Esperanza Aguirre asegura no sentir ninguna nostalgia de la primera línea política ni siquiera el día que se ha constituido la Asamblea de Madrid. En cambio, de la política, así, en general, no se ha ido, tampoco de su sana costumbre de decir lo que piensa aunque ello le suponga ir contracorriente. Defiende a Pablo Casado, pero le pide que se abstenga en la votación de investidura de Pedro Sánchez "pensando en el bien de España" al tiempo que no duda en afirmar que una repetición electoral "no le vendría mal" al PP, convencida de que ampliaría sus apoyos.
Con la misma convicción asegura que Vox no es un partido de ultraderecha -"para nada", dice- y sigue acariciando la idea de una confluencia PP-Ciudadanos-Vox con los que "nos une más de lo que nos separa". Además, niega que el PP se haya movido del centro y sale en defensa cerrada de Cayetana Álvarez de Toledo, a la que considera la mejor opción para la portavocía del Congreso de los Diputados.
Pregunta. -¿Hay más voces en su partido, además de la suya y la de Díaz Ayuso, que estén por abstenerse para facilitar la investidura de Sánchez?
Respuesta. -No lo sé. A mí, personalmente, no me parecería mal, pero yo no estoy en la dirección del partido. Pensando en el bien de España creo que hay que hacer todo lo que se pueda para que Podemos, que son los políticos que han arruinado al país más rico de América, Venezuela, no entren en el Gobierno y den las directrices económicas. Es un disparate. Cualquier cosa menos que ellos sean el elemento necesario para la investidura. Es verdad que Sánchez, que ha gobernado en solitario con 86 escaños, piensa que puede hacerlo con 123 y quizá no le falte razón.
P. -No deja de ser paradójico que Sánchez pida la abstención al PP cuando él enarboló el “no es no”.
R. -Eso habrá que decírselo a él. Lo que digo es que, desde mi punto de vista, hay que evitar que haga cesiones a los independentistas y que pacte con Podemos, y por su supuesto con los bilduetarras.
He hablado con Casado de mi propuesta de la abstención en la investidura de Sánchez"
P. -¿La abstención no supondría una estocada para un PP ya muy debilitado?
R. -No lo veo así, pero puedo estar equivocada. Seguro que los que tienen razón son los de la dirección de mi partido.
P. -¿Ha hablado con Casado después de su propuesta?
R. -Sí, pero tengo la costumbre de no revelar las conversaciones con los presidentes de mi partido.
P. -Teniendo en cuenta que el PP está amenazado electoralmente a su izquierda y a su derecha…
R. -Fíjese. Una cosa que nos tendría que hacer meditar a todos es que si en lugar de unirnos después de las elecciones, lo hubiéramos hecho antes, tendríamos ahora 188 escaños. Todos tenemos que hacer los sacrificios que sean necesarios para evitar que esos 11 millones y pico de españoles que votan al centro-derecha se queden con una representación menor que la que les corresponde como consecuencia de ir divididos.
P. -Pero la abstención del PP para investir a Sánchez haría crecer a Ciudadanos y a Vox.
R. -No lo veo. Por el bien de España hay que evitar que gobiernen (los socialistas) al dictado de los comunistas e independentistas. El PSOE es un partido que tendría que ser plenamente constitucionalista y de ideología socialdemócrata.
No empujemos a Sánchez a manos de los comunistas e independentistas"
P. -¿No es el PSOE un partido constitucionalista?
R. -Por eso lo digo. Que no le empujemos nosotros ni en manos de los comunistas ni de los independentistas, pero, póngalo bien grande, yo puedo estar equivocada. Seguro que lo estoy. Veo los toros, no ya desde la barrera, sino desde la andanada, donde está mi abono, muy arriba, y no tengo la información que tienen ellos.
P. -¿Puede verse Sánchez tentado a una repetición electoral?
R. -A Sánchez no le vendría mal una repetición electoral, pero al PP tampoco. Porque el PP subiría seguro, no le quepa ninguna duda. Los espejismos ya se han acabado. El PP es el gran partido del centro y de la derecha. A los que les iría muy mal es a los de Podemos gracias a la mala gestión de los marqueses de Galapagar, de su casoplón y de echar la culpa al pobre Echenique de lo que les pasa a ellos.
P. -¿Ve en el futuro una confluencia entre el PP y Vox?
R. -Nos hace falta también Ciudadanos. Y eso es lo que habría que intentar, que por lo menos en las circunscripciones pequeñas se presentaran unidos.
P. -Pero le pregunto más por la posibilidad de que Vox vuelva a la casa madre que es el PP.
R. -No excluya a Ciudadanos. En 2015 el PP perdió 3 millones de votos y Cs sacó 3,450.000, o sea, que muchos de sus votantes proceden del PP. Por tanto, es mucho más lo que nos une que lo que nos separa. Nos une la unidad de España, los impuestos bajos, la política económica ortodoxa y la defensa de la libertad y de la propiedad. Y en esas cosas tan absolutamente fundamentales, estamos de acuerdo.
Vox no es un partido de ultraderecha, para nada"
P. -¿Es Vox un partido de ultraderecha?
R. -Yo creo que no, para nada. Es un partido conservador que tiene el programa económico más liberal de todos. Es un partido conservador con el que no estoy de acuerdo en algunas cosas, por ejemplo, en el tema de la inmigración. Mis principios cristianos y liberales me hacen pensar que los inmigrantes son los mejores de los países de los que salen, los más valientes, los más decididos, los que más quieren luchar por el progreso suyo y de sus familias. Los países más ricos del mundo como Estados Unidos o Canadá los son porque han sido capaces de atraer inmigrantes y de integrarlos. En los gobiernos de José María Aznar vinieron 5 millones de personas a España que enriquecieron a sus familias, a sus países y a nosotros. Eso sí, estoy de acuerdo con Vox en que la inmigración debe ser legal.
P. -¿Y por qué dirigentes relevantes Valls o Macron están alertando en contra de los pactos con Vox?
R. -Piensan que Vox es como Marine Le Pen, pero no es verdad.
P. -Hay buena sintonía entre Abascal y Le Pen.
R. -No, no, de momento no se ha puesto en el mismo grupo parlamentario en la Eurocámara Creo que se pondrá con el partido conservador británico, ni con Le Pen ni con Salvini, aunque es evidente que está más cerca de ellos que de los podemitas. Los votantes de Vox son votantes del PP, que para nada creo yo que sean lo que se considera la derecha racista, xenófoba. Racistas y xenófobos son el señor Torra y los independentistas catalanes. El señor Valls está equivocado en esto.
P. -¿Qué tiene que hacer Casado para afianzar su liderazgo?
R.- Casado afianzó su liderazgo con un discurso extraordinario en el congreso del PP. Pese a que nadie daba un duro por él, ganó apabulladamente, y no se ha visto que nadie le dispute el liderazgo. Hay algunos que querrían jugar a que Pablo no ha sido suficientemente centrista, y esto es absolutamente falso porque el PP siempre ha estado en el centro, nunca se movió del centro. Luego lo personalizan mucho en Cayetana Álvarez de Toledo como si no fuera de centro, cuando es la persona más centrista, pero como es muy inteligente, muy preparada y tiene un discurso muy claro, a algunos menos brillantes no les gusta.
Álvarez de Toledo a lo mejor no cae bien, pero sería la mejor portavoz parlamentaria"
P. -¿Sería una buena portavoz parlamentaria?
R. -Magnífica, la mejor. Desde el punto de vista de la preparación, del manejo del lenguaje, de la dialéctica, es que es la mejor.
P. -La tienen vetada amplios sectores del partido.
R. -¿Amplios? Dos. Que a lo mejor no cae bien, puede ser, pero es la mejor.
P. -¿Cree que Casado debería acometer algún cambio interno en el partido?
R. -El secretario general lo está haciendo extraordinariamente bien. Pusieron a dos mujeres, Cuca Gamarra e Isabel García Tejerina, en la dirección del partido y me parece que está funcionando muy bien. También Maroto. Pero tanto en el País Vasco como en Cataluña nuestros resultados y los de Ciudadanos, que de primera fuerza pasa a cuarta, han sido muy lamentables.
Claro que ha habido corrupción en el PP, a mí me lo van a contar"
P. -Si usted hubiera sacado 66 diputados, ¿qué hubiera hecho?
R. -Casado llega inesperadamente a un congreso en el que vence a una persona que tenía en teoría, según los medios, todas las de ganar. En ese momento las encuestas que todos teníamos eran lamentables, imposible peor, producto de cómo se produjo la moción de censura o que lo que estuviera en el escaño del presidente fuera el bolso de la vicepresidenta. Y hemos remontado en las locales, autonómicas y europeas. Casado tiene cuatro años por delante para recuperar a todos los votantes que se fueron por distintas razones. Una de ellas, acusar al PP de ser el partido más corrupto, cuando aquí tenemos a CiU y al PSOE que tiene cuantitativa y cualitativamente los casos de corrupción más escandalosos. Claro que ha habido corrupción en el PP, a mí me lo van a contar, pero no es el único, todos los demás también, incluido Podemos. Otra causa es cómo se abordó el tema catalán, donde la inmensa mayoría de los catalanes no nacionalistas se sintieron abandonados, y la dejación de nuestros valores y principios fundamentales, por ejemplo, subir los impuestos, no derogar la ley de Memoria Histórica, soltar a Bolinaga, aplicar la doctrina Parot…
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