de actuación que “imposibilitaban” haber intervenido el material electoral en caso de que la pareja de funcionarios lo hubiera “pretendido”.
Preguntado posteriormente por la acción popular que ejerce Vox acerca de los “actores” del 1-O, el coronel de la Guardia Civil apuntó a los “convocantes” de la actividad ilegal (Govern), un cuerpo policial (Mossos) que diseñó un dispositivo “encaminado a facilitar el desarrollo” del referéndum y las masas de personas que se congregaron en los centros de votación con los requisitos que “impedirían” la actuación de la Policía Autonómica: la presencia de niños y mayores.
"No hubo ninguna carga policial"
Asimismo, durante el exhaustivo interrogatorio al que lo sometieron Fiscalía, Abogacía del Estado, Vox y las defensas, Diego Pérez de los Cobos ha defendido el uso proporcional de la fuerza que hizo la Policía y Guardia Civil aquel día en Cataluña. "Por parte de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado no hubo ninguna carga policial. El concepto de carga está encaminado a una disolución o a un desalojo de un local. Estas unidades, por un "uso exquisito de la proporcionalidad".
El coordinador del 1-O ha explicado también a preguntas de la ex fiscal general del Estado, Consuelo Madrigal, que les “sorprendió el grado de virulencia al que tuvimos que hacer frente cuando las unidades trataban de acceder a los colegios. En la mayoría había unos grupos de masas perfectamente conformadas que mediante la fuerza física trataban de impedir el acceso de las unidades de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado que tenían obligación de entrar por mandato judicial para impedir el referéndum. La actuación fue absolutamente profesional y proporcional, la actuación estaba encaminada a retirar el material y en ningún caso se encaminó sobre las personas que se encontraban allí, no se intentó ni desalojar ni cerrar los locales”.
Asimismo, Pérez de los Cobos ha descrito cómo los agentes actuaron en muchos casos con “sus propias manos para evitar actuaciones de mayor lesividad”. No obstante, sostiene que hubo “casos de violencia muy grave” como el vídeo de un guardia civil en el suelo recibiendo una patada en la cabeza que “por suerte” no acabó con consecuencias “más graves”.
Por otro lado, a lo largo del interrogatorio, el coronel ha descrito la “difícil” relación que mantuvo con el que fuera mayor de los Mossos, Josep Lluís Trapero, quien vio como una “injerencia” que se le nombrara coordinador del dispositivo policial para el referéndum.
Además, ha puesto de manifiesto su “sorpresa” cuando el 28 de septiembre se celebra la Junta de Seguridad encaminada a impedir la celebración del 1-O y Trapero que no formaba parte de la misma asistió a ella. “Hubo un ambiente muy tenso porque al otro lado de la mesa estaban los convocantes de la actividad ilegal que teníamos que impedir. El señor Trapero se sentó en el lado de la Generalitat e hizo unas intervenciones que estaban en el alinea con el resto de los convocantes de esta actividad ilegal”, subrayó.
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