Pasado lunes. Ángel Garrido telefonea a Ignacio Aguado con quien mantiene una buena relación personal desde que ambos negociaron el pacto de legislatura que llevó a Cristina Cifuentes a la presidencia de la Comunidad de Madrid. Ese mismo día, según la versión del PP , Garrido ha firmado la declaración jurada que se dirige a la Junta Electoral Central (JEC) en la que acepta ser incluido en la candidatura que el PP presenta para las elecciones al Parlamento Europeo. El documento lleva fecha del día 16, pero Génova insiste en que "lo firma el lunes. Es el formulario el que estaba hecho desde ese día".
El propio Ángel Garrido hace llegar a El Independiente que la versión de sus antiguos compañeros de filas no es cierta, que "firmó el documento el martes de la semana pasada". Pero sigue sin aclarar qué es lo que pasa en el intervalo de tiempo que media desde ese día a este miércoles, en que iba de cuarto en la lista europea, -un puesto de auténtico privilegio, por encima de ex ministros y otros veteranos en las lides comunitarias- al día en que todo estalla.
Hasta este mismo miércoles, en la planta séptima de Génova, donde están los despachos del líder del líder del PP y su número dos, Pablo Casado y Teodoro García Egea, respectivamente, no se cansaban de afirmar que Garrido "se ha portado como un señor" tras su defenestración para la candidatura autonómica, donde es sustituido por Isabel Díaz Ayuso. "Será lo que él quiera", decían los máximos dirigentes del PP, diputado, senador, europarlamentario..., "lo que quiera". Este miércoles Garrido ya no le cogió el teléfono a García Egea.
Nada hacía presagiar un giro de los acontecimientos de tal calibre y a cinco días de las elecciones generales, posiblemente de las más determinantes de nuestra democracia. La conversación telefónica con Aguado, "de las muchas que mantienen los dos" indican fuentes próximas al candidato de Ciudadanos, transcurre por unos cauces que no espera. Garrido se sincera, expresa su descontento con el PP, acusa a su partido de haberse "olvidado de lo que es" en un proceso de "derechización" desde que Pablo Casado aterrizó al liderazgo de los populares. Dice no compartir "los ideales" de su formación política ni los de Díaz Ayuso, que ha hecho "limpia" en la candidatura autonómica. Expresa su sintonía con Ciudadanos. Y, para más asombro, admite que "no me quiero ir a Europa".
Ante tal declaración, el aspirante a la Comunidad de Madrid -que, insisten, "no sabía nada"- le pregunta sobre sus planes de futuro y si estaría mejor en Ciudadanos. Ahí entra en la ecuación un "si pudiera" y ese "si pudiera" se convierte en un hueco en la lista naranja a la Comunidad de Madrid. En tan sólo tres días, el que ocupaba el puesto número 13 de la misma, Francisco Lara Casanova, también proveniente de las filas del PP hasta 2015, "renuncia de manera voluntaria" a ir en la candidatura. Todo va como la seda. Pero se esperan antes de hacer el anuncio para no perturbar los debates electorales que enfrentan a los líderes de los cuatro principales partidos, primero en RTVE y un día más tarde en Atresmedia.
La única manera de incorporar modificaciones en unas listas que ya ha publicado el Boletín Oficial del Estado (BOE) es que los candidatos renuncien voluntariamente. Es el llamado periodo de "subsanación", que culmina este viernes,pero las formaciones políticas no pueden tocar ni un nombre. "Si Garrido no renuncia o se muere nos lo tenemos que comer en la lista europea", admite de forma descarnada un alto cargo del PP madrileño. Fuentes de Cs aseguran, sin embargo, que éste ya ha renunciado por lo que Génova deberá buscarle sustituto para ese cuarto puesto.
Futuro consejero de la Comunidad
Muchos se malician en el PP de que ir de número trece no es más que una escenificación, para impedir la acusación de "venderse por un puesto". Pero de fondo subyace el compromiso de nombrarle consejero en la cuota "naranja" en caso de gobierno de centro-derecha en la Comunidad de Madrid, lo que desde Ciudadanos niegan.
Garrido, al que siempre se ha tenido por hombre moderado y bastante refractario a Vox, tal y como confesó en entrevista con El Independiente, negoció con Aguado el pacto de legislatura en el gobierno madrileño, han sacado juntos en estos cuatro años todas las leyes que han pasado por el Parlamento regional, la bajada de impuestos... en definitiva, incluso en los momentos en que se tensaban las relaciones entre ambos partidos "Garrido era el único hilo de comunicación con el PP".
En este tiempo también tejió una buena interlocución con César Zafra, pero nada hacia vaticinar lo que ha pasado este miércoles, justo en plena resaca de los debates electorales con un PP muy satisfecho con el papel jugado por Casado sobre todo en Atresmedia y a tan sólo cinco días de la cita ante las urnas.
Tres días oculto
"Estamos todos impactados", admite un ex estrecho colaborador que hasta un minuto antes de la comparecencia de Garrido y Aguado en rueda de prensa creía que el ex presidente estaba en casa cuidándose de una gripe que le había impedido acudir a distintos mítines electorales. Otro más, que no dudó en calificar de "mentira" el fichaje hoy consumado admite que "no nos ha dicho nada a nadie. Flipamos todos".
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