De dirigir la campaña de Podemos a nivel estatal a quedarse sin escaño en el Congreso, verse desplazado en la cúpula del partido y buscar refugio en la federación de Madrid para mantener posiciones. El ex diputado Juanma Del Olmo, jefe de la campaña del 28A y secretario de Comunicación del partido, medita ya la fórmula para mantenerse en el núcleo duro de Pablo Iglesias, del que se ha visto desplazado en los últimos meses por el fichaje de Pablo Gentili, que a principios de año llegó al partido como jefe de gabinete del secretario general.
Juanma del Olmo entró en Podemos de la mano de Irene Montero, a quien conocía de las juventudes comunistas y que es hoy día su principal valedora. El ex diputado por Valladolid fue ganando peso en el partido a raíz de Vistalegre 2, cuando fue nombrado jefe de Comunicación. Impulsor de estrategias tan sonadas como el 'tramabús', el dirigente ha ido copando más cuotas de poder a medida que Montero también hacía valer a su círculo más cercano en la formación, hasta el punto de que ha llegado a asumir funciones de Organización correspondientes a Pablo Echenique, fuertemente cuestionado a nivel interno y con quien mantiene una guerra soterrada.
El ex diputado de Valladolid ha sido uno de los principales responsables de la 'depuración' de Podemos. A las órdenes del tándem Iglesias-Montero, ha sido en Podemos el brazo ejecutor de la defenestración de dirigentes destacados como Carolina Bescansa o Ramón Espinar. Sin embargo, Del Olmo vio cómo su espacio de influencia se veía reducido en enero con el fichaje de Pablo Gentili, un ex asesor de Lula Da Silva y Dilma Rouseff que Iglesias trajo a España para que fuera su director de Gabinete.
El secretario general de Podemos ha puesto grandes esperanzas en Gentili, a quien profesa afecto personal y con quien, según su círculo próximo, se siente más identificado. El ‘gurú’, padre de familia numerosa y de 56 años, tiene más experiencia vital, política y de Gobierno que cualquiera de los asesores de Podemos, que se mantienen en la treintena y que han crecido políticamente a la lumbre del PCE
Iglesias se ha distanciado fuertemente de Del Olmo, según describen en su círculo
La nueva influencia de Gentili ha despertado recelos en Del Olmo, que ha visto reducida su capacidad de influencia sobre Iglesias. El ejemplo claro fue en las semanas previas a las elecciones generales. El ex diputado de Valladolid era el jefe de campaña de Podemos y centró su discurso en la denuncia de la corrupción y de las 'cloacas' -la nueva vertiente de la 'trama' que ya publicitaron hace dos años-. Sin embargo, en los debates televisivos Pablo Iglesias se dejó asesorar por Gentili.
La elección fue un éxito: el líder de Podemos apareció con un perfil moderado que triunfó en la audiencia en contraposición al frentismo del resto de candidatos. Los debates televisivos supusieron un punto de inflexión en la estrategia del candidato de Podemos, que decidió dejarse guiar por Gentili frente a los consejos de Del Olmo, con quien se ha distanciado fuertemente en los últimos meses, según describen su su círculo próximo. Sin embargo, el dirigente sigue contando con el apoyo de su amiga personal, Irene Montero. Tras los pobres resultados obtenidos el 28A, parte de la dirección de Podemos culpa directamente a Del Olmo, encargado de la estrategia comunicativa, de la campaña y de parte de organización y relación con los territorios.
Después de las generales, Del Olmo ha asumido las riendas de la campaña de Podemos en la Comunidad de Madrid, donde acompaña a su pareja, la candidata Isa Serra. La batalla electoral de Madrid es clave: Iglesias decidió negarse a cualquier acuerdo con Iñigo Errejón, y ahora la cúpula de Podemos centra su campaña en la capital para legitimar su estrategia. Si Podemos queda por detrás de la candidatura de Más Madrid, se convertiría en otro fracaso para Del Olmo, según relatan en la formación.
Desplazado a nivel estatal, Del Olmo busca su salvación en la federación madrileña, que desde la salida de Espinar en enero está controlada por una gestora nombrada a dedo por Montero. El ex diputado, que ya no cuenta con el Parlamento como base de operaciones, tiene previsto participar en actos en distintos municipios de Madrid, pese a ser natural de Soria. Estas citas no son casuales: el dirigente quiere hacer campaña en la Comunidad para asegurarse apoyos de cara a las primarias que elegirán a la nueva dirección madrileña.
Madrid se considera en Podemos como una extensión del aparato estatal, y es considerada clave para mantener la influencia dentro del partido. Debilitada su posición frente a Iglesias, Del Olmo intentará controlar el aparato de Madrid para volver a legitimarse dentro del núcleo duro de Podemos. La idea de Del Olmo sería presentar a una persona muy próxima para ser el secretario general de Podemos en la Comunidad de Madrid y mantener el control tanto del aparato como del grupo parlamentario a través de Serra.
Entre los posibles candidatos suenan Jesús Santos -portavoz de la actual gestora- o incluso Dina Bousselham, rescatada en campaña a raíz del juicio por el supuesto robo de su teléfono móvil en 2014, cuando era asesora de Iglesias. Algunas voces apuntan a que la batalla por la dirección madrileña podría ser la antesala del próximo Congreso, Vistalegre 3, con una estructura similar a la de 2016 y 2017, cuando Espinar ganó la capital y abrió camino para la victoria del pablismo frente a Errejón meses después.
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