Los golpes de efecto han marcado el debate de este martes en Atresmedia, el último de los cuatro candidatos antes de las generales de este domingo. Los líderes de PP, PSOE y en mayor medida de Ciudadanos han llevado consigo al encuentro multitud de objetos que se han dedicado a exhibir a lo largo de sus intervenciones para apoyar sus argumentos. Una lista tan variopinta como curiosa para tratarse de una discusión política, desde libros hasta fotografías, gráficos, multitud de portadas e incluso una carta 'fake'.
Al comienzo del debate se ha producido el primer intercambio de atrezzo entre el presidente de Gobierno, Pedro Sánchez, y el líder de Ciudadanos, que se han intercambiado libros por el día de Sant Jordi. Albert Rivera ha acusado al candidato socialista de falta de palabra, y le ha advertido: "Mire, tengo un libro que usted no ha leído, su tesis doctoral”, le ha espetado, provocando la respuesta inmediata de Sánchez.
“Yo tengo otro libro para usted, que es el de [Santiago] Abasacl y [Fernando Sánchez] Dragó”, ha aseverado, en referencia a la publicación del líder de Vox. El presidente de Gobierno, en su contraataque, ha tirado de ironía para contrarrestar el efecto de su tesis: "Me podía haber avisado y yo le traía el original, hombre”; ha advertido Sánchez, tratando de restar importancia al asunto. Era sólo la primera exhibición del paseíllo simbólico que ha tenido lugar en plató.
Otro de los momentos de efecto ha tenido lugar cuando Sánchez ha acusado a PP y Cs de ceder posiciones a Vox en materia de violencia de género: el presidente ha sacado una carta supuestamente enviada por la Junta de Andalucía en la que pedía la información personal de los trabajadores. La carta, en realidad, no estaba enviada por el Gobierno andaluz sino que fue remitida por personas particulares a través del Portal de Transparencia. Una acusación que ha pillado por sorpresa a Pablo Casado y a Rivera, que se han visto incapaces de rebatir esta supuesta misiva.
El candidato del PP ha sido más comedido a la hora de estas exhibiciones, y sólo ha empleadon un gráfico con los datos del paro en los Gobiernos populares y socialistas, tal como hiciera este lunes. El único candidato que esta vez ha evitado llevar elementos extraños al atril ha sido Pablo Iglesias, el candidato de Unidos Podemos que en el último debate llevó una Constitución que se dedicó a leer. Un complemento del que esta vez ha prescindido, llevando los artículos constitucionales transcritos en un folio y subrayados en amarillo.
Albert Rivera, líder de Ciudadanos, ha sido el que más ha empleado este tipo de parafernalias durante el debate. En primer lugar ha sacado una larga lista de dirigentes socialistas imputados por corrupción. Pero no fue lo único: Rivera ha reutilizado el portarretratos que ya empleó en el debate de RTVE. Si este lunes mostraba una fotografía de Pedro Sánchez y Quim Torra en Moncloa, esta noche ha apostado por una imagen de la líder del socialismo vasco, Idoia Mendia, con Arnaldo Otegi.
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