Política

Núñez Feijóo no acudirá a la ejecutiva de la debacle del PP

El gallego, que vuelve a ser objeto de especulaciones ante un hipotético escenario de sustitución de Casado, tiene sesión de control en el Parlamento gallego

Núñez Feijóo durante un acto electoral de su partido | EFE

Cuando este martes se reúna el comité ejecutivo nacional todos los ojos estarán puestos en un ausente: Alberto Núñez Feijóo. Y es que el presidente de la Xunta gallega no acudirá a la reunión de la debacle del PP, con los peores resultados de su historia, la pérdida de la mitad de su electorado y a punto de sufrir el sorpasso de Ciudadanos.

Al que muchos miraban como el sucesor natural de Mariano Rajoy tiene preguntas en el Parlamento autonómico "y eso es inamovible", indican fuentes de su entorno. El calendario de plenos está marcado "desde principios de año" y la habitual sesión de control de los miércoles se ha adelantado a este martes al ser el 1 de mayo la Fiesta del Trabajo, explican. De hecho, la dirección gallega ya advirtió "la semana pasada" de que Feijóo no podría acudir a la tradicional cita de la ejecutiva que sigue a las consultas electorales, hubiera sido este u otro el resultado.

Feijóo compareció en rueda de prensa este domingo para sacar pecho, puesto que Galicia ha sido uno de los pocos territorios donde la formación de Santiado Abascal, Vox, no ha sacado representación y el crecimiento de Ciudadanos ha sido una explosión más que controlada al rascar sólo dos escaños. De hecho, Lugo y Orense son dos de las provincias, junto con Salamanca y Ávila, teñidas de azul.

"El resultado es de todos, cuando es bueno y cuando no, la mayoría en Galicia no es por el candidato, es por el PP, de Galicia y de España", dijo el presidente gallego la noche electoral desde un hotel compostelano donde dio cuenta de los resultados en su región. Fue de los pocos barones territoriales populares que compareció, lo que para una parte del PP es un gesto significativo.

Sin escaño en el Congreso

Sea como sea, Feijóo se sabe de nuevo en el centro  de las especulaciones una vez que la continuidad de Pablo Casado está sobre la mesa. Es una especie de vuelta al periodo precongresual cuando un sector amplísimo del partido apostaba por el gallego para sustituir a Rajoy. Dio la espantada y ahora, aunque lo pretendiera, no tener escaño en el Congreso de los Diputados es un serio hándicap para crecer como líder de la oposición. A lo sumo, podría ser senador por designación autonómica, pero cuatro años de oposición desde la Cámara Alta no es el mejor de los mundos.

Otros barones sí acudirán a la cita "genovesa" de mañana asustados como están de que las elecciones locales, autonómicas y europeas del próximo 26 de mayo no sea la segunda vuelta de pérdida definitiva de poder territorial.

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