El 43% de los aspirantes a guardia civil suspende por la prueba de ortografía

Más de 10.000 aspirantes a una de las 2.210 plazas ofertadas por la Guardia Civil en la última convocatoria ha quedado excluido del proceso selectivo por suspender el test de ortografía, una de las tres pruebas escritas -junto a la de idioma y conocimientos- que había que superar para poder pasar a la siguiente fase. En términos relativos, el 43,65 % de los opositores ha quedado apeado por no haber alcanzado el mínimo en el examen con el que se evaluaba la forma correcta de escribir.

La Jefatura de Enseñanza de la Guardia Civil ha publicado este viernes los resultados provisionales de las pruebas selectivas desarrolladas el sábado y el domingo pasados en 16 sedes repartidas por todo el país (Alicante, Ávila, Baeza, Cádiz, Calatayud, Mallorca, Las Palmas de Gran Canaria, León, Madrid, Mérida, Murcia, Oviedo, Sevilla, Tenerife, Valencia y Vigo) para acceder a la escala de cabos y guardias de este Cuerpo.

Más de 27.000 personas habían presentado la preceptiva solicitud de admisión para poder examinarse, si bien 3.890 no se presentaron finalmente. Otros 12 no han sido evaluados por incumplimiento de las bases de la convocatoria, mayoritariamente por vulnerar la norma general descrita en el punto 5.3: “Salvo que lo determine el Tribunal de Selección, en ningún caso se permitirá el uso de diccionarios, libros, apuntes, calculadoras o cualquier otro tipo de ayudas. Además, está prohibida la entrada en el aula de examen y en las de entrevistas personales con teléfonos móviles o con cualquier dispositivo que permita la grabación, reproducción, transmisión o recepción de datos, imágenes o sonidos".

Salvo error, un total de 10.081 opositores suspendieron la prueba ortográfica. Ésta consistía en la realización de un ejercicio con diez frases numeradas del 1 al 10 en las que aparecían subrayadas cuatro palabras con las letras A, B, C y D. El aspirante tenía que marcar los términos que presentaran una falta de ortografía, disponiendo de un plazo máximo de diez minutos para completar el test.

Más de 10.000 de los 27.000 opositores quedan excluidos del proceso selectivo por no resultar aptos en el examen ortográfico

Los resultados ponen claramente de manifiesto que el examen del sábado fue más difícil que el del domingo, como han denunciado muchos opositores. El primer día suspendió el 57% el test de ortografía y el segundo el 31%.

Según las bases de la convocatoria, publicada en el Boletín Oficial del Estado (BOE) el pasado 15 de mayo, los opositores que acumularan 11 o más respuestas erróneas -una cuarta parte del total (40 inicialmente)- serían declarados 'no aptos' y consecuentemente eliminados del proceso selectivo. Ello provocó una primera criba, tan sólo superada por 13.015 presentados. Y, de éstos, otros 8.000 no superaron la prueba de idioma o la de conocimientos.

Como ha informado este diario, el tribunal ha tenido en cuenta finalmente sólo 39 de las respuestas ofrecidas tras anular la palabra 'javaque', al reconocer que se trata un "error tipográfico" y no un fallo ortográfico. Esa decisión se ha tomado después del malestar mostrado por decenas de aspirantes, algunos de los cuales habían anunciado su intención de impugnar la palabra ante el tribunal calificador.

Extracto del cuestionario de ortografía que tuvieron que responder los alumnos que se examinaron el sábado.

El Diccionario de la Lengua no recoge las voces ‘javaque’ ni ‘jabaque’. El término más parecido es ‘jabeque’, definido en su primera acepción como "embarcación costanera de tres palos, con velas latinas, que también solía navegar a remo". En todo caso, la opción que se debería haber facilitado a los aspirantes era ‘javeque’ y aquéllos deberían haberla marcado como incorrecta.

Inglés y conocimientos

La de ortografía era una de las pruebas escritas a las que se sometieron los opositores el pasado fin de semana. También tenían que contestar correctamente al menos ocho de las 20 preguntas en inglés y 50 de las 100 del cuestionario de conocimientos y enfrentarse a un test psicotécnico antes de pasar a la siguiente fase, que consistirá en la realización de una prueba de resistencia (una carrera de un kilómetro de distancia), otra de velocidad (50 metros en pista con salida en pie), de natación de 50 metros, así como una de fuerza (un número determinado de flexiones, según el sexo).

Una vez superado el reconocimiento médico y la entrevista personal, los opositores que hubieran superado todas las pruebas se incorporarán a la Academia de Guardias de Baeza (Jaén) y al Colegio de Guardias Jóvenes 'Duque de Ahumada' de Valdemoro (Madrid) en octubre, donde recibirán su formación profesional durante un curso académico.

Las pruebas escritas dejan fuera al 75 % de los presentados: sólo 5.962 han resultado aptos

Con todo, la prueba que ha supuesto mayor criba es la de conocimientos. Concretamente, 15.572 aspirantes no superaron este examen: 8.043 el sábado y 7.529 el domingo.

De momento, las pruebas escritas han supuesto un corte notable. De los 23.096 presentados al examen, tan sólo 5.962 han resultado aptos (25,68 %), si bien en el escalafón aparecen 5.107.

De acuerdo con los resultados provisionales publicados por la Guardia Civil, el aspirante que encabeza la clasificación -Adrián L.M.- presenta una nota total de 118,81294 puntos: apto en ortografía, 20 puntos en idiomas, 77 en conocimientos y 12,0629 en la prueba de aptitud intelectual (69 aciertos y un solo error). En la fase de concurso suma 9,750.

Como ha informado El Independiente, la Dirección General de la Guardia Civil ha cambiado el temario con el que se elaborarán los cuestionarios de las oposiciones a partir de 2020. El nuevo programa incorpora contenidos como igualdad entre hombres y mujeres, riesgos laborales, protección de datos, matemáticas, literatura e Historia universal y de España.

Asimismo, el bloque de Derecho Penal también se refuerza, incorporando un epígrafe sobre los delitos contra la Constitución. Entre dichos ilícitos se encuentra el de rebelión, por el que han sido juzgados por el Tribunal Supremo nueve de los líderes independentistas catalanes. El desafío a la Carta Magna en el otoño de 2017 llevó al Ministerio del Interior a enviar a Cataluña a miles de guardias civiles y policías nacionales a fin de garantizar el cumplimiento de las órdenes dictadas por la Fiscalía y el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) para tratar de impedir que se celebrara el referéndum ilegal del 1-O.