Política

Kitchen y Tándem se llevan por delante a Cosidó como portavoz en el Senado

Su relevo estaba decidido antes del caso de espionaje a Iglesias, aunque ésto no ha hecho más que reforzar la decisión

Pablo Casado junto a Ignacio Cosidó en el Senado | EFE

Génova descarta que Ignacio Cosidó vuelva a ser  portavoz del Grupo Parlamentario Popular del Senado en la legislatura que se abra tras las elecciones generales del 28 de abril. Todavía con el acta de senador, dado que lo es por designación del Parlamento de Castilla y León, aun en el caso de que la Cámara autonómica que salga de los comicios del 26 de mayo le vuelva a elegir, "no repetirá como portavoz", según fuentes de la dirección del partido.

Cosidó, que fue director general de la Policía entre los años 2012 y 2016, seguirá un camino similar al del ex ministro del Interior Jorge Fernández Díaz y el ex secretario de Seguridad de esa misma época Francisco Martínez. Lo que une a los tres, -aunque matizan en Génova, "con distinto grado de responsabilidad"-, son las sombras del "caso Kitchen" o, lo que es lo mismo, el supuesto espionaje policial del que fue objeto el todopoderoso ex tesorero del PP Luis Bárcenas en plena instrucción de la Gürtel.

Pero no sólo. Porque ahora ha estallado otro escándalo que puede estar vinculado a la cúpula de Interior en el periodo comprendido entre las elecciones del 20 de diciembre de 1025 y la repetición de comicios del 26 de junio de 2016 que arranca con la sustracción de un teléfono móvil con información sensible para Pablo Iglesias al objeto de desacreditarle. Aunque el eje de ambos casos es el ex comisario Villarejo y, por tanto, exige cautela, el cerco se estrecha aún más en torno a Cosidó.

Su relevo estaba decidido antes del caso de espionaje a Iglesias

En todo caso, su relevo ya estaba decidido antes de conocerse el espionaje político a Iglesias y ésto último no hace más que reafirmar la decisión de Génova de buscarle un sustituto como la voz de los populares en el Senado. Si en muy buena medida ha resistido hasta ahora en la portavocía  ha sido gracias al silencio que mantuvo sobre la autoría de aquel famoso WhatsApp que reenvió sobre el control de la Sala Segunda del Supremo cuando PP y PSOE pactaron la renovación del CGPJ.

Jorge Fernández Díaz no sólo ha desaparecido de la lista del PP por Barcelona a las elecciones generales tras la limpia que ha hecho de esa candidatura el actual presidente de los populares catalanes, Alejandro Fernández. Además, Génova ha rechazado sus pretensiones de engrosar la candidatura europea junto con otros ex ministros como Dolors Montserrat, Juan Ignacio Zoido o José Manuel García Margallo. La defenestración se la comunicaron Teorodo García Egea y Javier Maroto.

Precisamente, correspondió al secretario general del PP hablar con Cosidó, Fernández Díaz y Martínez -que también ha desaparecido de las listas electorales- para evaluar el alcance de su implicación o no respecto al uso de fondos reservados para montar un operativo con el que sustraer información a Bárcenas. Cosidó arguyó entonces en su descargo que él no había manejado nunca fondos reservados. En principio no se actuó contra ellos al no existir "certezas".

A este argumento se ha aferrado el líder del PP, Pablo Casado, en respuesta a una pregunta sobre la presunta implicación de la cúpula de Interior en el espionaje al candidato de Podemos. Ha insistido en que "no hay informaciones contrastadas" así como que su posición "ante cualquier conducta  no ejemplar es inequívoca".

Libre de ataduras

Así, además de renovar en profundidad la composición de sus grupos parlamentarios en el Congreso y Senado, ambos tendrán al frente, de portavoces, caras nuevas. Contra todo pronóstico, el líder del PP también ha decidido prescindir de Dolors Montserrat, a la que eligió portavoz en la Cámara Alta tras ganar el cónclave popular que le encumbró al liderazgo del PP, en julio pasado. Es una evidencia que aquella designación vino tutelada por la ex secretaria general popular, María Dolores de Cospedal, en pago a su inestimable apoyo frente a Soraya Sáenz de Santamaría, pero una vez apartada de la política por, precisamente, sus tratos con Villarejo durante la Gürtel, Casado se ha sentido libre de ataduras.

A partir de estas elecciones generales sí se puede decir que el equipo será exclusivamente suyo, con lo que tiene eso de blindaje de futuro si las cosas no vienen bien dadas.

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