El secretario de Comunicación de Podemos y mano derecha de Irene Montero, Juanma del Olmo, ha sido cesado como asesor parlamentario en el Congreso de los Diputados, cargo al que accedió el pasado 3 de junio después de que perdiera su escaño por Valladolid, donde Podemos quedó como quinta fuerza por detrás de Vox. El dirigente, que se enfrenta a graves críticas en la circunscripción por la que se presentó, ha sido cesado del puesto en el Parlamento sólo 9 días de anunciarse su nombramiento en el Boletín Oficial de Las Cortes.
El miércoles 19 de junio el Congreso hizo público el cese de Del Olmo como asistente por parte de la portavoz parlamentaria de Unidas Podemos, Irene Montero. Un cese que se hizo efectivo el 12 de junio, 9 días después de ser nombrado. El dirigente fue el centro de la polémica en la anterior legislatura por ser el diputado que más dietas del partido cobraba en gasolina pese a no tener coche declarado, y por acudir al Congreso de los Diputados en un BMW al que cambió la titularidad a nombre de un familiar. Entre los gastos que le pagó el partido, veladas nocturnas en marisquerías o taxis a horas intempestivas. Desde la publicación de estas informaciones, Podemos no ha vuelto a actualizar la página de Transparencia: los últimos datos disponibles están fechados en el año 2017.
Este movimiento podría ir encaminado a la estela emprendida por Del Olmo para dar el salto a Madrid después de perder influencia en el núcleo duro de Pablo Iglesias. A partir de 2017, el dirigente fue ganando enteros en Podemos de la mano de Montero. Tras ser nombrado secretario de Comunicación, fue copando cuotas de poder en la secretaría de Organización hasta la defenestración de Pablo Echenique. Pero en los últimos meses el político se ha visto desplazado por el fichaje de Pablo Gentili, que a principios de año llegó al partido como jefe de gabinete del secretario general.
Con este desembarco, del Olmo vio su espacio seriamente reducido. Durante la campaña de las generales, el líder de Podemos puso grandes esperanzas en Gentili, a quien profesa afecto personal y con quien, según su círculo próximo, se siente más identificado. El ‘gurú’, padre de familia numerosa y de 56 años, tiene más experiencia vital, política y de Gobierno que cualquiera de los asesores de Podemos, que se mantienen en la treintena y que han crecido políticamente a la lumbre del PCE.
La nueva influencia de Gentili despertó los recelos en Del Olmo, que vio reducida su capacidad de influencia sobre Iglesias. En esta situación, el dirigente vio su tabla de salvación en Madrid, descabezada tras la dimisión de Ramón Espinar como secretario general de Podemos. Del Olmo tuvo su primera incursión en la arena madrileña durante la campaña del 26M, donde fue el jefe de campaña de la candidata morada, Isa Serra, obteniendo unos pobres resultados y siete escaños (frente a los 27 de los últimos comicios).
En la actualidad, la federación madrileña de Podemos está dirigida por una gestora comandada por Jesús Santos, hombre de confianza de Iglesias. Hay voces en la formación que apuntan a que Del Olmo estaría preparando el salto a esta dirección para obtener un espacio de poder que vuelva a legitimarle a nivel interno.
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