Política

Rivera desdibuja a Casado como líder de la oposición el primer día de legislatura

Frente a un desaparecido Pablo Casado, el líder de Ciudadanos ha estado en el foco en la sesión constitutiva de la XIII Legislatura por sus continuos reproches a Meritxell Batet y a la bancada independentista

Albert Rivera pide la palabra durante la sesión constitutiva de las Cortes | EUROPA PRESS

Los diputados se enfrentaron ayer a una histórica sesión constitutiva. La primera toma de contacto con la XIII Legislatura ha dibujado un escenario atípico en el que, por primera vez en la historia de la democracia, procesados por rebelión han tomado posesión como parlamentarios y una formación de tinte ultraconservador se ha estrenado -con 24 asientos- en la Cámara Baja, todo ello a escasos seis días de unas elecciones municipales, autonómicas y europeas.

En la primera jornada en el Congreso de los Diputados se han vivido extravagantes momentos que pasarán a los anales de la historia: Santiago Abascal sentado justo detrás del presidente del Gobierno; Oriol Junqueras susurrando a Sánchez un escueto "tenemos que hablar"; o los presos del procés desayunando con vino y adaptados, durante unas horas, a la normalidad parlamentaria.

Pero lo dantesco de estas imágenes se han quedado en nada ante el tenso espectáculo vivido durante la jura de los cargos como diputados, en los que proclamas independentistas ahogadas con golpes, pataleos y abucheos por parte de la bancada de la derecha se ha mezclado con los intentos de aparentar normalidad por parte de los socialistas. Y, en medio del caos y de consignas por "la república catalana" o por la "república vasca", una figura ha dicho basta ante la permisividad socialista. O al menos lo ha intentado.

Como manifestó posteriormente José Manuel Villegas en rueda de prensa, "tan solo" Albert Rivera se ha dirigido a la presidenta del Congreso para instarla a aplicar el Reglamento, en el que "expresamente se dice" que no se pueden emplear "expresiones ofensivas" contra la Cámara, a lo que Batet "ha hecho caso omiso".

Los populares y los naranjas mantienen desde la misma noche electoral del 28A una guerra abierta por el control del centro derecha. Ciudadanos firmó el mejor resultado en unas generales de su historia -sumó 25 escaños-, mientras que Casado hizo lo propio pero a la inversa. Desde entonces, Rivera se ha jactado de erigirse como líder de una oposición "firme y con sentido de Estado" contra Pedro Sánchez frente a un PP "en descomposición".

Y el líder de Ciudadanos no iba a desperdiciar una oportunidad de oro como la que le brinda una primera sesión constitutiva con el independentismo en la tribuna del Congreso para reafirmar su posición hegemónica en una oposición fragmentada en tres y ante un desaparecido Pablo Casado. Y más en plena campaña y a pocos días de la próxima cita electoral en la que esperan superar a los populares en bastiones como Andalucía, Madrid, Aragón, Cataluña o Baleares.

Incluso antes del comienzo de la sesión, Rivera ya demostraba a través de Twitter cuál sería la tónica que utilizarían los suyos ante la idea de compartir hemiciclo con "los procesados por dar un golpe de Estado a nuestra democracia". Una fotografía en la que miraba desafiante a Jordi Turull y Jordi Sánchez cuando han pasado cerca de su escaño ha bastado como declaración de intenciones.

Rivera ha arrebatado a Casado el foco de la oposición al encarnar el primer encontronazo de la legislatura que, según recogía RTVE, ha incluido un "¿no tiene usted vergüenza?" dirigido a Meritxell Batet por las continuas negativas de la recién elegida presidenta del Congreso a concederle la palabra al líder de Ciudadanos.

Ante las peculiares fórmulas de acatamiento de la Constitución por parte del ala independentista, y en concreto justo después del alegato de la diputada de JxCat, Laura Borràs, que ha jurado "por la lealtad al mandato democrático del 1 de octubre y del pueblo catalán" y "por la libertad de los prisioneros", Rivera ha levantado la mano en repetidas ocasiones para protestar al amparo del artículo 72 de la Cámara por cuestión de orden, una petición que Batet ha acallado para "no interrumpir el proceso de acatamiento de la Constitución".

Solo una vez finalizada la jura de los diputados, la socialista ha dado la palabra al líder de Cs, quien le ha pedido que "actúe" porque "se ha permitido que se hable de presos políticos en una democracia". Rivera ha reprochado a la flamante presidenta del Congreso que su inacción ha provocado que los que han "pisoteado la dignidad" de España han vuelto a "humillar a los españoles". "Esta Cámara merece que usted nos defienda a todos los españoles", ha añadido.

Poco o nada parecen haber tenido efecto las palabras de Rivera sobre la conciencia de Batet, quien pese exigir a los parlamentarios acatar la Constitución haciendo un "uso pertinente, adecuado y ajustado al derecho", la socialista ha defendido que "todas las fórmulas han sido respetuosas con la jurisprudencia del Tribunal Constitucional y no se ha mermado la esencia del acatamiento que es el compromiso de respeto a la Constitución". Las palabras de la presidenta del Congreso han roto en aplausos a la bancada independentista.

Ante la "humillación" soberanista vivida en el Congreso con el permiso de Batet, o el PP no ha sabido reaccionar o, como ha justificado su líder en rueda de prensa posteriormente, no ha pedido la palabra por no haber lugar a intervenir durante el acatamiento de la Constitución. Lo que sí harán los populares será presentar ante la Mesa de la Cámara que se analicen los juramentos pronunciados en la mañana del lunes.

Suspensión "inmediata" de los presos

En lo que sí han coincidido PP, Ciudadanos y Vox es en presentar un escrito para que la Mesa del Congreso suspenda "de inmediato" de sus funciones a los presos conforme establece la Ley de Enjuiciamiento Criminal.

La nueva Mesa del Congreso, presidida por Meritxell Batet, estudiará, previsiblemente este martes, si suspende o no a los diputados en prisión, si bien durante la sesión constitutiva evitó referirse al asunto apelando a "un minuto de sosiego".

Sin embargo, la suspensión del cargo de diputados parece irrevocable, más aún ante el reconocimiento por parte de la vicepresidenta del Gobierno en funciones, Carmen Calvo, quien ha alegado que "el reglamento lo dice con claridad" y que "están encausados y no pueden ejercer su cargo".

Te puede interesar

Salir de la versión móvil