La Audiencia Nacional no prevé volver a citar al periodista Alberto Pozas en la pieza del caso Villarejo donde se investiga el presunto espionaje policial al líder de Podemos Pablo Iglesias hasta después de las elecciones generales del próximo día 28. Según ha podido saber El Independiente de fuentes del caso, el titular del Juzgado Central de Instrucción Número 6 Manuel García Castellón y la Fiscalía Anticorrupción quieren evitar que este asunto influya en la campaña electoral que arranca este viernes así como que se haga un uso partidista del mismo.
La regla no escrita que respetan la mayoría de jueces y fiscales de este país es tratar de influir lo menos posible en las citas con las urnas de tal forma que las investigaciones judiciales que se encuentren en curso no contribuyan ni a beneficiar ni a perjudicar a los posibles votos de las diferentes formaciones políticas. Por esta razón, las diligencias secretas donde se investiga el espionaje al líder de Podemos quedarán ‘en barbecho’ en las próximas dos semanas.
El pasado lunes el ex número dos de la Secretaría de Estado de Comunicación y ex director de Interviú Alberto Pozas declaró en la pieza separada número diez el caso Tándem. Llegó a la Audiencia en calidad de testigo y salió siendo el primer periodista imputado en la causa donde se investigan a los comisarios de Policía identificados como las cloacas del Estado.
Según informan fuentes solventes, la imputación de Pozas se produjo después de que diera ante el magistrado García Castellón y Anticorrupción una versión inverosímil de cómo llegó a sus manos la tarjeta del móvil que fue sustraído a la asistente de Pablo Iglesias, Dina Bousselham. El periodista contó que esa información fue enviada a la extinta revista a través de un anónimo que a su vez encontró la tarjeta del citado teléfono en una habitación de un hotel donde supuestamente se había hospedado el día antes Bousselham. Y entonces esa persona remitió la información a la revista Interviú.
Villarejo señaló a Pozas
El instructor del caso Tándem advirtió al periodista al iniciar el interrogatorio que podría cambiar su condición de testigo a investigado si sus explicaciones no parecían veraces. Fueron los fiscales quienes una vez comenzado el interrogatorio, y al ver que Pozas daba respuestas poco convincentes a sus preguntas, solicitaron la interrupción del mismo para que el periodista compareciera de nuevo en la causa pero ya asistido de un abogado y en calidad de imputado.
El ex número dos de Comunicación en la Moncloa se vio obligado a dimitir de dicho cargo después de que el comisario jubilado José Manuel Villarejo, que se encuentra en prisión provisional, declarase que fue el director de la revista Interviú quien le dio un pendrive con el contenido de un teléfono móvil sustraído a una ayudante de Iglesias. Su dimisión se produjo tras la citación judicial.
Junto a la declaración de Villarejo y el propio Iglesias en la Audiencia Nacional, también ha comparecido en esta pieza secreta el presidente del grupo Zeta Antonio Asensio quien, tal y como adelantó este medio, declaró que la tarjeta SIM del teléfono de la colaboradora del líder de Podemos llegó a su grupo de comunicación, de la que formaba parte la extinta Interviú, a través de una “fuente anónima”.
Durante su declaración, Asensio dijo desconocer si Pozas hizo entrega al comisario del mencionado pendrive con, aunque sí confirmó que el ahora ex número dos de la secretaría de Estado de Comunicación fue director de la revista cuando ocurrieron los hechos, en enero de 2016. Días después de la testifical del presidente de Zeta, García Castellón citó por primera vez al ex director de Interviú.
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