Tebas fichó hace un año al ex 'número 2' de la Policía para combatir los amaños en el fútbol

La Liga de Fútbol Profesional se marcó como objetivo estratégico hace un año combatir el amaño de partidos y reforzar el control de los grupos de ultras con la incorporación a su organigrama directivo de Florentino Villabona, recién jubilado entonces como comisario principal de la Policía Nacional. En concreto, el mando ya retirado se incorporó a la Dirección de Integridad y Seguridad.

La lucha contra la adulteración de encuentros en el balompié profesional constituye un objetivo estratégico para el presidente de La Liga, Javier Tebas, que ha acusado públicamente a la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) de "mirar para otro lado". "Los amaños son una infección que tiene el fútbol y, si no se corrige, se extenderá. Hay que ser implacables, pero no sólo con la boca, también con el bolígrafo y con la denuncia. No vale sólo con hablar, hay que actuar”, ha mantenido públicamente.

Muestra de esa decidida apuesta por acabar con el amaño de partidos es la operación que desarrolla este martes la Policía Nacional en Huesca, que ha supuesto la detención de varios futbolistas de Primera y Segunda División. Al frente de esta trama se encontraría Raúl Bravo, ex futbolista que militó en el Real Madrid entre 2001 y 2007 y que llegó a ser internacional absoluto.

Florentino Villabona llegó a la asociación que agrupa a las sociedades anónimas deportivas y clubes de fútbol tras coronar su carrera policial llegando al puesto de máxima responsabilidad operativa en el Cuerpo. Él fue la persona elegida en enero de 2017 por el entonces ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido (PP), para encomendarle el puesto de número dos en el organigrama de la Policía Nacional: la Dirección Adjunta Operativa (DAO), suprimida tras la remodelación ejecutada a finales de julio de 2017.

El comisario principal Florentino Villabona se incorporó a la Dirección de Integridad y Seguridad de la La Liga tras jubilarse

Con la eliminación de la DAO, el hoy directivo de La Liga pasó a ocupar una de las cuatro jefaturas centrales que integraban la cúpula del Cuerpo -concretamente la de Seguridad Ciudadana y Coordinación- hasta su jubilación el 23 de noviembre de 2017, fecha en que cumplió los 65 años.

Se da la circunstancia de que Tebas recibió una medalla al mérito policial con distintivo blanco -sin asignación económica- de manos de Villabona el 23 de febrero de 2016, cuando el mando ocupaba la Comisaría General de Seguridad Ciudadana. La Policía quiso reconocer la labor de La Liga en defensa de la seguridad y la integridad en el deporte.

40 años de servicio policial

Villabona ingresó en 1978 en la Policía Nacional, donde fue escalando peldaños hasta ser nombrado comisario principal en mayo de 2012. Antes había ocupado diversas responsabilidades de mando y distintos destinos de carácter operativo. Así, en la etapa dura de ETA, su primer destino fue la Jefatura Superior de Navarra, donde se integró en los grupos de Información. Después pasó por Estepona (Málaga), Algeciras (Cádiz), Málaga y Melilla, donde ejerció como jefe superior.

En noviembre de 2011, concluida su etapa de servicios especiales en el Ayuntamiento malagueño, fue nombrado comisario jefe de la Unidad de Coordinación Operativa Local (UCOL) de Algeciras, donde se mantuvo hasta que en enero de 2012 se le confió la Comisaría General de Seguridad Ciudadana en el marco de una profunda renovación de la cúpula policial emprendida por el ministro Jorge Fernández Díaz para marcar distancias con la etapa del ya fallecido Alfredo Pérez Rubalcaba al frente de Interior.

Dispositivo del 1-O

Comisario principal desde mayo de 2012, Florentino Villabona desempeñó puestos de despacho en su última etapa en la Policía Nacional, de la que estuvo retirado durante cuatro años (2007-2011) para ejercer como coordinador general de Seguridad del Ayuntamiento de Málaga (PP). Uno de los últimos servicios prestados fue su participación en el diseño del dispositivo extraordinario -conocido como Operación Copérnico– desplegado en Cataluña a finales del pasado año ante el desafío independentista.

El operativo recibió fuertes críticas tanto por la orden a los agentes para que actuaran en los colegios electorales para evitar que se llevara a cabo la votación el pasado 1-O como por las condiciones de alojamiento y restauración que sufrieron los policías desplazados a Cataluña, gran parte de los cuales fueron alojados en ferries fletados para la ocasión.