Pablo Iglesias no dimite de momento tras el descalabro de las elecciones de este domingo, en la que Podemos ha pasado a la irrelevancia tras perder los ayuntamientos del cambio y caer un 60% en cuanto a representación territorial, pasando de de 97 a 37 diputados autonómicos. El máximo dirigente del partido fue el único líder nacional que no compareció en la noche electoral; en su lugar lo hicieron la candidata europea, Eugenia Rodríguez Palop, y la candidata a la Comunidad de Madrid, Isa Serra. Ambas se esforzaron en apuntar que los resultados "son suficientes" y que el partido "resiste".
Este lunes, Iglesias ha convocado una rueda de prensa en la que ha admitido que "sin paños calientes, los resultados son malos", "no estamos para nada contenta pero también les digo que no nos rendimos". Iglesias, que en ningún momento ha planteado la posibilidad de dar un paso atrás, ha anunciado que reunirá próximamente al Consejo Ciudadano Estatal, el máximo órgano entre asambleas, para analizar los resultados, aunque de momento ha aprovechado para poner en valor la presencia de Podemos en un futuro gobierno de coalición con Pedro Sánchez. El líder de Podemos ha destacado que Podemos tiene un "enorme peso que tiene nuestra formación en las decisiones estratégicas para construir a un bloque de gobernabilidad progresista".
Iglesias ha asumido su posición de debilidad en la negociación de un gobierno socialista junto a Pedro Sánchez. "Somos conscientes de las fuerzas que tenemos, a nivel estatal tenemos 3,7 millones de votos y a la hora de negociar un Gobierno con el PSOE no vamos a poder pedir muchos elementos que nos gustaría llevar a cabo si tuviéramos más peso electoral. Tenemos que ser conscientes de lo que pesamos y ayudar a construir un gobierno de coalición donde podamos estar en la proporción modesta que nos corresponde". "Mi obligación es encabezar esa tarea de negociación para conseguirlo", ha continuado el secretario general de Podemos.
La rueda de prensa ha durado 10 minutos porque, como el propio Iglesias ha advertido al inicio, "me tengo que ir al plató de ARV (Al Rojo Vivo, en La Sexta)", y en ella el líder de Podemos ha tratado de justificar su atronadora incomparecencia en la noche electoral. "Quyería antes hablar con los candidatos y con los secretarios generales", se ha justificado. "Después de mucho hablar con ellos y de darle vueltas en la almohada, creo que podemos hacer la valoración que corresponde, y aquí me tienen, y me tengo que ir a un plató donde seguramente las preguntas no van a ser fáciles", ha cerrado el dirigente su intervención, segundos antes de salir rápidamente de la sala de prensa de la sede del partido.
Pablo Igelsias utiliza las derrotas en Madrid para presionar a Pedro Sánchez y enrocarse a nivel estatal
El secretario general de Podemos no ha dudado en emplear las derrotas en Madrid para presionar al PSOE por un Gobierno de coalición, la única vía de salvación que tiene Iglesias para salvar los muebles tras perder un 40% de los diputados en las generales. "No hemos logrado recuperar la Comunidad y se ha perdido el ayuntamiento. Eso nos debe obligar a hacer una reflexión al PSOE y a nosotros. La derecha se va a unir, cometeríamos un error gravísimo si desde las fuerzas progresistas no fuéramos responsables para ponernos de acuerdo".
Preguntado sobre su posible responsabilidad en el escenario madrileño, donde Manuela Carmena pierde el Ayuntamiento y donde el PP revalida la Comunidad, Iglesias ha admitido que "los resultados no han sido buenos", pero ha huido de cualquier autocrítica y ha apuntado a la "división de la izquierda" como factor determinante para las derrotas. También se ha felicitado por no haber presentado candidatura al Consistorio y ha acusado a Carmena de haber "excluido" a Podemos de sus listas: "Fuimos enormemente responsables al no presentar candidatura a pesar de haber sido excluidos de la candidatura de Más Madrid", ha señalado Iglesias.
El dirigente ha negado haber pedido el voto -como hizo en los últimos días- para el candidato de Madrid en Pie, Carlos Sánchez Mato. "No mentimos cuando dijimos que era imprescindible que ambas -Más Madrid y Madrid en Pie- obtuvieran representación. Por desgracia, ni sumando los votos de ambas candidaturas hubiéramos podido frenar a la derecha", ha zanjado, obviando las críticas internas que desató esta posición. En este sentido, ha lanzado un mensaje a Carmena y Errejón: "Nosotros tenemos que hacer autocrítica, pero los aliados también tendrán que hacerla".
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