Política

De la "semana basura" al Domingo de Resurrección: tres millones de votos en busca de partido

La campaña exprés que arranca la próxima semana, clave para decantar el voto de los indecisos

Urna electoral

Olvidense. Según sociólogos y demoscópicos la semana que termina hoy no ha tenido mucha repercusión a efectos electorales. Será a partir de este Domingo de Resurrección cuando el electorado indeciso comience a decantarse por uno u otro partido. Más de tres millones de electores que dudan ente dos formaciones políticas, no necesariamente del mismo bloque ideológico, aunque la política parezca relegada a una elección binaria, sin gama de grises. Pues no. Resulta que hay nada menos que un millón de electores que dudan entre votar al PSOE o a Ciudadanos, lo suficiente para decantar la balanza de un lado o de otro aunque en estos momentos no hay sondeo que vaticine que el centro-derecha pueda sumar como en Andalucía.

Hay otro millón cien mil indecisos que no terminan de decidirse entre el PSOE y Unidas Podemos, después de que la formación liderada por Pablo Iglesias se haya ido dejando jirones de votantes por el camino de las purgas peronistas. Esto en mayor o menor medida se queda en la casa común de la izquierda, pero Iglesias intenta por todos los medios atemperar el más que previsible batacazo electoral para no acabar siendo un subalterno de Sánchez. Vox les va a la zaga, muy a la zaga, de hecho, los sondeos comienzan a apuntar al sorpasso de Iglesias por parte de Santiago Abascal.

Movimientos tectónicos de voto

Estos son los dos grandes movimientos tectónicos de voto indeciso, pero no los únicos. A los dos millones de electores antes aludidos que necesitan de la campaña relámpago que arranca el lunes 22, la más corta de la historia de la democracia española, se suman otros que tampoco saben qué papeleta depositar en la urna. 400.000 electores no saben si votar a PP o a Vox; 350.00 se debaten entre PP y Cs,  y 300.000 andan pensando si a Albert Rivera o Santiago Abascal.

En definitiva, el alto porcentaje de electores que aseguran que acudirán a las urnas pero no conocen, o no declaran, el destino de su voto convierten los sondeos en terreno pantanoso, los mismos que hoy aseguran que el PSOE  gana de manera incontestable y que el bloque del centro-derecha esta muy lejos de repetir la fórmula andaluza.

Ciudadanos es el partido con más indecisos, un 50 por ciento

Es Ciudadanos la formación política con menos lealtad a electoral, lo que explica un 50 por ciento de anteriores votantes que ahora dudan si volver a confiar en Albert Rivera, fundamentalmente entre los electores que se ubican en posiciones más progresistas, cosas de renegar una y otra vez de un futuro pacto con el PSOE. Y es que según fuentes de la dirección naranja "si hay algo que une de forma mayoritaria a nuestro electorado es su rechazo a Pedro Sánchez", pero de ahí a negar el pan y la sal a un PSOE que no va tener más remedio que echar mano de Podemos y de PNV, sin descartar que vuelva a depender de los independentistas, va un trecho que muchos no ven tan claro.

El responsable de la campaña naranja, José Manuel Villegas, admite  el alto número de indecisos. Pero no es nuevo. El fenómeno se repitió en las andaluzas y aunque mejoraron muy notablemente los resultados, al pasar en el parlamento de Andalucía de nueve a veintiún escaños, quedaron lejos del anhelado sorpasso al PP, también en su momento más débil.

El índice de participación está subiendo a cuotas de 2015

Aunque este lunes será el último día en que se pueden publicar sondeos y habrá que escrutar cómo va la cotización de verduras en el mercado andorrano, hay coincidencia en que la próxima será la semana que marque el destino de estos comicios, posiblemente con un alto nivel de participación dada la polarización de la misma. De hecho, en los últimos quince días ha subido en dos puntos el porcentaje de participación, de un 71 al 73 por ciento, muy similares a los de 2015, que fue del 73,2, aunque luego descendió notablemente en la repetición electoral de 2016.

Todo ello sin olvidar la influencia que tendrá, que la tendrá, el debate televisivo del martes con la participación de Pedro Sánchez, Pablo Casado, Pablo Iglesias y Albert Rivera después de que la Junta Electoral Central vetara la presencia de Vox en el formato que había propuesto Atresmedia. Esta decisión de la Junta desbarata el objetivo de los estrategas de Moncloa de confrontar al jefe del Ejecutivo con la foto de Colón, otorgando un protagonismo a la formación de Abascal que la Junta le niega.

Desmovilización del centro-derecha

En todo caso, desde la izquierda se cree que si finalmente hay un electorado que no se movilice, ese puede ser el del centro-derecha en la meddia en que "no resuelva su dilema sobre si votar a PP, a Ciudadanos o a Vox", dicen fuentes de IU. Eso fue lo que le pasó a la izquierda en los comicios de 2016, los de la repetición electoral, cuando la coalición entre Pablo iglesias y Alberto Garzón se dejó un millón de votos por el camino que fueron a la abstención, en muy buena medida por las dudas que la alianza generó en un sector de la izquierda clásica "al que no le gustaba el coletas", dice en alusión al líder de Podemos.

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