La ex presidenta del PP vasco María San Gil y la politóloga y columnista Eduarne Uriarte son dos nombres que han entrado en las quinielas para la lista madrileña, en concreto de número dos de Pablo Casado como tiquet electoral para las elecciones generales del 28 de abril, según fuentes populares. Tanto una como otra constituirían un nuevo golpe de efecto más tras el que ha provocado el regreso de Cayetana Álvarez de Toledo, en su caso, encabezando Barcelona, y el fichaje del periodista Pablo Montesinos, al frente de la candidatura malagueña.
San Gil es otro de los nombres del Partido Popular que, como Álvarez de Toledo, dio un portazo al PP de Mariano Rajoy por los mismos motivos, con los matices lógicos de la distancia temporal, puesto que la vasca dejó la primera línea política en 2008 y la segunda en 2015. En resumen, haber abandonado los principios en la defensa de la unidad de España, tibieza frente a los independentistas y desatención a las víctimas del terrorismo, males de los que acusaban al entonces jefe del Ejecutivo. En todo caso, en el entorno de Casado aseguran que éste no ha entrado todavía en la confección de su lista, aunque cuestionan que la elección recaiga sobre una de las dos.
San Gil está cobijada, como Álvarez de Toledo, en FAES
San Gil pasó de ser un símbolo del PP, la imagen de ese partido heroico que, como el PSE, ponía asesinados por ETA, a encabezar el desencanto que, en muy buena medida, acabó abriendo paso a una formación como Vox, puesto que Santiago Abascal dejó la política por los mismos motivos que ella. La diferencia es que San Gil, aún al límite, nunca dejó de tener el carnet de afiliada al Partido Popular. En un discreto plano político, se dejaba ver por FAES, donde José María Aznar cobijó a todos los críticos a Rajoy, también a Álvarez de Toledo. Y, desde aquel fortín, parecen estar volviendo. Porque por la Fundación también pasaron, aunque no regresaron directamente de ella, el actual director de gabinete de Casado, Javier Fernández Lasquetty, y su número dos, Isabel Benjumea.
Cuando Casado anunció sus aspiraciones a presidir el PP, San Gil salió de las "catacumbas" para apoyarle públicamente. Fue, sin duda, fundamental para la campaña del actual líder popular, una manera de restañar heridas con un sector del partido "que Rajoy pensó que era cautivo y se equivocó", dice un miembro de la dirección nacional. No es, de hecho, la primera vez que surge el nombre de San Gil desde que Casado dirige Génova. Ya se habló de ella para la candidatura al ayuntamiento de Madrid, que, finalmente, recayó en José Luis Martínez Almeida. Precisamente este lunes se le preguntó a Martínez Almeida, durante un desayuno informativo del Forum Europa, si pensaba contar con la vasca. Admitió que "no me lo he planteado" pero recordó que San Gil "ha apoyado desde el primer momento a Casado y contamos con el lujo de tenerla".
Casado ya tiene para la lista madrileña a otra mujer vasca, Mar Blanco
La politóloga y profesora universitaria Edurne Uriate es, por su parte, una cara muy conocida de las tertulias televisivas con una evolución ideológica que nunca ha ocultado. De la militancia en el socialismo vasco pasó a abandonar el PSE en el año 2002, también por discrepancias con la lucha contra ETA, que intentó acabar con su vida, y la unidad de España. De hecho, fue una de las fundadoras del Foro de Ermua. Vasca como San Gil, mantiene posiciones de centro-derecha muy identificadas con el PP en asuntos como la lucha contra el independentismo catalán.
Ya tiene, sin embargo, Casado en la lista madrileña otra mujer, vasca, y familiar de una víctima de ETA, Mar Blanco. Aunque en primarias apoyó a la ex vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría, el líder del PP la integró en su equipo una vez ganó el congreso popular extraordinario del pasado mes de julio. Presidenta de la Fundación de Víctimas, lo más probable es que Blanco vaya en la lista madrileña, al igual que en 2016.
"Enfrentada con Maroto"
En todo caso, la presencia de Blanco no sería óbice para el fichaje de San Gil o de Uriarte. Lo peor serían las resistencias internas de un miembro muy destacado de la dirección popular para "tragar" con San Gil. Es el caso del vicesecretario de Organización popular, Javier Maroto, que formó parte de aquel grupo de jóvenes dirigentes vascos que se sintió atacado y menospreciado por ella cuando dio el portazo. Aunque la unidad de ese grupo ha saltado por los aires -del mismo formaban parte también Antonio Basagoiti, Alfonso Alonso, Iñaki Oyarzábal, Borja Semper y Arantxa Quiroga, entre otros- hay heridas que no se han acabado de cerrar.
En cambio, no faltan las voces en el PP que alertan respecto a que, "no necesariamente tiene que ser una mujer la número dos". Recuerdan que también se sopesó el nombre de una mujer para la secretaría general del partido y, finalmente, la elección recayó en el coordinador de la campaña de Casado, el murciano Teodoro García Egea. Asimismo, el equipo de Casado desestimó las presiones para que pusiera a la presidenta del Congreso, Ana Pastor, en segundo lugar por Madrid. Pastor vuelve a encabezar Pontevedra. En todo caso, la Ley Electoral exige que cada cinco puestos de la lista, haya un reparto tres-dos para cada sexo.
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