El domingo sufrieron el escrache de cientos de personas durante su mitin en Rentería (Guipúzcoa), en el que se produjeron insultos, forcejeos y grandes momentos de tensión y esta noche, Ciudadanos Euskadi ha denunciado un nuevo ataque a su sede en Vitoria. Si esta mañana el presidente de la formación naranja, Albert Rivera, llevaba ante la Fiscalía el acoso sufrido en Rentería, por si pudiera constituir un delito de amenazas, injurias y odio, hoy el partido ha presentado una denuncia ante la Ertzaintza por el ataque sufrido en su única sede en Euskadi.
A primera hora de la mañana la placa que indica la ubicación del local de Ciudadanos, situada en un primer piso, ha aparecido atacada con un spray negro y con una pegatina de Sortu, la formación de la izquierda abertzale integrada en la coalición EH Bildu. Además, el portero automático del bloque de viviendas también ha sido atacado. No es la primera ocasión en la que la sede del partido de Rivera sufre agresiones. Fuentes de la formación aseguran que la placa que indica la ubicación del local ha sido arrancada en varias ocasiones a lo largo de los alrededor de dos años que lleva operativa la sede. Además, en otras ocasiones ha aparecido atacada con numerosas pegatinas de Ernai, las juventudes de la izquierda abertzale o de la propio Sortu.
El portavoz de Ciudadanos en Euskadi, Luis Gordillo ha denunciado la agresión contra Ciudadanos y ha afirmado que "no nos callarán": "Ni los que el domingo nos acosaron, ni los que hoy han atacado nuestra sede, ni las declaraciones como las del señor Ortuzar van a conseguir callarnos", ha afirmado. De este modo, Gordillo se refería a las manifestaciones del presidente del PNV en las que afirmaba que los asistentes al acto político del domingo en Rentería "se fueron de rositas" dejando allí un enfrentamiento "entre vascos", en referencia a los altercados producidos entre algunos manifestantes y los ertzainas de la unidad de antidisturbios que vigiló el acto.
Para Gordillo las declaraciones de Ortuzar son "indecentes" no sólo por negar la condición de vascos a los simpatizantes del País Vasco que acudieron al acto político, sino por tener que "aguantar que diga que nos fuimos de rositas tras los minutos de angustia que vivieron muchos compañeros hasta que consiguieron salir del acto". Ha afirmado que parece que el PNV "está encantado" de que una parte de la ciudadanía "sea agredida por unos violentos". Considera que esta actitud responde al proyecto que impulsa la formación nacionalista y que promueve que personas que piensan diferente "se exilien" para subrayar la "primacía de unos sobre otros": "Negar a vascos el derecho de serlo es lo que llevan haciendo 40 años".
El ataque a la sede de Ciudadanos en Euskadi se produce después de que hace menos de un mes, la sede de la formación en Pamplona también fuera atacada. El pasado 24 de marzo local de la capital navarra amaneció con pintadas de ETA y el anagrama del movimiento proamnistía en favor de los presos de la banda terrorista. Junta a ello, varias pegatinas aseguraban que “la lucha no tendrá fin” y reclamaban la amnistía, así como la marcha de la Guardia Civil. Ese ataque se sumaba al padecido en la misma sede en febrero.
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