El Centro Nacional de Inteligencia (CNI) ha logrado desencriptar ya el 40 por ciento del material más sensible incautado en noviembre de 2017 al excomisario vinculado a las cloacas del Estado, José Manuel Villarejo, por orden de la Audiencia Nacional.
Según informan fuentes de la investigación a El Independiente, la labor del Centro Criptológico Nacional (CCN), el ente público dependiente del organismo que dirige el teniente general Félix Sanz Roldán, está permitiendo agilizar la investigación de la operación Tándem ya que en los últimos tres meses ha conseguido acceder a casi la mitad del material cifrado por Villarejo.
El trabajo del CCN se está limitando a averiguar los algoritmos endiablados que preceden a los archivos encriptados y ponerlos a disposición del Juzgado, que a su vez lo remite a la Unidad de Asuntos Internos de la Policía para su análisis e informe.
El 11-M, entre el material encriptado
Entre el material que supuestamente tiene José Manuel Villarejo y que aún no ha sido desencriptado por el servicio secreto español se encuentran grabaciones relacionadas con los atentados del 11-M, según informan fuentes del caso. Esa es, al menos, la versión que el imputado ha dado al Juzgado cuando ha sido preguntado por este extremo en la Audiencia.
El pasado mes de enero el titular del Juzgado de Instrucción Número 6 de la Audiencia, el magistrado Manuel García Castellón, tomó las riendas de la operación Tándem y decidió entregar al CNI todos los dispositivos electrónicos interceptados al agente que la Policía había sido incapaz de descifrar en más de un año de instrucción judicial.
En un primer momento, en concreto el pasado mes de octubre, la Audiencia remitió al Instituto Nacional de Ciberseguridad (Incibe), dependiente del Ministerio de Economía, más de 30 terabytes de información. Sin embargo, dicho organismo tampoco logró desencriptar ese material altamente sensible. De ahí, que García Castellón, de acuerdo con la Fiscalía Anticorrupción, pusiera los dispositivos electrónicos a disposición del CNI a comienzos de año.
Una macrocausa mayúscula
Sin duda, uno de los grandes hándicaps de esta investigación ha sido las dificultades para poder acceder a la mayoría de las grabaciones realizadas durante décadas por Villarejo. Este fue el principal problema con el que se encontró el Grupo III de la Unidad de Asuntos Internos de la Policía hace más de un año cuando comenzó a analizar los 40 terabytes al comisario en su vivienda de Avenida de España de Boadilla del Monte, en un segundo domicilio de la calle Clavel en dicha localidad y en las oficinas de Torre Picasso (Madrid). Apenas consiguieron descifrar diez terabytes de información.
Actualmente, lo que nadie duda a medida que va avanzándose en el análisis del citado material es que el caso Villarejo, también denominado operación Tándem, acabará siendo una macrocausa de dimensiones mayúsculas. El cúmulo de datos es tal que los investigadores se están viendo obligados a abrir "prepiezas separadas" a medida que Asuntos Internos le comunica nuevos hallazgos de información.
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