Con Santiago Abascal en la cresta de la ola y los sondeos apuntando a un crecimiento espectacular de su partido, no son pocos los territorios donde el PP teme que tenga que cambiar de socio preferente si se produce el sorpasso de Ciudadanos por parte de Vox. Madrid, Comunidad Valenciana o Castilla-La Mancha son algunas comunidades donde puede dejarse sentir el fenómeno Vox con toda su fuerza en las elecciones autonómicas del 26 de mayo.
Esta circunstancia tiene para los populares una doble vertiente, por un lado, la garantía de que, si depende sólo de Abascal, "el PSOE no gobernará porque Vox pactará con nosotros, cosa que no tenemos tan clara si la gobernabilidad depende de Ciudadanos", admite un barón territorial. De hecho, Abascal ya ha manifestado en público, pero también en círculos privados a sabiendas de que su mensaje llegaría oportunamente al PP, que en lo que de él dependa cerrará el paso a los socialistas.
Hasta ahí nada que objetar por parte de los populares, pero a ninguno se le escapa que negociar con Vox no es lo mismo que hacerlo con Ciudadanos, formación con la que mantienen muchos más puntos de conexión tal y como quedó de manifiesto en el pacto andaluz. Y es que entonces la delegación del PP encabezada por su secretario general, Teodoro García Egea, y su vicesecretario de Organización y actual coordinador de campaña, Javier Maroto, tuvieron que emplearse a fondo para desbaratar un documento de exigencias inasumibles del partido de la derecha radical.
Casado no oculta su "buena relación" con Rivera siendo mucho más fría con Abascal
Derogación de la Ley de Violencia de Género, de la de Igualdad y de la no discriminación del colectivo LGTBi, deportación de 52.000 inmigrantes; declaración a favor de devolver al Estado de las competencias de Educación, Sanidad, Justicia y Orden Público y una Ley de Protección a al Tauromaquia, fueron algunas de las condiciones que puso Abascal sobre la mesa en un documento de seis páginas con 19 puntos que el PP consiguió atemperar. A fin de cuentas, Vox no tenía más opción que bendecir el pacto alcanzado entre los populares y Ciudadanos para poner fin a casi cuarenta años ininterrumpidos de gobiernos socialistas en la Junta de Andalucía.
Pero si es Vox la segunda fuerza política del bloque de centro-derecha por delante de Ciudadanos, Abascal tendrá que dilucidar, primero, si entra en el gobierno respectivo, sea autonómico o municipal en caso de que sumen, y, aún optando por no participar en el Ejecutivo, abrirse a pactos de legislatura como socio preferente, lo que puede meter a los populares en más de una negociación endiablada para asegurarse su apoyo. En Génova no ocultan que la "buena relación" de Casado con Rivera allana siempre el camino con Ciudadanos y, aunque no es del todo mala con Abascal, no alcanza el mismo nivel de confianza. Además, queda por ver si Ciudadanos, en caso de que se necesitaran sus votos, permitiría gobiernos de coalición PP-Vox.
Madrid, Valenciana y Castilla-La Mancha son territorios donde no es descartable el sorpasso de Vox a Cs
Madrid, Comunidad Valenciana y Castilla-La Mancha son territorios donde no es descartable un escenario de sorpasso de Vox a Ciudadanos. Un sondeo de Telemadrid conocido el pasado lunes convertía a los de Abascal en la tercera fuerza política de la región por detrás del PSOE y del PP. El bloque de centro-derecha sumaba un porcentaje del 54,1 por ciento por encima de una izquierda aún más atomizada que los conservadores. En Valencia ya se han publicado algunos sondeos en los que Vox supera a los "naranjas", con un PP que consigue mantenerse como primera fuerza política en la región y tiene posibilidades de reeditar un "pacto a la andaluza" con Isabel Bonig de presidenta. En muy buena medida contribuye a ello el hundimiento de Podemos en la Comunidad Valenciana, siguiendo la estela de la la mayoría de los estudios demoscópicos.
"¿Cómo suena un vicepresidente de Vox en la Puerta del Sol?", se pregunta un popular tras el impacto del sondeo de Telemadrid. Y aunque a continuación habla de "política ficción", lo cierto es que la sombra de Abascal es alargada. En Castilla-La Mancha Vox superará a Ciudadanos en las elecciones generales, según el sondeo del CIS. Y al margen de la nula credibilidad que dan a la "factoría Tezanos", creen en el PP regional que en el Parlamento castellanomanchego que salga de las elecciones autonómicas del 26 de mayo Podemos no tendrá ningún asiento y la cosa se dirimirá entre Vox y Ciudadanos como tercer invitado.
26-M, segunda vuelta
En todo caso, el PP cree que el destino de las elecciones locales, autonómicas y europeas depende en muy buena medida de lo que ocurra el 28 de abril en las generales. Y afecta tanto a los resultados como a la política de pactos posterior. En el PP creen que si Pedro Sánchez conserva la Moncloa puede haber un movimiento pendular que lleve al centro-derecha a ganar el 26-M como reacción a una alianza de los socialistas con Podemos, al margen de que necesite o no otros socios de gobierno como los independentistas o Bildu. Son conscientes muchos de los barones regionales y candidatos a las principales alcaldías por parte del PP de que su cargo puede formar parte de un cambio de cromos que exigirá sacrificios personales. No obstante, todo está tan abierto, a pesar de lo que diga Tezanos, que son pocos los que se atreven a hacer vaticinios.
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