La candidata del PP a la presidencia de la Comunidad de Madrid trabaja en un texto "que es perfectamente compatible con Ciudadanos y con Vox" al objeto de desbloquear su investidura antes del día 10 de este mes, fecha en que está convocado el primer pleno en la Asamblea autonómica, en principio, sin aspirante. Isabel Díaz Ayuso y su equipo, capitaneado por el número dos de la lista popular, David Pérez, están intentando mediar entre ambas fuerzas políticas, enzarzados, por su parte en un enfrentamiento vía Twitter en el que no faltan los insultos y las descalificaciones, por lo que todo apunta a que, en lugar de aclararse el panorama en el bloque del centro-derecha madrileño, se encona aún más.
Los contactos del PP con Cs y con Vox "se mantienen", afirman en el entorno de Ayuso, que quiere encauzar el diálogo sobre la base de un documento programático con especial atención a las propuestas en materia de fiscalidad como punto de encuentro. Llevan semanas haciendo de "cascos azules", hasta ahora, sin éxito, lo que ha imposibilitado que el presidente de la Asamblea, Juan Trinidad, propusiera su nombre para la investidura. Defienden los populares que lo único que puede aproximar a las tres formaciones políticas "es la posición centrada y moderada de Isabel y su proyecto".
Casado mantiene una línea de comunicación abierta con Abascal
También desde el cuartel general de los populares intentan que la Comunidad de Madrid no naufrague. Aunque Pablo Casado mantiene una línea de comunicación abierta con Santiago Abascal, algo menos con Albert Rivera, de momento son el secretario general popular y el vicesecretario de Organización, Teodoro García Egea y Javier Maroto, respectivamente, los que llevan el peso de la negociación de los pactos. En Génova confían tanto en su labor como en "la gente sensata de Ciudadanos y de Vox" y citan a José Manuel Villegas y al propio Abascal.
Enfado con Rivera
La única opción en Madrid, a juicio del PP, es un gobierno de Díaz Ayuso "o elecciones" y no creen que Ciudadanos ni Vox estén en condiciones de salir bien parados de una repetición electoral, es más, creen que Vox "puede desaparecer" del mapa político. En todo caso se muestran comprensivos con su petición de tener una foto a tres que les reconozca como "socios preferentes" e indispensables con los que ahormar una mayoría absoluta. De Albert Rivera destacan su estrategia "equivocada". Que este martes no quisiera participar en un acto conjunto con el líder de UPN, Javier Esparza, y con Casado, para firmar una declaración por la dignidad de las instituciones navarras y españolas, constituye el enésimo episodio de una línea política precedida por su negativa a acudir a Moncloa y a que su partido se siente con Vox.
Dicen en el PP madrileño no entender "la cerrazón de ambos partidos". Por un lado, lo de Ciudadanos "de no llevar a Isabel a la investidura y pedir más tiempo no tiene sentido. No sabemos a qué están jugando". Y el bloqueo de Vox "sólo beneficia al PSOE y a Podemos". Pero por mucho que digan en el PP que lo que subyace de fondo no es tanto una discrepancia programática como de formato, las posiciones distan mucho de aproximarse. La idea, en todo caso, es "seguir hablando con unos y con otros para que flexibilicen sus posiciones". En definitiva "ellos verán si prefieren darle el gobierno a la izquierda por sus problemas entre ellos", sentencian.
El encontronazo ayer en las redes fue de traca. Todo comenzó cuando el responsable de Organización de Ciudadanos, Francisco Hervías, escribió que Vox "comienza a paralizar las instituciones alineándose con Podemos y PSOE. Pedro Sánchez y Pablo Iglesias deben estar encantados con sus nuevos “socios”, en alusión a la primera votación fallida para hacer presidente de Murcia al popular Fernando López Miras.
Qué nivel, Maribel.
Enhorabuena, ya tenéis estribillo del verano👇🏻 pic.twitter.com/p0S8egBqYp— Ciudadanos 🇪🇸🇪🇺 (@CiudadanosCs) July 3, 2019
De "acojonado" a "Loco vox"
Esta afirmación fue respondida con un exabrupto de la cuenta oficial de Vox, que recurrió al insulto y a las palabras malsonantes. "El colmo de la jeta. Dile al acojonado y sinvergüenza de tu jefe que se deje de cordones sanitarios, de lamerle el culo a Macron y que os permita sentaros en una mesa y llegar a acuerdos como gente normal. Y si no, pactad con el PSOE, que es lo queréis". La virulencia del mensaje llevó a los de Rivera a contraatacar con un vídeo musical del extinto grupo musical de Locomia interpretando el tema "Loco vox". Y finalmente, el PP, atónito ante semejante espectáculo, animó a los dos partidos a "dejar de insultar" y trabajar "para que el socialismo no gobierne en Madrid". Sin duda, todo muy edificante.
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