Las presidencias del Congreso y del Senado entrarán en el paquete de los pactos postelectorales en caso de que el líder del PP, Pablo Casado, tenga opciones de llegar al Gobierno de la nación. Los populares se preparan para un escenario complejo, con una negociación complicada en caso de sumar con Ciudadanos y con Vox, además, fuertemente enemistados entre ellos. Es una negociación a varias bandas en la que entra el reparto del gobierno central, presidencias de Comunidad, alcaldes de ayuntamientos, la comisaría europea y, también, las presidencias de las dos Cámaras.
A fin de cuentas, el pacto en Andalucía entre Juanma Moreno y Juan Marín pasó por ceder la presidencia del Parlamento autonómico a Ciudadanos, elección que recayó en Marta Bosquet, además de la confección de un gobierno de coalición. Siguiendo ese modelo, en el PP y en los Grupos Parlamentarios Populares de ambas cámaras dan por perdida una o, incluso, las dos máximas autoridades de las mismas, que ahora recaen en Ana Pastor y Pío García Escudero. Llegado el momento, Casado quiere un pacto global que dé estabilidad a la legislatura, tanto a la nacional como a la local y autonómica y, para ello, tendrán que sacrificar plazas y cargos importantes.
Vox no entra en la ecuación de reparto de cargos
Incluso en el caso improbable de que Pablo Casado y Albert Rivera no pactaran un gobierno de coalición aún sumando una mayoría suficiente, de alguna manera tendría Casado que pagar el precio de su apoyo a la investidura. Curiosamente, aunque se necesitaran también los votos de la formación de Santiago Abascal, Vox no entra en la ecuación del reparto de cargos "porque a ellos les resulta más fácil y cómodo quedarse en la oposición", dicen fuentes populares.
Formalmente, desde Génova insisten en que "nadie va a tratar de eso ahora", pero oficiosamente no se deja de hablar respecto a las concesiones que habrá que hacer si existe la más mínima posibilidad de llegar al Gobierno de la Nación. "Si llegamos a hablar de hacer un cambio de cromos entre la Comunidad de Madrid y el ayuntamiento para cedérselo a Begoña Villacís, las presidencias de las Cámaras son algo menor" en cuanto a poder real, ejecutivo, dicen fuentes populares siempre y cuando, eso sí, tuvieran la mayoría en las mismas.
De hecho, en la mini legislatura 2015-2016 el PP no presentó batalla por la presidencia del Congreso, que acabó en manos del socialista Patxi López, pero se aseguró la mayoría en la mesa de la Cámara Baja con Ciudadanos. El PP tuvo tres representantes en el órgano rector del Congreso frente a los dos que tuvieron, cada uno, PSOE, Podemos y Ciudadanos. El entonces portavoz del Grupo Popular, Rafa Hernando, le preguntó al expresidente del Congreso Jesús Posada qué era más importante, si presidencia o mayoría. El soriano no lo dudó y el PP no presentó un candidato alternativo a López.
Congreso y Senado pueden acabar controladas por mayorías distintas
En todo caso, el 28 de abril abre la puerta a una peculiaridad que nunca se había dado, esto es, que cada Cámara la controlen mayorías distintas. Una vez que Pedro Sánchez rompió con el pacto tácito desde la Transición de que no se articulaban mayorías de gobierno que no incluyeran al partido ganador de las elecciones, puede darse la particularidad de que Casado sume con Ciudadanos y con Vox en el Congreso, pero no en el Senado. Una mayoría de centro-derecha en el Congreso y otra de izquierdas y nacionalistas en el Senado puede ser una bomba de relojería, el preludio de otro conflicto institucional, que añada aún más inestabilidad a una ya de por sí muy inestable situación política en España.
"Es matemática. Perderemos más senadores que diputados", señala un popular. De hecho, esta legislatura el PP disponía de una sólida mayoría absoluta en la Cámara Alta y no así en el Congreso. Por eso Casado ofreció a Ciudadanos presentar listas conjuntas al Senado, un modo de garantizar la mayoría de centro-derecha por si hay que poner en marcha los mecanismos constitucionales del artículo 155 para intervenir la Generalitat catalana.
Sobre la mesa de negociación también está la comisaría europea. El PP no le hace ascos a promocionar a la misma al cabeza de lista de Ciudadanos, Luis Garicano, decisión que recaería en Casado en caso de llegar a Moncloa. De momento, Génova no ha despejado su candidatura al Parlamento de Bruselas, una lista para la que hay overbooking y donde entrarán con toda probabilidad Dolors Montserrat, Juan Ignacio Zoido, José Manuel García Margallo y Juan Vicente Herrera, entre otros.
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