Política

CIS: la fidelidad de los votantes de Cs se resiente y el 22% ya se plantea votar al PSOE

Con todo, el barómetro de Tezanos posiciona a Ciudadanos como segunda fuerza política, lo que daría a Rivera el ansiado 'sorpasso' a Pablo Casado en un hipotético adelanto electoral y las llaves de la oposición

El líder de Ciudadanos, Albert Rivera. | EFE

Las aguas siguen sin volver a su cauce en Ciudadanos. Aunque sus líderes dan por "zanjada" la crisis que ha provocado la salida de pesos pesados del partido por las disidencias con Albert Rivera derivadas del rumbo "derechizado" que ha tomado la formación, lo cierto es que aún quedan conflictos por resolver.

Y el último de ellos ha venido de la mano de José Félix Tezanos, de cuyo barómetro se desprende un dato a tener en cuenta en las filas naranjas y en el que trabajar ante el escenario cada vez más abierto de elecciones en noviembre: un resentimiento en la fidelidad del voto naranja en el hipotético adelanto electoral y un posible trasvase de papeletas a las urnas del PP y, en menor medida, del PSOE.

Así lo recoge el CIS del mes de julio, que plantea que el 27% de los electores que votarían por Cs se estarían planteando también apoyar al PP -su socio preferente- en la apertura de urnas y, en menor medida, en concreto el 22,3% haría lo propio con el PSOE, cuya línea roja levantada por Rivera ha provocado un cisma en el seno del partido que se ha saldado con la salida de Toni Roldán o Javier Nart, entre otros.

Además, un 6,8% de los votantes de Cs en las generales estarían ahora indecisos sobre qué formación votar, estando un 4,6% de ellos decididos a cambiar la papeleta naranja por la roja en los eventuales comicios de noviembre.

Desde que el 26-M dejase el mapa político más fragmentado que se recuerdan, con la necesidad de llevar a cabo pactos entre dos, tres e incluso más formaciones para formar gobierno en ayuntamientos y autonomías, Ciudadanos sufre una época de convulsiones, salidas y disidencias.

El mandato de la Ejecutiva del 'no es no' a Sánchez y de pactar con prioridad con el PP a nivel territorial -que se aprobó con la unanimidad de los votos a principios en los meses de febrero y junio, respectivamente- resquebrajó la confianza de algunos dirigentes críticos a esa apertura sin complejos a la derecha, que se vio hastiada por el acercamiento de los naranjas con Vox en algunos territorios y que concluyó con las salidas de Roldán, Nart (solo de la Ejecutiva), el candidato asturiano Juan Vázquez y su sustituta o Manuel Valls.

Pese a todo, los de Rivera logran mantenerse como segunda fuerza política a nivel nacional en un teórico escenario postelectoral quedando muy lejos, eso sí, de un reforzado PSOE que rozaría ya el 40% del apoyo de los españoles. Hay que señalar, sin embargo, que la encuesta del Centro de Investigaciones Sociológicas se realizó entre el 1 y el 11 de junio, una semana después de las municipales, autonómicas y europeas, cuando aún no había arreciado sobre Ciudadanos la tormenta que ha hecho temblar en los últimos días los cimientos de la formación.

Sea como fuere, los resultados generales no dejan en mala posición a los naranjas, en un mapa político en el que todas las principales formaciones -salvo la de Sánchez, que sube más de 10 puntos- se resienten, logrando mantener el respaldo obtenido el 28-A (15,8%) y teniendo en sus manos ese ansiado sorpasso a Pablo Casado que le daría la llave del bloque de centro-derecha y le erigiría, ya con fundamento, como líder de la oposición.

Como viene siendo habitual, desde la formación no dan credibilidad a los resultados del CIS, cuyo macrobarómetro previo a las generales les otorgaba un éxito bastante más comedido que el obtenido finalmente en las urnas.

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